viernes, 21 de agosto de 2020

REVIEW DE 7X12 (THE 100): "THE STRANGER"


"The Stranger" ha sido un episodio interesante, pero que prometía más de lo que nos ha dado. Podría haber sido una excelente introducción al desenlace, pero de eso hemos visto más bien poco. Las tramas, que tan sólidas se antojaban al comienzo de esta temporada, empiezan a caer por su propio peso, o por su fragilidad -¡quién sabe!- y la peor noticia, que ha caído como un jarro de agua fría, es que habrá un nuevo parón de dos semanas hasta el estreno de "Blood Giant", previsto el 9 de septiembre. Si la séptima entrega empieza a ser desesperante no es sólo por el alargamiento de la emisión, sino también porque a medida que se suceden los capítulos, cada vez se reducen más las expectativas de los televidentes al comprobar que sigue haciéndose de rogar la convergencia entre Sanctum y Bardo y que muchos de los protagonistas no están interviniendo en absoluto para resolver los problemas que se les presentan. Todo se resume en un continuo statu quo únicamente interrumpido  por pequeños giros y sorpresas justo en los instantes previos al cierre de créditos. Pero si algo molesta, o mejor, decepciona, es la actitud que muestran algunos personajes, muy motivados al principio y ahora completamente faltos de agallas para enfrentarse a situaciones que no son para nada novedosas en el universo de Los 100, circunstancias que ya han vivido y para las que ya deberían estar de sobra preparados. Eso, por no mencionar la muerte absurda de algunos de los que en episodios anteriores parecía que iban a dar verdadera "guerra", personajes secundarios que parecían haber reclamado para sí las storylines de los más carismáticos, como Nelson Sachin, el abanderado de los Hijos de Gabriel. 


Da gusto ver el nuevo look de Sheidheda, porque cualquiera diría que le hace más mítico y aterrador al Comandante Oscuro ese corte de pelo punk y ese parche en el ojo, cual pirata, que los lustrosos brillos y transparencias de las prendas que solía vestir cuando era Russell Prime. El dios transformado en demonio que, para más asustar todavía, disfruta ahora de un trono de calaveras, muy apropiado para una ciudad que de santa ha perdido todo menos el nombre, y a la que habría que rebautizar con el apelativo de "Infernum", teniendo en cuenta la bomba de relojería que cobija en su seno. 

Pero no basta con ser malo, también hay que parecerlo, y los villanos más perversos son también los más inteligentes, no sólo los que arrebatan vidas por el placer de salpicarse con sangre, y Sheidheda, que tanto presume de estrategia en el ajedrez, ni siquiera se plantea matar a sus principales adversarios cuando los tiene delante. No es que hubiese preferido que Murphy y Emori hubieran caído como moscas de un disparo en la frente, sino que al menos su decisión hubiera significado una rebelión, una lucha, un cambio de opinión incluso para los Hijos de Gabriel, cuya muerte es la más absurda. Sheidheda los libera cuando su postura es clara ante el resto de los allí presentes: arrodillarse o morir. Y lo más lamentable es que, tras dejarlos ir, ordena buscarlos, apresarlos y ejecutarlos por constituir una amenaza, mientras ellos, Murphy y Emori, se esconden en el taller y se dedican a sus juegos íntimos como si allí no hubiera pasado nada. 


La actitud de Emori es irrisoria e incoherente. De repente la reina ha dejado de gobernar y lo único que hace es apoyar sarcásticamente a su rey, que ha pasado de rebelde a dirigente sin que sepamos en qué loca academia se ha graduado... Indra también es un aliado, aunque no muy poderoso, y por tanto un escollo en los planes de Sheidheda, de modo que no se comprende por qué aún la mantiene con vida, a sabiendas de que en cualquier momento buscará venganza. En este punto coincido con muchos en que lo apropiado habría sido dar a Indra una muerte digna en "A Little Sacrifice", luchando por Madi y muriendo, espada en mano, como la soldado que es. 

En lo que respecta a Bardo, hay que decir que sobran conversaciones. La escena de Madi recluida con sus amigos en la sala del reactor es tan prescindible como la insípida dinámica entre dos personajes que no se conocen entre sí, como son Hope y Jordan. Los guionistas parecen pretender tender un puente entre ellos, un puente sin cimientos. Tienen cosas en común, sí, pero si Hope ya desconfiaba de los Discípulos incluso cuando pactó con ellos el intercambio de Diyoza por Octavia, no va a fiarse más de un desconocido con el que no ha compartido más que unas escasas horas en esa celda. 


Los personajes más destacados, esto es, Clarke, Octavia, Bellamy y Echo, son los que carecen de énfasis. Uno habría esperado algo más de Clarke y Octavia, porque obviamente la primera no ve a la segunda desde hace mucho, y desde luego se nota a la legua que Octavia ya no es Blodreina. Ese encuentro entre los tres, que dura breves momentos, es emotivo, pero no lo suficiente, lo mismo que la tortura de Clarke en M-Cap. No sabemos qué han averiguado exactamente y los planes de Cadogan son tan vacilantes como la fe de Bellamy en salvarlos a todos. El objetivo es recuperar la Llama, que debería estar enterrada en Sanctum, y trasladarla a Bardo para ser reparada, con Raven como rehén  y garantía de éxito por parte de Clarke, que finalmente tiene una misión por delante, lo cual es mucho más de lo que podemos decir de Octavia, un personaje caracterizado por su inconformismo y su espíritu de iniciativa y que, desde hace ya varios capítulos, se ha quedado en punto muerto. Después, ella y sus compañeros son enviados a saber a qué planeta (¿Penitencia tal vez?), apareciendo de repente Clarke en la sala del trono de Sheidheda, una secuencia totalmente desconcertante  porque, en menos que canta un gallo, los secuaces de Sheidheda traen la Piedra del campamento de Gabriel como si su tienda de campaña estuviera a medio kilómetro cuando a Gabriel, Octavia y Diyoza les llevó días llegar hasta allí en la temporada 6. Para más colmo, la Piedra funciona, cuando debería estar inactiva, ya que fue desactivada por el Discípulo que se llevó a Gaia, a la que, por cierto, ya ni se la espera. 

En resumida cuentas, da la impresión de que los guionistas se han dejado llevar más por la conveniencia que por la propia lógica del guión, una lógica que, hoy por hoy, dificulta la tarea de cerrar todas las tramas en apenas cuatro episodios. No quiero decir con esto que el episodio desmerezca en todos los aspectos. Ha habido escenas conmovedoras, pero se echa en falta más acción, un plan por parte de Octavia, Jordan o Raven, entre otros, para acabar con el ambicioso y utópico sueño de Bill Cadogan. 



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Philosophic Dragon


TODO LO QUE SABEMOS SOBRE EL FINAL DE THE 100: LO QUE DICEN SUS PROTAGONISTAS


Los 100 está llegando a su fin. La serie encara ya la recta final, en la que convergirán las tramas de Sanctum y de Bardo. No sabemos en qué momento ocurrirá esto, pero todo indica que podría suceder pronto, teniendo en cuenta que los Discípulos han descubierto, gracias a su nuevo recluta, que Clarke ya no posee la Llama, lo que probablemente sitúe a Madi o a Sheidheda en el punto de mira. Pero el desenlace continúa siendo un misterio, sobre todo ahora que sabemos que el último episodio se titulará "La Última Guerra" y que en el texto de los bardonianos no se menciona ningún conflicto bélico sino, en todo caso, una prueba que deberá afrontar un representante en nombre de toda la raza humana. En el imaginario colectivo circulan ideas y rumores sobre cómo podría ser ese ansiado final, y es probable que entre ellos se encuentren el retorno a la Tierra, una guerra contra los Discípulos o contra Sheidheda, e incluso una simulación virtual pero, si hay algo que preocupa de verdad a los fans, es si ese soñado desenlace será satisfactorio, si nuestros protagonistas culminarán su aventura como merecen, o si será tan épico y estará a la altura del conjunto de la serie. 

Cuando se le interrogaba al término de la temporada 6 al productor Jason Rothenberg sobre la última entrega y el final de la serie, éste se mantuvo firme en la idea de que "sería su propia versión de un final feliz", además de añadir en declaraciones recientementes que "el final cambiará la perspectiva desde la que los espectadores ven la serie, porque el final de la historia es la moral de la historia". Sin embargo, también los guionistas se marcaron determinados propósitos para el desarrollo de los dieciséis episodios restantes que, finalmente, no se cumplieron, debido a ciertos imprevistos, como la petición de Bob Morley (Bellamy) de tomarse un descanso, cuando se suponía que su personaje iba a ser el motor de la temporada al estar dispuesto a remover cielo y tierra para encontrar a su desaparecida hermana. Así las cosas, el final también podría no ser el inicialmente programado, al menos, visualmente, porque el significado del mensaje no va a cambiar, aunque tengamos que esperar todavía para averiguarlo, dado que es posible que se produzca un nuevo parón en la emisión de EEUU después del 2 de septiembre, emitiéndose el último capítulo en torno al 23 del mismo mes. Será entonces cuando nos tengamos que despedir definitivamente de los personajes interpretados por Eliza Taylor, Marie Avgeropoulos  y Richard Harmon, entre otros del casting, una despedida que también es dura para ellos, quienes llevan dando vida a estos delincuentes desde hace casi una década y para los que 2020 ha supuesto un paréntesis profesional debido a la crisis sanitaria. Por esta razón, porque ellos mismos son quienes más y mejor conocen a sus personajes, son también los que mejor pueden aproximarnos un poco hacia esa deriva final de Los 100, eso sí, sin spóilers directos.  


Marie Avgeropoulos, la actriz que encarna a Octavia Blake desde los inicios de la serie, confiesa que ha crecido con su personaje, que ha aprendido mucho de él y que se ha convertido, durante la cuarentena, en una experta jardinera, igual que su alter ego en 7x02 ("The Garden"). Preguntada por el final de Octavia, la intérprete greco-canadiense asegura que "Octavia tendrá el final que se merece", un final que ella considera muy satisfactorio, porque las últimas palabras de la guerrera sugieren realización individual, enriquecimiento personal y elevación espiritual, conceptos que se suman  a un sentimiento que Octavia "no había experimentado en mucho tiempo". Poco después, en entrevistas posteriores, agregó, dirigiéndose a los fans, que "todos quieren un final feliz para cualquiera de sus personajes... así que, sed valientes y sonreír un poco"

De las palabras de Avgeropoulos se deduce que el final de Octavia será épico y memorable, y que probablemente ese sentimiento tan ausente es el amor que le arrebataron el día de la ejecución de Lincoln. Así pues, no sería de extrañar que Octavia y Levitt acaben juntos, aunque tampoco lo sería el estar de nuevo reunida con sus amigos y su familia, especialmente con Bellamy, Clarke y Hope, las personas más cercanas a ella. Eso, si es que Bellamy Blake reniega de su fe en el Pastor, algo que no parece que vaya a ocurrir tan pronto. 


De hecho, es difícil pensar que todo vaya a acabar felizmente en Los 100, así que es de esperar que no todos los personajes concluyan sus arcos narrativos comiendo perdices. Así parece confirmarlo Lindsey Morgan, alias Raven Reyes, quien sostiene que el final "no es en absoluto lo que me imaginaba. ¡Puedo decir que nunca habría adivinado el final! Lo que imaginaba, lo que una parte de mí esperaba, es de hecho que los 100 terminaran encontrando la felicidad, la paz, que formaran una verdadera familia... ¡que simplemente pudieran descansar!", de lo que se concluye que no habrá tregua, ni siquiera cuando parezca que hayan dado con el interruptor mágico de la solución. 

Al respecto de su personaje Morgan prefiere no pronunciarse demasiado. Dice que "Raven ha salido de la serie de la única manera que podía hacerlo" lo que, unido al hecho de que su finalidad era apoyar a sus compañeros y no simplemente mantenerse al margen, algo que ya no le es viable al haberse manchado las manos de sangre al principio de la temporada, parece sugerir un desenlace oscuro, tal vez la propia muerte de la ingeniera. Pero, incluso si eso es lo que le depara el destino a Raven, de lo que podemos estar seguros es de que su muerte no sería en vano, ya que, en prácticamente todas las ocasiones en que los demás la han necesitado, su intervención ha sido crucial y necesaria para la supervivencia del grupo y para el desarrollo de la serie.


John Murphy también ha dejado huella en el actor Richard Harmon, para quien éste ha sido "toda su vida", o si no toda, al menos gran parte de ella, ya que al principio los guionistas no tenían tan claro que la "cucaracha" fuera a durar más vidas que un gato. Pero ahí lo tenemos: Murphy ha dejado de ser ese rebelde egocéntrico y conflictivo para pasar a convertirse en un líder preocupado por la seguridad de aquellos que creen en él, dispuesto incluso a sacrificarse, y ello no precisamente en aras de una supuesta divinidad otorgada por el privilegio de haberse convertido en un "sangre nocturna". A Richard Harmon le apena "dejarlo marchar" pero es consciente de que habrá  otras oportunidades esperándole a la vuelta de la esquina, además de otros dos meses de emisión de la serie para asimilar el cambio de página. 

En una entrevista con The Permanent Rain Press, cuando se le preguntó por cuál sería el merecido final para el grupo de supervivientes, reflexionó "¿que qué estaría bien? ¿qué haría que tuvieran sentido esa felicidad y esa paz que tanto merecemos? No lo sé, es una gran pregunta. Creo que algunos la encontrarán, ya sabes, otros ciertamente no hallarán esa paz, y algunos puede que estén decididos a buscarla. Así es nuestra serie de TV (...) va a ser duro, eso seguro"

Harmon evitó conceder spóilers sobre el destino de Murphy pero, si algo sabemos por anteriores declaraciones en prensa del año pasado, es que él tenía esperanzas de que John aprendiese el valor del sacrificio personal y del altruismo en la temporada 7, un deseo que sí parece estar cumpliéndose para el actor ya que, al igual que muchos de sus compañeros, está contento con el final de John Murphy, del que no ha adelantado detalles. Tan sólo ha dicho que "ha obtenido lo que quería", y ¿qué final es el que le habría gustado en particular para poner punto y final a su personaje? Hace un año, Harmon lo tenía muy claro: la muerte. Que Murphy escarmentara sacrificándose por los suyos. Y si bien no podemos afirmar con rotundidad que ésa vaya a ser la parada definitiva del tren de Murphy, sí que es suficiente indicio de lo que nos podemos encontrar en "The Last War" (7x16), porque en toda guerra hay sacrificios y la esperanza es lo último que se pierde.


Tasya Teles, a la que conocemos todos por su papel de Echo, la belicosa espía de la Nación de Hielo, comparte la opinión de sus compañeros de elenco. Al igual que Richard Harmon,  cree que lo mejor que le podría pasar a Echo es morir en el campo de batalla, y que ése sería su final ideal de haber podido elegirlo ella, aunque Jason Rothenberg había barajado diferentes alternativas: "Hay un poco de eso, Jason nos proponía el año pasado uno cuando fuimos al meeting (...) y yo estaba en plan <<éste es el final que yo quiero, me gustan mucho, mucho, mucho esta historia y esta idea>> por un montón de razones, como que era imposible que eso pasara; pero creo que hay muchas cosas que tendrían sentido para ella: morir en batalla protegiendo  a los que más quiere (...), me encantaría que tuviera un final feliz, ya sabes, y que ella pueda volver atrás a su jardín, que pueda cultivar y hablar con sus plantas... pero es Los 100, así que creo que morir en combate sería lo adecuado, y me encantaría verla tener un final feliz, pero no, ya sabes qué oportunidades hay de eso". 

Y por si el futuro de Echo no fuera ya lo bastante incierto, más si cabe lo es la reacción que suscitará el final en los fans. Sobre esto, Tasya piensa que habrá, como de costumbre, diversidad de opiniones, aunque no lo dice demasiado convencida: "Yo... pienso que sí (risas). Yo espero que lo estén (contentos). Definitivamente no es el final que pensaba que iba a pasar... pero creo que es uno muy interesante y creo que estarán contentos. Por supuesto, va a haber gente decepcionada, porque no puedes contentar a todo el mundo, pero sí, yo creo que van a estar contentos". 

CONCLUSIÓN: UN FINAL AGRIDULCE

En las palabras de Marie, Tasya, Richard y Lindsey brillan atisbos de satisfacción personal y profesional, de culminación de una etapa, pero también de cierta amargura, bien sea porque el final de sus personajes no es el que algunos de ellos esperaban o porque lo más seguro es que la recepción del último episodio sea tan ambigua como le ocurrió a la aclamada Game of Thrones hace poco más de un año. Y es que no se puede negar que GoT sentó un precedente: la que estaba considerada como una de las mejores series de televisión de la década, amén de premios y nominaciones, resultó ser al mismo tiempo la más criticada por su desenlace y, con razón, los fans temen que la situación vuelva a repetirse con el inminente final del drama post-apocalíptico. Las opiniones de Tasya Teles o de Lindsey Morgan invitan tanto a la expectación como al desánimo, ya que se trata, a priori, de un final inimaginable, en el que difícilmente veremos la tan ansiada unión entre Clarke y Bellamy. 

Las diferentes consideraciones de los actores conducen a pensar más bien en un final agridulce, del que ya tenemos, por cierto, paradigma. ¿Y qué entendemos por agridulce? No hay más remedio que echar la vista atrás y retrotraerse a GoT: casi nadie esperaba que Bran se sentara en el ya inexistente Trono de Hierro, que Daenerys fuera asesinada por John Nieve, alias Aegon Targaryen, y que éste terminara sus días como líder de los salvajes, en un eterno viaje a ninguna parte, o que Sansa se convirtiera en la soberana suprema de Invernalia como reino independiente. En Los 100 una gran parte del público espera que al menos los cinco protagonistas principales, Clarke, Bellamy, Octavia, Raven y Murphy acaben su aventura con tan buen pie como la emprendieron, algo que no parece que se vaya a lograr. En el caso de Bellamy, ya no hay vuelta atrás: el daño de su traición es ya irreparable para quienes le rodean. Siempre se ha dudado de que Clarke Griffin pudiese llegar a morir pero, dado el caso, incluso eso es también posible, y más plausible si tenemos en cuenta que Echo no morirá luchando por proteger a los suyos, como a Tasya Teles le hubiese gustado. Tal vez el mejor final, o por lo menos el más idílico, sea el que vaya a tener Octavia, lo cual tendría mucho sentido, ya que en un desenlace agridulce siempre vamos a encontrarnos algunos personajes realizados, generalmente muy pocos, en contraposición a otros varios con arcos narrativos mucho menos desarrollados e impactantes. 

En fin, sólo el tiempo nos dirá cómo finalizará esta odisea pero, si de algo podemos estar seguros, es de que probablemente se situará en un punto intermedio entre lo que quieren transmitir sus creadores y las exigencias de sus seguidores, y de que la serie será recordada más por virtudes tales como la solidez de sus personajes, la verosimilitud de su historia o sus intrínsecos mensajes políticos, que por su propio final. 

REFERENCIAS:

https://younghollywood.com/videos/tvfilm/up-close/the-100s-marie-avgeropoulos-on-saying-goodbye-to-octavia-blake.html#start-0

https://www.fandomize.com/featured/marie-avgeropoulos-octavia-season-7/

https://www.youtube.com/watch?time_continue=845&v=2LvdnDokKM4&feature=emb_logo

https://www.youtube.com/watch?v=piz5LLviUko&feature=emb_logo

https://actus.sfr.fr/cine-series/series/the-100-lindsey-morgan-raven-n-aurait-jamais-devine-la-fin-202008040004.html

https://www.comic-con.org/cciathome/2020/video/x4X505oQZpE

https://www.youtube.com/watch?v=tHgcAGZhjdI&feature=emb_logo



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Philosophic Dragon


viernes, 14 de agosto de 2020

REVIEW DE 7X11 (THE 100): "ETHEREA" O EL VIAJE DE BELLAMY BLAKE


The 100 se ha propuesto la complicada tarea de reunir a sus personajes principales, como hemos podido constatar en "A Little Sacrifice", donde Clarke, Raven y sus compañeros se reencontraban con Octavia, Echo y Diyoza, de modo que no podía faltar Bellamy. Y para ello era preciso otro impasse como continuación de "Welcome to Bardo", que probablemente será la chispa detonante de los acontecimientos finales que se produzcan en la fortaleza de los Discípulos. Afortunadamente no hay flashbacks en Bardo y la secuencia de introducción al episodio no es un nuevo retroceso, si bien, al enlazar esto con lo que ocurre con el resto de personajes que ya estaban allí, da la impresión de que han pasado unas horas o unos días desde la muerte de Diyoza, un lapsus temporal que han preferido omitir y que empieza a delatar una aceleración en línea recta hacia el desenlace. 

Tras lo ocurrido, Levitt parece totalmente repuesto, como si el hecho de que Octavia se olvidase de él no hubiera significado nada, como si el impacto de la sangre y de la muerte para quien nunca la ha presenciado fuera una experiencia fácilmente deleznable. Gracias al examen de los recuerdos de uno de los soldados afectados por la explosión, se percata de que el mayor de los Blake sobrevivió al accidente. La intervención de Jason Díaz acaba ahí y eso nos hace preguntarnos qué pasará con su personaje.  Esperemos que Levitt no quede reducido a una conveniente y eventual aventura romántica para justificar que la pasión y el deseo aún arden en el corazón de Octavia, pero es difícil que a estas alturas vaya a producirse un cambio sustancial en la dirección del viento. 

"Etherea" está protagonizado casi íntegramente por Bob Morley, que sobresale en su interpretación de Bellamy Blake y es digno del apelativo de "El Renacido", que es el título -en origen "The Revenant"- de la película de 2015, con Leonardo DiCaprio al frente, que retrata a un trampero norteamericano del siglo XIX que ha sido traicionado por su grupo, filme con el que comparte múltiples similitudes. Y es que el mayor de los hermanos Blake ha ido a parar al salvaje y hostil planeta Etherea, caracterizado por sus elevadas cordilleras, que antaño fueron el hogar de una antigua civilización humanoide. Pero no está solo. Bellamy se debate entre matar a Doucette, el Discípulo que cruzó el Puente con él, por venganza, o utilizarle como peldaño auxiliar para escalar la cima de la montaña donde se encuentra la Piedra. 

El episodio deja traslucir que importa poco de qué tipo sean las motivaciones que tenga cada uno -religiosas, sociales, etc.- para alcanzar sus objetivos, siempre y cuando las usen como palanca y les ayuden a sobrevivir o a sobrellevar mejor el misterio de la existencia humana.Es una reflexión sobre la propia supervivencia, sobre el poder del individuo en soledad o como parte integral de una sociedad. Resulta curioso observar cómo el aislamiento de los hermanos Blake les obliga a meditar y a replantearse el significado de sus acciones. En el caso de Octavia, el confinamiento en Skyring le permitió superar las sombras de su pasado y encontrar de nuevo el amor familiar, al tiempo que florecía de nuevo su sentimiento de pertenencia a un lugar del mundo. Sin embargo, el viaje de Bellamy es muy distinto. Si se hubiera dejado llevar sólo por el deseo de vengar a su hermana, además de no poder deshacer el camino andado, nunca habría hallado el modo de escapar de Etherea. Al contrario que él, Doucette emplea su fe de manera más proactiva. No se trata de una cuestión de creencias, sino de supervivencia, de no rendirse, y eso está muy por encima de su hermenéutica personal. Pero esto es más que el viaje de Bellamy, es también una fábula sobre el egoísmo humano, y en ese sentido hay que decir que muchas de las lecciones predicadas por los Discípulos son legítimas. Es una sociedad con una sólida cultura orgánica, en la que no importa el individuo, sino la colectividad, la especie, una ley de convivencia tan purista como primitiva.


Pasando por alto qué criaturas ovíparas cazan y con qué pieles se visten, el punto de inflexión de la travesía terrenal y espiritual de Bellamy Blake tiene lugar cuando Doucette lo rescata y ambos se refugian en la Cueva de la Ascensión durante una ventisca. Hasta ahora, Bellamy rehúsa una y otra vez seguir los consejos de Doucette que aparecen en el Libro del Pastor, la biblia bardana de la travesía galáctica de Bill Cadogan porque, desde su perspectiva, no es más que un folleto propagandístico destinado a fomentar la creencia en su líder. Sin embargo, es posible ser ateo y leer al mismo tiempo el Nuevo Testamento, -la biblia cristiana, que ha servido, por cierto,  de inspiración a los guionistas de The 100-, ya que las creencias no están reñidas con los hechos. Los acontecimientos son algo objetivo, mientras que la interpretación, la forma de entenderlos, es subjetiva; depende de la persona, y Bellamy podría haber culminado con éxito el viaje sin necesidad de creer en nada, pero se da la circunstancia de que los continuos rezos, su paciencia, y el descubrimiento del extraño fenómeno lumínico de la caverna le instan a creer cada vez más en la causa y a olvidar sus vínculos familiares, pues gracias a ellos ha sobrevivido a las inclemencias meteorológicas de Etherea, igual que hizo Bill Cadogan. El momento en que Bellamy encuentra la foto de éste con su mujer y sus hijos Reese y Callie es trascendental; ya sabemos cómo se deshizo Cadogan de ellos en realidad para perseguir su ambicioso sueño, pero él ignora lo que ocurrió y, aparte de la polvorienta fotografía, todo lo demás se queda en simple metáfora. 

Lo que sucede a continuación, la ensoñación, el trance onírico, que es producto de las alucinaciones causadas por el hambre, el frío y la fatiga, son lo que evita que les consuma la gélida tormenta, pero es suficiente para catapultar la fe de Bellamy y encender la determinación que ambos hombres necesitan para coronar la cumbre tras pasar meses orando en la pequeña oquedad. Doucette prefiere esperar al día siguiente, pero su compañero le insiste diciendo "ten un poco de fe", una frase pronunciada por Octavia cuando se preparaban para asediar Sanctum al final de la temporada 6, algo que sin duda contrasta con la frialdad del reencuentro del trío principal al final del capítulo. Bellamy parece querer fingir una débil sonrisa y cuando Clarke lo abraza y le confiesa su plan, éste, inmóvil cual estatua, la traiciona revelando que el dispositivo ya no existe.




Se repite la misma situación que con Echo: una vez más, ignoramos cuáles son las verdaderas intenciones de uno de nuestros personajes. Podemos pensar que ha tratado de perjudicarla porque ya no se acuerda de todo lo que ha vivido junto a ella y los demás, pero también puede haber actuado así para salvarla y que no caiga presa de Bardo. Al haber finalizado el peregrinaje del Pastor, en caso de que muriese, o incluso también si Cadogan vive, Bellamy puede suponer una amenaza para su liderazgo, si es que los Discípulos no lo consideran ya su sucesor, una ventaja con la que puede jugar a su favor. Y Clarke aún posee el chip de ALIE en su cuerpo. Desde luego, así las cosas, a medida que transcurren los capítulos parece más evidente que no habrá villanos al uso, y que en realidad poca falta hacen cuando el mayor enemigo son en realidad ellos mismos. 

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Philosophic Dragon






miércoles, 12 de agosto de 2020

FILTRADOS LOS TÍTULOS DE LOS EPISODIOS FINALES DE LA TEMPORADA 7 DE THE 100: ¿QUÉ SIGNIFICAN?


La despedida de The 100 se está alargando más de lo que a algunos les gustaría porque, si por algo será recordada la séptima entrega, es por sus eternos parones entre capítulos, además de por su halo de intrigas, cada vez más envolvente. Y no menos intrigantes resultan los títulos de los capítulos que aún nos quedan por ver, filtrados hoy, a tan sólo escasas horas para que se estrene el undécimo, "Etherea", que estará íntegramente protagonizado por el desaparecido Bellamy (Bob Morley): "Gigante de Sangre", "Una especie de Vuelta a Casa", "La Muerte de la Luz" y "La Última Guerra".  

Se trata de expresiones lo bastante abstractas como para hacernos una mínima idea de su significado. 



7x13: "Blood Giant". Todos hemos escuchado alguna vez la frase "gigante con los pies de barro", que se utiliza a veces par señalar algo que en apariencia parece indestructible pero que en realidad es muy frágil. Eso nos recuerda un poco cómo es la cultura de Bardo. Se trata de una sociedad anempática que se prepara para luchar con un ejército sin alma por el corazón de la Humanidad, que ha suprimido los últimos escollos irracionales del ser humano para evitar lágrimas, dolor y sangre en el futuro. Sin embargo, Jordan detectó algunas imprecisiones en el texto alienígena que sirve de base para su causa, de modo que no habría referencia explícita a una "guerra", sino a una especie de "prueba", dando pie a pensar que, o bien es un error de los bardanos, o bien el Pastor ha engañado a toda su comunidad durante siglos. ¿Podría el Gem9 ser un arma química diseñada por Bardo en lugar de por los alienígenas que, según ellos, utilizaron la sustancia para aniquilar a los primeros pobladores del planeta? Bardo oculta muchos secretos, y el motivo por el que lo hace podría ser sepultar sus propios errores, mentir para no ocasionar más dolor a los inocentes. La sociedad bardana es superficialmente sólida, pero ¿por qué lucharían los Discípulos si dejara de existir su noble causa? Cadogan sacrificó a su familia para llegar a ser quien es, y sólo conocemos quizá una parte de su historia. Bardo podría ser un "gigante con los pies de sangre", una comunidad que prima el fin sobre los medios, pero también cabe la posibilidad de que lleguemos a ver alienígenas, a los que Octavia se refirió en "The Flock" como "gigantes de tres metros". 



7x14: "A sort of Homecoming". El título alude a un regreso a "casa", que podría ser Sanctum, Skyring o incluso... ¡la Tierra! Sabemos que en 7x12, "The Stranger", Clarke, Octavia, Echo y Raven se van a enfrentar a su enemigo y que las cosas habrán cambiado en Sanctum tras el indiscutible ascenso de Sheidheda. El propósito de la patrulla de Clarke era buscar a sus amigos y por fin han conseguido reencontrarse, aunque no haya sido en las mejores circunstancias. Ahora, con el plomizo pesar de la muerte de Diyoza sobre sus conciencias, se disponen a escapar de Bardo, aunque ignoramos si lo lograrán y cuáles serán sus reacciones cuando, a su regreso, encuentren un Sanctum tan diferente del que dejaron atrás. Por otro lado, si la muerte de Anders trasciende a Cadogan, éste les impedirá la huida, quizás bajo el argumento de saber realmente dónde se encuentra Bellamy, lo que podría atar de nuevo a Clarke para que permaneciese más tiempo en Bardo. Si hay algo de verdad en el misterio del código y de la clave, quizás su introducción sea la antesala de una prueba que Clarke o Madi deban superar para regresar a la Tierra. O puede que ni siquiera la citada "prueba final" tenga relación alguna con el código y el descubrimiento de este sea lo que permita a todos abrir la puerta a la Piedra que hay en la Tierra y regresar porque ¡quién sabe si el Gem9 no se quedará en la estancia que da acceso a los conductos de ventilación! Ha transcurrido más de siglo y medio desde que abandonaron su planeta natal y no es improbable que la vida haya brotado de nuevo durante su ausencia. Debemos recordar que la historia original era la de cien jóvenes delincuentes que fueron enviados a colonizar una Tierra hostil de atmósfera irrespirable. Nadie puede garantizarnos que el final no sea un nuevo comienzo. Incluso si no es la Tierra lo que les espera, el sentido de la serie no cambiaría drásticamente si el escenario por el que tienen que luchar es Penitencia, porque seguiríamos hablando de un grupo de antiguos ex-presidiarios colonizando un planeta inhóspito, curiosamente el planeta cárcel. 



7x15: "The Dying of the Light". Últimamente nos hemos acostumbrado tanto a la presencia continua de vocablos enigmáticos como "clave" o "guerra" que nuestra imaginación traspasa ya límites y fronteras. Si Clarke es conocida entre los bardanos como la "clave" o "llave", quizás haya otro atributo como el de "luz" asignado a alguno de los restantes personajes del elenco, como Madi. A fin de cuentas, Sheidheda representaría la oscuridad y la sombra. Igualmente podría tener que ver con la simulación o prueba que el representante del código habría de superar, tal y como averiguó Jordan al corregir la traducción del texto legado por los nativos originales de Bardo. Tal vez la "clave" se convierta en la "luz", o que no exista lo que los Discípulos conocen como tal, sino que el término correcto sea el de "luz", y que Clarke sea la elegida, por así decirlo, para representar a la Humanidad en esa prueba que tal vez no diste demasiado de la simulación virtual a la que se enfrentó en el final de la temporada 3 con el objetivo de desactivar a ALIE. Si se tratara de eso, desde luego los fans de Lexa tendrían motivos más que de sobra para celebrar el retorno de la comandante, y es que definitivamente el título nos recuerda mucho a la Ciudad de Luz y a la -difunta pero no olvidada- Llama. Sin embargo, hay otro par de opciones: que finalmente la introducción del código en la Piedra les otorgue acceso a la visión de Becca, o que Clarke o Madi sucumban al desafío y la consecuencia última sea un ulterior conflicto bélico, que parece ser el que da  nombre al último episodio.



7x16: "The Last War". La última guerra que librarán nuestros protagonistas pondrá punto y final a Los 100. Como ya hemos comentado en otras entradas recientes, podría ser una contienda que ellos mismos provoquen y no una profecía autocumplida. Esa batalla podría desarrollarse en Sanctum, pero hay visos para creer que podría emplazarse en Skyring o en la Tierra. Sheidheda podría hallar el modo de dirigir allí su ejército para reconquistar lo que por derecho ya les pertenecía y, como ya hemos visto una imagen de Octavia con su antiguo "look" grounder, lo contrario nos sorprendería más. La serie podría finalizar con la derrota de Sheidheda y con sólo cien supervivientes a la masacre, algo que daría sentido a la historia de los jóvenes delincuentes. En cualquier caso,  también podría terminar con la destrucción del sistema de agujeros de gusano o con la Humanidad restante repartida entre la Tierra, Sanctum, Skyring y Bardo, siendo liderada por Clarke, Octavia, Bellamy y sus compañeros. 


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Philosophic Dragon


sábado, 8 de agosto de 2020

REVIEW DE 7X10 (THE 100): A LITTLE SACRIFICE


En A Little Sacrifice la historia de nuestros héroes vuelve a avanzar, pues la acción en The 100 se había detenido literalmente en The Queen's Gambit, con la irrupción inesperada de las Hespérides al servicio de los Discípulos... o eso creíamos, porque The Flock explicó cómo se organizó el entrenamiento de las guerreras retiradas, algo que, increíblemente, no incluyó un lavado de cerebro. Y es que las sorpresas, por pequeñas que sean, siempre afloran por doquier en The 100. A Little Sacrifice, como su propio nombre indica, ya invitaba a pensar en giros y muertes. No es oro todo lo que reluce y las imágenes previas no eran lo que parecían, porque no todo se dirime en la sala de la Piedra. Ha sido un buen capítulo por muchas razones, y una de ellas es por las pequeñas revelaciones que han salpicado el encuentro entre dos equipos que hasta ahora no se habían visto las caras en mucho tiempo, el grupo de Clarke y el de Octavia, un reencuentro más que necesario para ir uniendo tramas en vísperas del gran final y que -¡por qué no! todo hay que decirlo- se echaba ya de menos.

Una de las que no se han hecho esperar y que ha disipado inmediatamente nuestras dudas es la de la ficción de Echo. Sabíamos que tenía planes, pero no a quién le sería leal, y es ahora cuando comprendemos la importancia de ese recuerdo que meses antes le asaltaba la cabeza, aquella conversación con Bellamy sobre fortalezas y debilidades en la que él concluía que su punto débil era la lealtad, ya que en ocasiones la obligaba a actuar de modo impropio. Esa reflexión ha allanado su camino hacia la venganza, una revancha que quiere tomarse sin perjudicar a quienes están a su alrededor, a los que ella considera su familia, y hay que decir que este paso ha acortado toda una trama que podría haber requerido un episodio completo para ser relatada, ya que nuestra imaginación concebía a Echo como una traidora  y no costaba demasiado dilucidar que utilizaría la relación secreta entre Octavia y Levitt como arma para ascender entre los Discípulos y castigar a sus compañeras. Pero, por otro lado, tampoco parecía lógico que Echo se decidiese a apoyar la causa de quienes han asesinado a la persona que más amaba. De nuevo, la serie sigue demostrando su capacidad para sorprender al espectador. 

Otro giro inesperado ha sido el relativo a la "gran guerra" para la que se preparan el Pastor y su séquito. Era un acontecimiento futuro inevitable del que nadie albergaba dudas y que guardaba estrecha relación con la narración aportada por Bekah, aunque ella nunca mencionó nada de un conflicto en su visión, sino tan sólo de una especie de juicio o prueba final, que es la conclusión a la que ha llegado Jordan tras examinar los símbolos de la Piedra y percatarse de una posible mala transcripción (¿intencionada?) de los mismos. Así las cosas, quizás no sea una nueva guerra lo que les espera a la vuelta de la esquina a nuestros protagonistas. Desde luego, el antecedente más próximo de un escenario bélico lo constituye el ejército reclutado por Sheidheda en Sanctum, que reúne a la mayoría de partidarios de Sangedakru.

Y, por supuesto, no se puede obviar en esta ocasión el vigor reflexivo de los diálogos entre algunos personajes, como Cadogan y Gabriel, que rallan en lo kantiano. El uno es un anciano centenario que ha sobrevivido gracias al criosueño mientras que su interlocutor es un líder rebelde de más de doscientos años habitando un cuerpo juvenil. Estamos ante un debate entre dos sabios. El Pastor cree que merece la pena luchar para acabar con todas las pulsiones que caracterizan a la especie humana y que han sido caldo de cultivo de numerosas tragedias en el pasado, como guerras y genocidios. Desde su perspectiva, el individuo es egoísta por naturaleza y sólo persigue satisfacer sus propios deseos, sin importarle el bienestar del resto de la sociedad en la que se integra. Es ateo pero cree en la trascendencia espiritual del ser humano, que sin lugar a dudas le llevará un paso más lejos en su camino por alcanzar esa perfección cuasi divina que él niega venerar como a una deidad. Al contrario que Gabriel, que nació en el seno de una humilde familia colombiana en la época anterior al cataclismo, él pertenecía a las élites que decidían el destino de la humanidad y antepuso sus caprichosas ambiciones a su propia familia. Sin embargo, la postura de Gabriel difiere: si no hay amor ni sentimientos, tampoco habrá nada por lo que continuar luchando, pues el individuo pugna siempre por el anhelo de su propia felicidad. El ser humano es una criatura racional cuyos afectos y emociones le son inherentes y eliminarlos también supone condenar a toda la especie a una vida absurda y carente de significado.



Para Cadogan importa más el futuro que el simple aquí y ahora. Lo más gracioso de esta conversación es que él cree ser un elegido sin dios ni ninguna pretensión, lo que le convierte en un alma pater pura, pero, como seguramente Gabriel intuyó, no existe nadie en este universo que no tenga motivos personales que justifiquen sus acciones. Para Cadogan la humanidad siempre tropezará dos veces con la misma piedra y la mejor solución es apartar la piedra, mientras que para Gabriel la piedra, ese obstáculo en el camino, es la llave de la superación de los errores humanos. En resumen, la iniciativa de Cadogan es tan egoísta como el resto de las motivaciones humanas en constante colisión en The 100. Siempre hay intereses en juego, y cuanto más  y mejor conocemos Bardo más nos percatamos de que ocultan más de lo que revelan... ¿quién dice que el lenguaje de los antiguos bardanos no lo pueden haber transcrito erróneamente a propósito para justificar esa creencia en su propia guerra y librarla a toda costa? Situaciones como estas son las que más echábamos en falta en la serie, porque nos retrotraen a esos escenarios imposibles en los que los personajes se han visto obligados a resolver el dilema de anteponer las decisiones individuales a las colectivas o el bienestar colectivo frente al individual. 

La conversación entre ambas mentes se enquista en el corazón de la serie y el desenlace podría tener que ver con mucho de lo que entre ellos se discute, pero no es lo único que nos recuerda la quintaesencia de la misma. El plan de Echo para salvar a sus aliados promueve una tensa secuencia final  en la que están en juego tanto sus vidas como las de los inocentes de Bardo y que nuevamente mancha de sangre sus manos. La espía de Azgedakru se hace con el letal líquido cristalizante y se dispone a verterlo por los conductos de ventilación. La intervención de Clarke está justificada por el hecho de que, tanto ella, como Echo y Octavia, han perdido a un hermano, amigo y amante. Clarke ya cometió genocidio una vez y trata de evitar que Echo tenga que cargar con ese peso de conciencia durante el resto de su vida, pero Anders aparece repentinamente y Hope, con idénticas ansias de venganza, le degüella, provocando que se escape una minúscula gota de Gem9 que, de no acabar en la palma de la mano de Diyoza, les habría aniquilado al instante. Entonces la sustancia hace su cruel magia y toda la estancia se cristaliza, incluida la propia Diyoza, que se transforma en una perenne escultura diamantina. Una vez más, la venganza es una arma de doble filo que amenaza con clavarse hondo tanto en el alma de quien la busca como en el de quien la encuentra y Hope, al igual que Echo,  ha sido partícipe de este trágico desenlace. No se puede negar que esto conllevará una serie de consecuencias para ambas. Por lo menos, frenará en seco a Hope y le servirá de reflexión a Echo, que ya arrastra tras de sí una larga lista de cadáveres. Hasta ahora ha sido ella la que ha llevado la voz cantante, mientras que el resto de personajes se han limitado a apoyarla, pero esto podría cambiar de ahora en adelante. 



En lo que respecta a Sanctum, ya hemos mencionado que Russheda se ha hecho con un ejército. El Comandante Oscuro piensa con tres jugadas de antelación y aunque en un primer momento fue la solución a uno de los principales problemas de Emori y Murphy, que era el auge de la ira de los engañados devotos, ahora él mismo se ha convertido en otra amenaza aún más complicada de erradicar. A fin de cuentas, algunos fieles creyeron que la farsa de las "cucarachas" era verdad y lo restante una argucia para protegerles. Ahora son dos reyes sin súbditos atrapados en el sótano del reactor, con las esperanzas puestas en Madi y en Indra que,  tras un tradicional y fallido duelo a espadas, han preferido por el momento hincar la rodilla. Todo hace prever que esa estrategia les conceda tiempo para hallar el modo de detenerle. Sin embargo, sus opciones son limitadas, y tal vez, más que una planificar un asalto al palacio, lo conveniente sea pensar en cómo salir ilesos porque, seamos realistas, aunque no hayan entrado en escena ni Nikki, ni Nelson y ni los Hijos de Gabriel, siguen estando ahí, y sólo caben dos posibilidades: una es entablar una alianza con ellos contra Sheidheda, y la otra huir si deciden voluntariamente sumarse a las tropas enemigas. 



Para ir cerrando, concluyo que A Little Sacrifice ha sido un episodio a la antigua usanza, con la desventaja de que algunas tramas se podían anticipar desde hace varias semanas, especialmente lo concerniente a Sanctum, pero aún así bastante interesante de ver. Ha habido acción, diálogos éticos, algunas luchas, una muerte -la de Diyoza era en realidad la crónica de una muerte anunciada- e incluso una traición, la de Octavia a Levitt, que en el fondo ha sido conveniente puesto que le ha permitido ser cómplice y al mismo tiempo no ser descubierto por el resto de los Discípulos, lo que no impide que ella regrese a por él en otro momento.  


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Philosophic Dragon