lunes, 28 de septiembre de 2020

PREDICCIONES Y TEORÍAS DEL EPISODIO FINAL DE LOS 100: ¿CLARKE FRACASA EN LA PRUEBA DE LA PIEDRA?


Ya sólo faltan tres días -cuatro, para el estreno en subtitulado- para el episodio final de Los 100 y parece que esta semana Farfarawaysite no difundirá ninguna preview photo, por lo que vamos a tener que conformarnos con las que nos ofrecen los dos últimos tráilers. Y hay que decir que el capítulo en cuestión pinta bastante bien; es más, vista la preview, todo apunta a un final verdaderamente impactante. La temporada como tal en IMDB posee una media de 8 sobre 10 en IMDB y hay que reconocer que en su conjunto no ha sido tan buena como otras, ya que se ha visto lastrada por un desarrollo irregular de las tramas y un guión ligeramente forzado en los últimos capítulos, amén de otros plot twist mal recibidos tanto por los fans como la crítica, que han sido decisivos para las cifras de audiencia. Pero si por algo destaca esta serie es por su originalidad y por la ambición de sus creadores, que nos quieren que nos despidamos sin una última batalla a gran escala. "The Last War" va a ser sobre todo un episodio bélico y de acción ininterrumpida de cuarenta minutos, aunque se añadirá uno adicionalmente por motivos que desconocemos. Se rumorea que se trata de un anuncio especial, tal vez relacionado con la precuela o con una despedida de agradecimiento de todo el casting diciendo "may we meet again" ("que volvamos a vernos"). Por el momento sólo podemos esperar. 

Volviendo de nuevo a lo que nos ocupa, vamos a comentar un poco qué podemos deducir de todas esas imágenes que nos han brindado los tráilers. En general, observamos que existen fundamentalmente tres localizaciones: Bardo, la Tierra y Sanctum, entre las que se van a repartir nuestros personajes para tratar de poner fin a las pretensiones de Cadogan. Tenemos, por un lado, a Hope, Jordan, Indra y los que se quedaron atrapados en el búnker de Pólis, por otro a Clarke y Octavia, que continúan con su persecución en Bardo, y finalmente el grupo de Murphy, Emori y Jackson en el laboratorio de Sanctum. A algunos de ellos primero se los ve en la Tierra y más tarde en Bardo, a pie de batalla, por lo que probablemente las escenas de combate mostradas en el adelanto pertenezcan ya a la segunda mitad del capítulo, lo que nos hace pensar que nuestros amigos coincidirán casi todos en el invernadero bardoniano, que es el enclave bélico donde Sheidheda va a luchar contra los soldados de El Pastor. No es difícil imaginar la importancia que tendrán Raven y Murphy, ya que sabemos que aunque primero estarán muy ocupados tratando de reanimar a Emori en Sanctum -quizás muera, ya que vemos cómo Murphy pierde los nervios-, después van a regresar para ayudar a los que se habían quedado varados en la Tierra, porque sólo ellos conocen la ubicación de la Piedra, que puede encontrarse en cualquiera de las diversas plantas de que consta el búnker. 

Gracias a ellos, sus compañeros retornarán a Sanctum y a Bardo para luchar. Echo parece haber salido ilesa de la avalancha -veremos si Niylah ha corrido también esa misma suerte- y se infiltrará entre las tropas enemigas con uno de los uniformes bardonianos. Los prisioneros de Eligius van a colaborar igualmente, tanto del lado de Sheidheda como del de nuestros héroes. Al menos, parece que de momento Nikki dejará de lado su rencor hacia Raven. Y Sheidheda regresará de forma un tanto inesperada con lo que suponemos que será el ejército sorpresa de Wonkru, aunque más como movimiento de distracción que otra cosa, porque mientras tanto Octavia y Clarke irán tras la pista de Cadogan, dirigiéndose a la sala de la Piedra, donde se toparán con la misteriosa luz blanca. Entonces Clarke se ofrecerá para realizar la prueba y Octavia se preparará junto con Levitt y Echo para la guerra. 

Es un misterio la identidad del interlocutor con el que se entrevista Clarke en el espacio purpúreo, al que confiesa que todas sus acciones y errores han estado guiadas por el amor hacia su gente, razón por la que no sería de extrañar que, o bien seamos testigos de la aparición de uno de esos seres de luz, o de algún personaje muerto como apariencia adoptada por uno de éstos, de los que crearon las Piedras, al estilo de lo que sucedió en la película "Contact". Sin embargo, si la prueba consiste en una especie de confesión alucinógena, también parece evidente que Clarke no la va a superar cuando regresa a M-Cap y abraza a Madi, diciéndole que le ha fallado a ella y a todos. ¡Ojo con esta escena! Porque nadie nos garantiza que la prueba no sea la batalla final, y que todo lo que observamos en el campo de batalla no sea una visión de lo que podría suceder. Ni siquiera podemos estar seguros de que la imagen de El Arca que aparece en el tráiler no constituya una especie de viaje en el tiempo o de reinicio, o que ahí radique el último desafío de Clarke, con un último botón o palanca que accionar, de forma similar al episodio 3x16 "La Instanciación Perversa". Y es que, o tenemos algo del tipo "Ciudad de Luz", o bien, si Becca pudo viajar al futuro y asistir en primera persona a la aniquilación de la raza humana,  Clarke viaje en el tiempo pero hacia atrás... ¿y si la prueba fuera la serie al completo y Clarke se despertase en el Arca como si todo lo vivido sólo fuera una pesadilla o incluso una simulación virtual? ¿o una simulación como las que enfrentaron Octavia, Echo, Hope y Diyoza en el episodio 9? Un giro de este calibre nos haría ver la serie con otros ojos, justo como advirtió el productor, Jason Rothenberg. No podemos descartar nada. 

En lo que respecta a las muertes, si se demostrase que todo es una simulación, en realidad no habría muerto nadie, pero vamos a dar por hecho que es real. En ese caso, mejor que no nos hagamos ilusiones con Emori, porque el rostro de dolor de Murphy sugiere que ni él ni Jackson podrán reanimarla, por mucho que lo intenten. Recordemos que al final del capítulo anterior, Emori perdió el conocimiento y Jackson empezó a practicarle una RCP manual continuada como último recurso hasta llegar a Sanctum. A medida que transcurren los minutos, cada vez es menos probable que ella resucite y su muerte puede constituir un auténtico dilema para John, ya que deberán concentrarse en ayudar a los que todavía están vivos y les necesitan. A Madi podemos darla ya por perdida, a no ser que pudieran operarla como a los Primes, traspasar su conciencia a un mind-drive y revivirla en otro cuerpo.

Por otro lado, también hemos visto a Levitt malherido en mitad de un fuego cruzado. En ese instante, Octavia se percata de que su amigo está en apuros y acude a socorrerlo, al tiempo que Echo trata de llegar hasta ellos dos, recibiendo un disparo, escena que Hope observa atónita desde su trinchera. Echo puede ser otra de las víctimas mortales de este conflicto. Levitt, en cambio, quizás no muera, ya que habría sido un spóiler directo por parte de la cadena. A quien parece que le irá bien es a Sheidheda, aunque no podemos descartar que muera a última hora y que el golpe de gracia de la espada de Octavia no dé contra su pecho. Incluso puede que finalmente sea ella quien asesine a Cadogan... ¡en definitiva, no lo sabemos! Sólo podemos esperar y, de paso, tener presente que, como siempre en Los 100, hay que estar preparado para las sorpresas. 

El último episodio se estrena el miércoles en The CW vía streaming entre las 19:00 y las 20:00 en Estados Unidos (2:00 AM, hora española), y el jueves, día siguiente, en VOSE. Syfy está previsto que lo emita en castellano el lunes 12 de octubre a las 22:00 h.


Puedes ver todas las imágenes del 7x16 en HD pinchando en este enlace

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Philosophic Dragon



sábado, 26 de septiembre de 2020

REVIEW DE 7X15 ("THE DYING OF THE LIGHT", THE 100): EL FIN COMIENZA CON LAS LÁGRIMAS DE LA DESESPERANZA

 

"The Dying of the Light" arranca con el derrumbe provocado por el explosivo enviado por Cadogan, con Murphy, Emori, Jackson y Raven en el epicentro de la tragedia. Sin escapatoria, sin ayuda y con Emori malherida y a punto de desangrarse, nuestros amigos tratan de hallar desesperadamente la Piedra para regresar a Sanctum en una apresurada carrera contrarreloj que también crispa los nervios a sus compañeros del otro lado, Clarke, Octavia, Indra, Gaia, Jordan y Hope, impacientes por volver a Bardo a por Madi antes de que el daño sea irreparable, mientras Cadogan literalmente perfora la mente de la ex-comandante.

 Las escenas oscilan entre estos tres escenarios y mantienen en todo momento la tensión del espectador ante la incertidumbre que causa ver a dos personajes al límite de sus fuerzas, besando la muerte. Como contrapunto a todo este dolor, a especialmente a la desgarradora secuencia final en la que brilla Lola Flannery (Madi) sin embargo, también tenemos la intervención de Sheidheda a mitad de episodio, añadiéndole un toque algo gracioso a una situación verdaderamente dramática, por no hablar del reencuentro entre Octavia y Levitt, emotivo a la par que romántico. En definitiva, el anteúltimo episodio de esta historia ha estado lleno de contrastes y de grandes momentos sentimentales. Le ha faltado algo más de acción, incluso de progreso de la trama, pues en el fondo ni Clarke ha podido rescatar a Madi íntegramente ni tampoco Raven y los otros garantizar que Emori cruce el portal con vida. En ese sentido, el capítulo se ha percibido ligeramente vacuo, sin la acción o los efectos especiales tan habituales en otros finales de temporada. 

La conveniencia del guión se impone por pura inercia y continuamos siendo testigos de nuevos recursos deus ex-machina, como las píldoras nanotransmisoras, de las que Cadogan echó mano para volver a Bardo ante la ausencia de una Piedra, y que casualmente son dos para proporcionar a Octavia y a Clarke esa vía de escape. Es evidente que los escritores se han sacado este as de la manga específicamente para eso y que la temporada 7 no ha estado exenta de improvisación, ya que lo lógico habría sido que Hope las hubiera empleado con tía O para evitar tener que clavarle una daga, y así de paso habernos ahorrado medio año de sollozos por la supuesta muerte de Octavia. Y todo ello, por omitir el hecho de que Echo y Niylah están ahora en paradero desconocido. La última vez que supimos de su existencia estaban borrachas y acostadas en sus literas cuando resonó el tronido de la explosión, que no pareció afectar sobremanera a la estructura de su habitación. Aunque eso se antoja pecata minuta comparado con la trama de Levitt que, sin saber nada de Octavia, Clarke y compañía, ¡formaba parte de su plan de rescate! Octavia contaba con él para autorizar su teletransporte a Bardo, y eso que hacía tiempo que no se habían visto  y que ninguno de ellos disponía de medios para comunicarse con el otro.

Así las cosas, parece inconcebible que Los 100 termine satisfactoriamente con sólo un episodio más y que cuarenta minutos basten para cerrar todas las tramas. Sin embargo, sucede no sólo con ésta, sino con otras ficciones, que los penúltimos episodios parecen caóticos e irresolubles, solventándose todo de forma milagrosamente eficiente en menos de una hora, a menudo superando o eliminando el obstáculo o antagonista que se interponía entre los protagonistas y su objetivo. En el caso que nos ocupa, Cadogan es el verdadero enemigo de Clarke y sus amigos, si olvidamos un poco el hecho de que Clarke suele ser el detonante de los conflictos con otras civilizaciones, bien por activa o por pasiva.

Octavia y Diyoza aterrizaron por accidente en Penitencia y los Discípulos las trasladaron a Bardo para conseguir más información sobre la Llama y sobre Clarke -aún me pregunto cómo sabían quién era Clarke Griffin antes de practicarle a Octavia la extracción de memoria-, aunque ese acontecimiento desencadenó la misión de búsqueda y rescate de Hope, Echo y Gabriel, que se saldó con varios Discípulos muertos y que, por ende, incomodó al Pastor, que decidió utilizarlas como rehenes para atraer a Wanheda hasta su guarida. Bellamy se rebeló igualmente contra sus captores y terminó peregrinando por las cordilleras de Etherea, y durante su secuestro Echo fue sobre todo la que reaccionó con más agresividad, siendo responsable de muchas de los asesinatos en su nombre. Sin embargo, los Discípulos trataron de capitular con Clarke, quien es en esta temporada indirectamente responsable de la mitad de estos sucesos, si bien eso no es óbice para olvidarse de que Cadogan es culpable de homicidio tanto como ella, dado que su afán de hacerse con la Llama le condujo a asesinar a su mujer y a Becca Franko. 

Los bardonianos han apostado en varias ocasiones por el diálogo para evitar la violencia mientras que Clarke y los suyos siempre suelen actuar con mayor impulsividad y desconfianza, pero la conclusión a la que llegamos es que si Echo hubiera cambiado de idea y hubiese confiado en el prisionero Orlando, habría sido mucho más fácil el posterior entendimiento entre estas culturas. Lo cierto es que la sola presencia de los descendientes de Segundo Amanecer y su líder constituye en sí un problema, porque de no existir su interés en la Llama o la última guerra, nada de todo esto habría ocurrido. Más que ellos, son sus creencias las que implican un verdadero riesgo, porque son las que realmente les impulsan a cometer actos que incluso contradicen su propia filosofía, algo que explica muy bien por qué Cadogan es en verdad el problema, y no tanto quienes le sirven, que ni siquiera le habían conocido en persona. No es en absoluto complicado transgredir las leyes cuando uno es quien las ha dictado, y la conversación entre Bellamy y Cadogan en 7x13 refleja claramente cómo éste se percibe a sí mismo y cómo a los que han nacido bajo su mandato religioso. Él sólo ordena; el resto obedece, y el fin justifica los medios. 

Por momentos, la serie parecía encaminada a justificar la bondad de El Pastor y su rebaño, convirtiendo a Clarke en la madre del caos y la muerte, perspectiva que se ha ido desviando a partir del episodio 14, ya que un líder que pugna por salvar a la humanidad no lanzaría una bomba contra sus opositores ni tampoco calcinaría el cerebro de una niña en busca de un vago recuerdo del que ni siquiera ella es consciente, dejándola inválida y paralítica. Y es que, tal vez la serie es más convencional de lo que parece y sí que hay buenos y malos, después de todo, un punto de vista que sí que permitiría legitimar la muerte de Bellamy por alinearse por segunda vez con el partido equivocado. De no ser así, Los 100 no podrían poner punto y final a su última aventura espacial. Por lo tanto, Cadogan es el adversario y hay que detenerle, porque sólo cuando eso suceda podrán nuestros héroes encontrar algo de paz, y una vez hecho, eso constituiría el cierre de todas las tramas.

 

De hecho, si analizamos un poco más de cerca las principales, nos percataremos de que si el desarrollo de estos personajes no ha sido tan acusado esta temporada como las pasadas, es porque muchos de ellos ya estaban listos para cerrar. Clarke ha cometido genocidios en nombre del amor, de la amistad y de la supervivencia, en ocasiones por egoísmo o por ideología. Como personaje, Clarke ya no tiene nada más que aportar a la serie y lo justo sería que ella misma se sacrificase para salvar a quienes quiere. Octavia ya ha culminado su arco de redención gracias a Diyoza y a Hope, ha comprendido a su hermano mayor, a pesar de haberle perdido recientemente y, cuando vuelva a empuñar una espada, lo hará con el poder que le brinda la sabiduría de la experiencia y de la madurez. Murphy y Emori eran unos renegados individualistas al margen de la sociedad, pero gracias a que se han convertido en líderes y en personas que inspiran confianza, han aprendido el significado del altruismo; Raven, por su parte, ha aceptado su parte de culpa en la toma de decisiones difíciles, enfrentándose a sus miedos, aceptándolos y superándolos en lugar de negarlos o huir de ellos...

Los 100 es progreso y evolución; la Humanidad persigue artificialmente la perfección, que se revela como un sendero infinito de invisible horizonte que hay que transitar, aun a sabiendas de que jamás se alcanzará pues, llegado el caso, cesaríamos de andar; porque lo verdaderamente importante no es la meta, sino el camino. 

Por último, y ya para finalizar, aclaremos que "The Dying of the Light", a pesar de las citadas irregularidades argumentales, sabe compensar magistralmente estos fallos menores con una exquisita cinematografía, unas interpretaciones impecables y unos primeros planos diseñados para arrancar sin denuedo las lágrimas del televidente, arrastrando a los personajes a las decisiones imposibles que tanto caracterizan a la serie, destruyendo todos los vínculos afectivos entre los protagonistas a fin de impulsarles a pugnar más duro si cabe por recuperarlos. Y es que los finales de The 100 nunca se precipitan en el último episodio de cada temporada, sino en el penúltimo. Éste es el principio del fin, y el fin comienza con las lágrimas de la desesperanza.

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Philisophic Dragon



viernes, 18 de septiembre de 2020

REVIEW DE 7X14 ("A SORT OF HOMECOMING", THE 100): UNA AGRIDULCE GOTA DE NOSTALGIA

Tras haber puesto rumbo al portal sin apenas echar la vista atrás para ver por última vez el cuerpo sin vida de Bellamy, Clarke aparece en un lugar que le resulta ligeramente familiar: el búnker de Pólis. Han regresado a la Tierra, y "A Sort of Homecoming", "Una especie de regreso a casa" es el nombre que por título lleva este episodio 14, dirigido por Jessica Harmon, la hermana de Richard Harmon (Murphy), que es quien interpreta a Nyilah. 

"A Sort of Homecoming" surge como una agridulce gota de nostalgia, una última oportunidad para que nuestros héroes hagan las paces con los aterradores fantasmas de su pasado. Pero no todos podrán deleitarse admirando la belleza de la reverdecida y salvaje capital de los terrestres. Bellamy Blake ya no está en este mundo, y de eso enseguida se cercioran Octavia, Miller y compañía, poco después de su reencuentro con Gaia, que les explica que, al cerrarse el puente, éste te reenvía al planeta al que pertenece tu ADN por defecto. 

Clarke, para sorpresa de muchos seguidores, no oculta ni el qué ni el quién de la catástrofe: tuvo que decidir entre Bellamy o Madi, y Echo y Octavia, lejos de reprocharla como habitualmente, la abrazan, una reacción que parece imposible de concebir en dos personajes tan belicosos como ellas dos. Sin embargo, aquí los guionistas echan mano de la "conveniencia" para poder dar paso a una rápida conclusión de las tramas de los protagonistas, un comodín del que no tienen ya reparo en abusar. Y es que, si bien lo lógico es que Octavia y Echo se hubieran enfadado con Clarke por lo de Bellamy, y esto hubiera abierto una nueva brecha en su amistad, complicando aún más la temporada final, ya no hay más episodios para detenerse en venganzas. Es momento de reunirse, recordar y reflexionar. "A Sort of Homecoming" cumple la misma función que en Game of Thrones el capítulo anterior a la batalla contra el ejército de caminantes blancos. Y todos lo saben. Todos allí abajo son conscientes de que esto no ha terminado, porque los Discípulos poseen el libro de bocetos de Madi, por lo que, tarde o temprano, vendrán a por ella. Esta situación de frustración e impotencia exaspera a Clarke, y es lo único que explica por qué rompe el casco con el que podrían encontrar la Piedra que les permita regresar a Sanctum, ya que su actitud está fuera de contexto. Clarke ha pasado de ser una líder que decide  con mano a firme a convertirse en un personaje dubitativo y errático, que por momentos parece erigirse en la verdadera antagonista de la serie. Es como si, de alguna forma, en algunos puntos, los guionistas hubieran perdido los papeles: primero Clarke les insta duramente a permanecer allí, ya que es su hogar ancestral porque, en el fondo, son todos los que están y están todos los que son, para poco después, cuando su discusión con Madi le aclara las cosas, cambiar de idea incitándoles a regresar a por refuerzos antes de que se presenten los Discípulos. 

Las actitudes de Murphy y Madi concuerdan mucho más con las circunstancias. Murphy, como dirigente de Sanctum, junto con Emori, no puede quedarse de brazos cruzados mientras su gente, su pueblo, corre peligro en un planeta hostil sabiendo, como sabe, que ahora la Tierra es nuevamente habitable. Madi, por su parte, rechaza la excesiva sobreprotección de Clarke ya que, contrariamente a ciertas opiniones que consideran que actúa de un modo demasiado infantil, ella responde del mismo modo en que lo haría cualquier adolescente. No es una adulta, pero tampoco una niña, y desea emprender su camino a la madurez aprendiendo a tomar sus propias decisiones, algo que incomoda a Clarke, puesto que, como madre adoptiva, se ve reflejada en ella, en su rebeldía, sintiendo la necesidad de intervenir para que no le ocurra ningún mal. 

En este episodio, el regreso a casa supone para Clarke y sus amigos un punto de inflexión, una mirada de madurez a los errores que cometieron cuando no eran más que un puñado de adolescentes rebeldes. Discutir con Madi es como luchar contra su derecho natural a la libertad de decidir, un sentimiento que los cien abrazaron cuando, nada más aterrizar en aquellos remotos y radiactivos lares, clamaron al unísono de Bellamy y Murphy que se desprenderían de sus antiguas pulseras inteligentes.

Aquí y ahora es donde nuestros personajes demuestran cómo han crecido y han cambiado respecto a temporadas pasadas. El vívido reflejo de esa evolución es Octavia, quien se muestra reticente a asomarse de nuevo al pozo que ella misma transformó en un anfiteatro romano, desde donde se proclamó Blodreina y supervisaba las luchas entre los desertores de su imperio subterráneo. Es gracias al apoyo de Indra que finalmente vuelve a abrocharse sus viejas prendas y supera ese viejo trauma. Ella no fue la única responsable de lo que allí aconteció. Su mentora Indra también respaldó todas sus decisiones y se instituyó en su brazo derecho junto con Cooper,  de ahí que comparta su culpa. Esa conversación entre ambas era más que necesaria, porque a pesar de que se vieron hace unos días, para Octavia han transcurrido diez años, una década que comparativamente la ha convertido en la mayor de los hermanos Blake. La muerte de Bellamy  por parte de Clarke es tan inexcusable como inexplicable dicho giro de guión, pero sí es útil -léase "conveniente"-para la trama, ya que Bellamy existía debido a Octavia, y ella gracias a él, pero una vez que ésta ha comprendido todo lo que hizo por ella -incomprensión que estaba siempre en el origen de sus disputas-, su hermano mayor pierde el rol que se le había adjudicado en las primeras temporadas. Octavia ya no necesita un hermano mayor que vele por ella y al menos eso, desde el punto de vista narrativo, sí que justificaría su pérdida. 

La segunda mitad del episodio desemboca gradualmente en la acción tras la irrupción de incógnito de Sheidheda, que recorre invisible los pasillos del búnker para dar con Madi, a cambio de que Cadogan y los suyos se abstengan de intervenir Sanctum. Indra y Gaia tratan de detenerle sin éxito, y The 100 se cobra otra nueva vida, la de Gabriel, que cae intentando proteger a la niña. Si bien cualquiera pensaría que The 100 se ha propuesto asesinar a todos los personajes masculinos del casting, el recorrido de Gabriel está completo. Tras haber ayudado a derrocar a la aristocracia Prime de la que él una vez formó parte, haber resuelto parcialmente el misterio de la Anomalía y haberse adentrado en Bardo para ayudar a Octavia, Diyoza, Echo y Hope, lo que más anhelaba el anciano investigador centenario era la muerte, una muerte que le ha llegado de manera repentina, sin previo aviso, pero que se ha producido en el momento oportuno, cuando había hecho las paces consigo mismo y con  sus recuerdos de Josephine. Una muerte digna que, además, tiene lugar mientras está rodeado de sus nuevos amigos, un privilegio que muy raras veces concede Los 100

La caída de Gabriel provoca que Madi se arme de determinación, siguiendo el ejemplo de Clarke en otras ocasiones, pero ni siquiera a Cadogan le basta con eso, pues está decidido a acabar con sus vidas en detrimento de su filosofía pan-salvacionista, hecho que devuelve a Los 100 a la dicotomía blanco-negro/buenos-malos y que desgraciadamente hace que Bellamy quede como un verdadero traidor al haber elegido al bando enemigo. Y es que Cadogan pierde credibilidad como villano supremo de esta última temporada cuando "transciende" del gris al negro ("out of the blue, into the black") traicionando los principios de los que alardea, una bajeza moral que sólo hay que situar un poco por encima de las ansias de poder de Sheidheda, un zorro que está a punto de ser engañado por un lince. 

A pesar de los fallos e incongruencias típicos de un guión al que le corre prisa concluir, hay que decir que "A Sort of Homecoming" es un capítulo emotivo que ya se venía echando en falta. Los personajes tenían que reunirse para anticiparse a la batalla final y lo han hecho de la mejor forma posible. No se ha tratado sólo de un reencuentro entre amigos, sino de un vis á vis con el pasado pero  con la mirada clavada en el horizonte. El objetivo es luchar por su futuro, el futuro que ellos quieren, algo que va más allá de cualquier creencia en la trascendencia, en falsos dioses y en falsos profetas.   


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Philosophic Dragon 


 

sábado, 12 de septiembre de 2020

REVIEW DE "BLOOD GIANT" (7X13, THE 100): LA TRAICIÓN DE CLARKE


Los 100 han regresado con más fuerza -y controversia- que nunca y tanto guionistas como productor -Jason Rothenberg- han aclarado que no se van a cortar ni un ápice a la hora de poner punto y final al recorrido de nuestros protagonistas, al precio que que sea y cualesquiera que sean las consecuencias. Este episodio, titulado "Blood Giant" o "Gigante de Sangre" no debe su nombre al azar: en él hay sangre, muertes y un personaje clave, un "gigante" -además del propio sol rojo-heroico en sus comienzos, directamente implicado en ellas: Clarke Griffin, que en esta ocasión sí ha hecho honor a su sobrenombre de Wanheda. Pero si el episodio ha sido impactante, no es sólo a causa de su final o de la acuciante tensión que se palpaba en la piel de los protagonistas, sino también por la ansiada convergencia de las tramas de Sanctum y Bardo, que finalmente ha tenido lugar.


La acción se precipita en los primeros instantes de metraje, con el enfrentamiento cara a cara entre Sheidheda  y Cadogan, escena bien ejecutada pero que podría haber sido llevada a cabo de un modo menos apresurado, ya que en esos breves instantes le sería imposible a nadie saber si quien tiene ante sí es amigo o enemigo. Por otro lado, Clarke y Raven que, tras el fulgor de los láseres acuden raudas a socorrer a Murphy, apenas mantienen conversación entre sí, y el estupor de Emori y su amante ante el malogrado Discípulo Blake se salda con un par de abrazos y aclamaciones toda vez que ya se han reunido.


 En esta primera parte se echa de menos más diálogo, un espacio para que los principales protagonistas de Los 100 den cuenta de los sucedido, ya que sus respectivas obligaciones les han forzado a seguir caminos diferentes esta temporada. En lugar de eso, Raven, Murphy y Emori parecen limitarse a mirar de reojo, entre fascinación, duda y extrañeza,  al que hasta hace bien poco consideraban su amigo, creyendo, como ya es costumbre, que su posicionamiento con el enemigo es temporal y que forma parte de una estrategia más amplia para acabar con la amenaza bardoniana. La escena más conmovedora es sin duda la de Murphy y Raven, aunque parece inverosímil que  ambos puedan haber asimilado tan rápido  todo lo que ha ocurrido mientras Clarke y los demás estaban detenidos en Bardo. The 100 ha pisado el acelerador, sí, pero ¡¿en qué momento?! Da la impresión de que hay demasiadas cosas que contar todavía...


La reacción de Indra tampoco es la más adecuada en este contexto, pues sus pensamientos se hunden más en la venganza contra Sheidheda que en la preocupación por el paradero de su hija Gaia, ahora que sabe que no está con el grupo de Clarke. Bien es cierto que el vínculo parental entre Indra y Gaia no es tan profundo como el que existía entre la misma guerrera y su aprendiz Octavia, mucho más extensamente desarrollado durante el transcurso de la serie, pero ya quedó suficientemente demostrado en "Damocles (I)" (5x12) que ella jamás abandonaría a Gaia a su suerte. 


Esto no significa que las relaciones entre los personajes y sus sentimientos pasen desapercibidos en el capítulo, puesto que siguen pesando a la hora de tomar decisiones. "Blood Giant" no representa únicamente un conflicto cultural o contra la impenitente naturaleza cósmica del planeta Alpha -y su toxina de la locura-, sino también una perenne lucha entre nuestros héroes y sus demonios internos, que tiene su máxima expresión en Gabriel. Las inermes tropas bardonianas deben lidiar con el alma que cada uno de sus soldados creía ya sepultada en lo más profundo de sus yermos corazones y Gabriel, perturbado por el espejismo de Josephine Lightbourne, se enfrenta a sí mismo, a su voluntad, a lo que él fue en otros tiempos, sumergiéndose en una intensa pugna psicológica entre voluntad y deseo que se salda con la victoria del raciocinio instintivo, aniquilando la Llama y enterrando el misterio del código de la Piedra que tanto tiempo había pasado investigando. 

Cuesta creer que Sheidheda, quien siempre iba tres pasos por delante de sus detractores, quien tan astutamente se había abierto camino hasta el trono, fuera noqueado sin más por los bardonianos, pero éstos poseen armas más precisas y mortíferas. Su papel como villano de la temporada 7 parece haber caído ahora en saco roto y uno se pregunta por qué los guionistas no han escrito un guión para este personaje que le permita no ya hacer frente a Cadogan, sino por lo menos, estar a la altura, ya que poco después de ser apuñalado en el riñón es atado junto con Indra. Cuando ella consigue liberarse duda por momentos qué hacer con el comandante que asesinó a su madre y sometió a Trikru, algo que no se entiende muy bien, porque hasta no hace muchos capítulos, ella no habría dudado en acabar con su vida a la primera oportunidad, de no ser por el hecho de que nadie sabía que Russell había muerto. Otra alternativa habría sido que Indra muriese en el duelo contra el Comandante Oscuro, salvando a Madi, un giro que habría sido sin duda mejor tanto para el personaje de Adina Porter como para el de Jason R. Bourne, porque lo cierto es que ninguno de los dos ha sobresalido en este episodio. 



La serie ha preferido optar por senderos ya recorridos, uniendo a Indra con Sheidheda en un intento por deshacerse de su nuevo enemigo común. Se trata de dos personajes que han quedado casi obsoletos. Cadogan es de lejos mejor oponente, pero lo es dado su retorcido pensamiento milenarista al querer salvar a la especie humana de sí misma, mientras que Sheidheda es el típico "malo malísimo" al que sólo le importa el poder. A estas alturas de la película quizás habría merecido más la pena no haber revivido al Comandante Oscuro o, de hacerlo, como han hecho, dotarlo de más profundidad. ¿No podría haber tenido recuerdos como los de Madi y haberse lanzado a la conquista de diferentes planetas...? 

La temporada 7 no es mala pero cada vez son más notables los defectos relacionados con el desarrollo psicológico de los personajes, con sus propósitos y su aportación al conjunto de la serie. Es como si a muchos de los que necesitan urgentemente un cierre de trama, un final, la serie se lo negase, manteniéndolos vivos solo para rellenar pantalla, mientras que a los que precisan de más tiempo para completar su desarrollo, se les cercene todo atisbo de esperanza. Ése es, sin ir más lejos, el caso de la polémica muerte de Bellamy Blake. 

Al final del episodio, Clarke, a pesar de tener ahora la situación bajo control, le dispara en el pecho a su mejor amigo, cuando no hacía ninguna falta,  y por varias buenas razones: por mucho que Bellamy se inclinara por la religión bardoniana, no había vuelto a sostener un arma desde que entró en Bardo, y lo único relevante que había hecho fue "traicionar", o mejor dicho, revelar a Cadogan el secreto de Clarke... ¡sus intenciones eran comprensibles! en ningún momento pretendía hacer daño a nadie. De hecho, no podemos olvidar que Bellamy fue el primero en encabezar esa expedición al Monte Weather  para buscar a Clarke, quien trató de protegerla de su propia hermana  aunque para ello Madi tuviera que portar la Llama, ¡quien finalmente la reanimó en el campamento de Gabriel! Clarke le debía a Bellamy su vida y el hecho de que quiera proteger a Madi no justifica que pueda asesinar indiscriminadamente. Además, Bardo ignoraba que Madi hubiese llevado la Llama y Bellamy jamás mencionó nada de todo aquello, por lo que en ningún momento la vida de la joven había corrido peligro alguno. La reacción de Clarke, o se explica por una reacción instintiva de tipo preventivo -te mato ahora por si acaso más tarde decides matarnos a todos-, por la toxina del sol rojo, que pareció afectar a todos menos a ella, o no se explica. 



La muerte de Bellamy no sólo es, quizás, un fallo de guión, sino también una imitación  de la secuencia de Game of Thrones en la que Jon Nieve asesina a traición a Daenerys Targaryen. Sin embargo, en aquella ocasión hasta era lícito  acabar con la vida de una asesina, ¡pero es que Bellamy no puede ser considerado como tal! En cualquier caso, tanto si es un recurso fácil calcado de otra serie de gran éxito como si no, la salida de Bob Morley de la serie se había convertido hacía meses en un rumor constante en las redes sociales. Muchos pensaron que sería una de las víctimas de la última temporada, pero aquí poco hay de profecía autocumplida, puesto que el año anterior el personaje de H. Ian Cusick, Marcus Kane, sólo apareció en tres episodios de trece, siendo uno de ellos el de su propia muerte. Podemos afirmar que si Los 100 se olvida a propósito de uno de sus protagonistas, es porque está pensando deshacerse de él, pero también han influido otros factores, como el hecho de que Bob Morley solicitara un descanso por motivos personales que forzó a reescribir el guión de la temporada final. 


La ingente decepción que ha provocado la decisión de J. Rothenberg en el fandom prescindiendo así del líder masculino de The 100 sólo es comparable a la caída en picado que experimentará su audiencia en los restantes episodios. A pesar de las explicaciones del showrunner, los seguidores se sienten decepcionados: para empezar, esto significa que ya no veremos un final feliz con Clarke y Bellamy abrazados y besándose frente a la puesta de sol, aunque eso implique, por otro lado, cierto alivio para los bellarkers al no ver tampoco la unión entre él y Echo, su otro amor. No acontecerá tampoco esa anhelada reconciliación entre los hermanos Blake, ya que ni siquiera Octavia tuvo ocasión de decirle que le había escrito una carta, que le entiende y que lo perdona. Y, por supuesto, Bellamy jamás gozará ya de una segunda oportunidad para regresar al lado de sus amigos. No habrá redención alguna para él, como sí la hubo para Octavia, aunque, sinceramente, era algo que se veía venir teniendo en cuenta que sólo quedaban tres capítulos más. No es la muerte que merecía un personaje tan importante como lo ha sido Bellamy. Incluso el sacrificio de Diyoza fue memorable en comparación. 

Todo ello significa un cambio brusco de dirección en la trayectoria de Clarke como heroína de la serie, ya que en adelante será considerada una traidora por sus compañeros. Cabe esperar que calle sobre lo ocurrido, pero que, una vez llegue a oídos de Octavia y Echo, el destino de Clarke quede sellado. El de Echo también se tambalea, así las cosas, porque todos sus esfuerzos se habían concentrado en reunirse con él y ahora todo ha sido en vano. ¿Y Octavia? ¿tratará de vengar la muerte de su hermano ejecutando a Clarke? ¿volverá el lado más oscuro de Blodreina para asestar un último golpe  justo cuando sabemos que ella y los demás han regresado a la Tierra y que volveremos a recorrer los pasillos del búnker de Wonkru una última vez?


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Philosophic Dragon


miércoles, 2 de septiembre de 2020

PRIMERAS FOTOS PROMO DE "BLOOD GIANT": ¿EMORI SE DESPIDE DE MURPHY?


A escasos 10 días para retomar The 100 por donde lo habíamos dejado, con esa inesperada aparición de Clarke, Bellamy, Raven y los Discípulos en el palacio del recién entronizado Malachi Kom Sangedakru (alias Sheidheda), y ésta preguntándose con razón "¿qué demonios ha pasado aquí?", The CW da comienzo a su acostumbrada campaña de promoción del nuevo episodio, que se estrenará en USA el 9 de septiembre (10 de este mes para la versión VOSE), y que en España no veremos en doblado hasta el lunes 21. En efecto, ya tenemos la sinopsis y las primeras imágenes que delatan un poco por dónde irán los tiros en "Blood Giant": "El sol rojo frustra los planes de Clarke". Parece que, de nuevo, nuestros héroes -y por qué no, también nuestros villanos- se verán de nuevo las caras en una situación realmente adversa y que los podría abocar a un conflicto sin remedio, con el eclipse solar como amenaza latente, por un lado, y  el ejército de Sheidheda a las puertas, por el otro. El tráiler deja ver que el caos se va a adueñar una vez más de Sanctum y que el telón de fondo de los créditos no se desplegará sin haberse producido alguna muerte relevante porque, a estas alturas ¡ya toca! 

De momento, ninguna foto hace referencia al paradero de Octavia y el resto, lo que invita a pensar que "Blood Giant" se centrará sobre todo en la trama de Sanctum. Es posible que Cadogan les haya enviado a Etherea, a un periplo a la Cueva de la Ascensión para que comprueben por sí mismos la veracidad del relato de Bellamy y la causa de Bardo. 

Volviendo de nuevo a Sanctum, en las imágenes, que se pueden consultar aquí, vemos cómo Clarke se reúne con Madi, al tiempo que también se pone en contacto con Murphy y el resto de sus aliados  para que le expliquen ipso facto las novedades durante su ausencia pues, cuando ella partió junto con la patrulla en busca de los desaparecidos, ignoraba que Sheidheda anduviese vivo en el cuerpo de Russell tramando quién sabe qué maquiavélico plan. No tenemos claro cómo ni en que orden se van a  desarrollar los acontecimientos, pero esto podría suponer  cierta ventaja, ya que un cambio de bando podría permitirle a Clarke deshacerse de los Discípulos, aunque la cosa no parece ni tan fácil ni que vaya a ir por ahí. Lo único seguro a ciencia cierta es que la preocupación de Clarke por Madi le hará actuar en consecuencia y elegir la opción que más seguridad le brinde a su hija adoptiva. Tras abandonar el palacio, podemos ver cómo ella, junto con Doucette, se abren paso por un túnel o lo que podría ser el garaje donde Emori y Murphy ocultan a los refugiados, lo que significa que la cuestión de la Llama la dejarán pendiente en la agenda para ayudar a resolver lo más urgente.  Es probable que su primera tentativa sea amenazar de muerte al nuevo tirano de Sanctum, pero que lleguen a algún acuerdo que imponga el alto el fuego y que sea la excusa perfecta para que se asegure de que Madi esté bien y de que puedan ir a por la Llama después.  

Hasta aquí llegan las suposiciones lógicas, porque desconocemos cómo reaccionarán todos cuando salten las alarmas por el sol rojo. Evidentemente, Clarke, Murphy y Emori tendrán que coordinarse y trabajar en equipo, porque sólo es cuestión de tiempo que Sangedakru descubra dónde se ocultan los traidores al régimen. De momento no tienen baza alguna que jugar, aparte del reactor, pero podrían utilizarlo entre todos como señuelo para guiar hasta allí a algunos Discípulos e incluso al propio Sheidheda, para encerrarlos, detonar el núcleo y dejar que mueran... ¿llegaremos a ver algo de esto? Quizás, y si así fuera, supondría para nuestros amigos otra de esas decisiones imposibles que hay que sumar a la larga lista que arrastran desde que dejaron atrás El Arca. Activar el reactor significaría un nuevo sacrificio, porque alguno de ellos tendría que encargarse de esa tarea...¿Podría ser Emori? 

En una de las imágenes podemos verla a ella y a Murphy en actitud de despedida, como si Frikdreina le estuviera diciendo adiós. Un acto así sería coherente con el arco narrativo de Emori y con la evolución que ambos "príncipes-cucaracha" han demostrado en el transcurso de los últimos episodios. La marcha de Clarke supuso un cambio de liderazgo y hasta ahora ha sido sobre todo John el que se ha visto obligado a coger las riendas de la gestión de Sanctum, con Emori como principal apoyo emocional. Al principio, ambos alardeaban de su cobardía y sólo miraban por sí mismos, pero ya no son meros espectadores al margen de los acontecimientos; ahora son ellos dos los que están dentro del ojo del huracán. Seguramente el deber de Emori con los supervivientes, los creyentes y los Hijos de Gabriel, es lo que le impulse a tomar esa última decisión, ya que sabemos que, cuando planificó la ceremonia de reconciliación, lo hizo para que nadie tuviera que pasar por el mismo trance que ella cuando la abandonaron sus padres y su clan a causa de una malformación congénita en los dedos de una mano. Esta teoría se basa en la ficha de reparto que figura en IMDB a partir del episodio 14: Luisa D'Oliveira, la actriz que interpreta a Emori, no aparece en el casting de los episodios 14 y 16, aunque sí en el 15, si bien esto podría deberse simplemente al hecho de que 7x14 y 7x16 no transcurren en Sanctum. 


En cualquier caso, mejor no hacerse ilusiones. Esto es Los 100 y, como bien sabemos, las muertes siempre están a la orden del día.


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Philosophic Dragon