martes, 21 de julio de 2020

ESTO ES LO QUE NOS ESPERA EN EL 7X10 "A LITTLE SACRIFICE": ALGUNAS TEORÍAS Y PREDICCIONES


El próximo 5 de agosto dará comienzo la segunda mitad de la séptima temporada de Los 100 y, por lo que parece, lo hará con fuerzas renovadas. El tráiler podría indicar que estamos muy cerca del punto de confluencia entre las tramas de Sanctum y Bardo. "The Flock" nos dejó con muchas dudas sobre Echo y su  eventual decisión de desterrar a Hope a Penitencia, ante la atónita mirada de sus compañeras, a las que su veredicto cogió desprevenidas. Las imágenes del tráiler permiten esbozar algunas predicciones. 

La condena de Hope no se ejecuta de inmediato y es devuelta a su celda, mientras Cadogan departe con Gabriel,  a quien convierte en cómplice de sus planes. Gabriel, a diferencia de sus amigas, carece de vínculos familiares y lo único que le había impulsado a ayudar a Octavia, Echo y Hope era su conexión con la Anomalía, que no era sino un agujero de gusano, eso sí, con utilidades varias que aún no han podido ser desentrañadas completamente por los Discípulos. Es posible que no sólo sirva para viajar entre planetas, sino también por el espacio-tiempo. Y dado que  él había estado investigando durante muchos años la tecnología de la Piedra, su colaboración es de sumo interés para la causa. Él sabe que le conviene más ser solícito y cumplir con lo que se le pide si no quiere poner en riesgo la vida de los demás. Pero, hasta ahí podemos llegar. Gabriel ha cumplido el sueño de su vida, entre amenazas, sí, pero lo ha cumplido, y habrá que esperar a ver si eso es suficiente motivo como para que se alíe con sus enemigos y se olvide de Octavia y los demás. 

Para Cadogan, desde luego, su ayuda es inestimable, lo mismo que la de Clarke, por ese espinoso asunto de la Llama. El código misterioso sólo lo posee un sangre nocturna que se haya unido mentalmente a la IA de los comandantes, y Gabriel por sí mismo, por mucho que investigue, no lo va a encontrar. Y suponemos que Clarke jugará la misma carta, porque a lo mejor puede engañar a Cadogan, pero no a nosotros, que estamos más que de sobra convencidos de que le mintió cuando le preguntó por Callie. Eso les daría tiempo y confianza para averiguar mejor lo que traman los de Bardo. Pero, si algo apunta todo esto, es a que Russheda o Madi serán también el objetivo. De hecho, que Clarke mintiera tiene todo el sentido del mundo, porque de lo contrario, Madi sería la que correría peligro. Y, como todos bien sabemos, se descubre primero al mentiroso que al cojo. La tapadera de Clarke no le va a durar más que su interpretación de Josephine Prime, y cuando el Pastor lo descubra habrá que pasar a la acción. 

La controvertida imagen de Hope, Clarke y Octavia encerradas se explicaría, por una parte, por el engaño de Clarke, al ver los Discípulos que de nada les sirve ella sin el dispositivo y, por otro, por la traición de una de las compañeras de entrenamiento de Tía O. Hasta ahora el romance entre Octavia y Levitt era un secreto, pero sólo es cuestión de tiempo que salga a la luz. La prohibición de mostrar cualquier tipo de sentimiento sentenciaría a Octavia a una pena similar a la de Hope, así que no sería de extrañar que compartan el mismo destino y la misma celda. Pero ¿quién levantaría la voz? Todas nuestras sospechas se ciernen sobre Echo, que no sabemos si finge o lo tiene todo bien planeado como la espía de élite que ya es. Sin embargo, también podría ser Diyoza, contra la que carga su hija por haberlo permitido. Su instinto es protegerla a toda costa y enviarla a Penitencia lo que, al menos, la alejaría de cualquier guerra y de una muerte segura. 

Pero sea quien sea, desde luego le hará pasar un mal rato a Octavia, porque los Discípulos no van a apiadarse de Levitt. No sabemos si morirá o no. Quizás, si muere, antes le revele a Octavia dónde puede estar su hermano, ya que muerto no está, y eso explicaría que  ella, de alguna forma, escapase, quizás al planeta Etherea, a buscarlo, si es que realmente está allí. Puede que, si ocurre eso, sea Diyoza quien la ayude en el proceso y que, finalmente, muera asesinada. 

Todo ello daría a entender por qué el 7x11 podría titularse "Etherea". Oficialmente aún no se ha revelado el título, sólo es una especulación, pero si los Blake se reencontraran en el astro de las grandes cadenas montañosas, podrían recomponer su relación y eso facilitaría un poco la resolución final de la serie. También se ha hablado acerca de la posibilidad de que Bellamy y Clarke se reencuentren en 7x10, aunque de momento no lo vemos posible. Lo más previsible es que, de una forma u otra, Clarke, Octavia y Hope escapen de Bardo, con la intención de avisar a los que están en Sanctum -previo paso por Etherea si algo se tuerce- o de planificar un asalto a la fortaleza. En ese hipotético caso, sí que tendríamos un reencuentro entre los principales protagonistas. Eso convertiría la unión de Bellamy y Clarke en una realidad, pero, en términos narrativos, también implicaría la traición de Echo y aumentaría sus probabilidades de morir.  

Ahora bien, ¿qué pasa con Sanctum? Russheda podría terminar aliándose con los bardenses, porque ellos tienen algo que él quiere: poder y un portal de regreso a la Tierra, donde quizás podría librarse la última batalla de la serie. Él es la Llama -o lo que queda de ella-, aunque también Madi está conectada por medio de sus recuerdos. De alguna forma, estos dos personajes van a jugar un papel importante en los próximos episodios. 

Sea como sea, lo más seguro es que "A Little Sacrifice" no deje indiferente a nadie. El título ya de por sí sugiere que alguien va a morir, y ya han transcurrido muchos capítulos sin bajas. Las imágenes indican que Echo podría ser quien ordenase alguna ejecución, pero "sacrificio" podría referirse igualmente a Sanctum. Allí casi todo Wonkru se ha arrodillado ante Russheda y no hace falta ser muy hábiles para adivinar que Murphy, Emori, Indra y Jackson tratarán de reconducir la situación. Así las cosas, quizás no tardemos mucho en ver un duelo entre Indra y el comandante oscuro con fatal desenlace que obligue a nuestros príncipes a dirigirse al campamento de Gabriel con la esperanza de huir a otros planetas. 


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Philosophic Dragon


lunes, 20 de julio de 2020

THE 100, CRÍTICA DE LA TEMPORADA 7: ¿HA PERDIDO LA SERIE SU ESENCIA?


The 100 va a tomarse unas pequeñas vacaciones y durante las dos próximas semanas el canal estadounidense no estrenará nuevos episodios, haciéndolo coincidir más o menos con la mitad de la temporada, por lo que es buen momento para aprovechar y hacer un balance general, una crítica de esta última entrega, basándonos, por una parte, en nuestras propias valoraciones y, por otra, también en otras críticas previas, e incluso en la recepción de la séptima temporada entre el público a través de redes sociales u otros medios digitales.

La séptima temporada había elevado enormemente las expectativas de los seguidores los meses previos al estreno, pero este ambiente entusiasta y caldeado no se percibe ya ni en redes sociales ni tampoco entre las audiencias o entre los críticos profesionales que redactan semanalmente las reviews... ¿está siendo acaso el desenlace de la serie un despropósito? ¿está la séptima temporada a la altura de sus predecesoras o ha perdido su esencia? Aquí hay mucha polémica y un gran debate abierto, así como reacciones muy diversas.

DECISIONES IMPOSIBLES, SUPERVIVENCIA Y CIVILIZACIONES HOSTILES


The 100 solía considerarse hace unos años como "la serie de las decisiones imposibles", porque si algo caracterizaba a este universo de ciencia ficción distópico eran los difíciles dilemas morales a los que sus protagonistas tenían que enfrentarse sin descanso. A menudo, cada temporada ha planteado situaciones originales, con nuevos personajes, antagonistas y giros de guión que han ido moldeando a los personajes y las relaciones con su entorno. Uno de los puntos fuertes de la serie ha sido sobre todo la fuerza de los arcos narrativos individuales, la evolución y  la coherencia constructiva de sus personajes, y no tanto el componente sci-fi. 

Asimismo, las decisiones que han tenido que tomar Clarke y compañía han constituido el impulso para hacer crecer y madurar a un grupo de adolescentes que ahora ya son adultos jóvenes. Cada nuevo problema ha supuesto para ellos una oportunidad para aprender, enmendar errores o reflexionar sobre las consecuencias de sus actos, incluso para adaptarse y definir su propia identidad, originando como resultado personajes muy "grises", porque si hay algo que ellos nunca son ni han sido han sido buenos ni malos. Y esto The 100 lo ha plasmado a fuego lento, con naturalidad, a través de enemistades y relaciones de toda clase, gracias al carisma particular que destilaban dos de sus figuras líderes, Clarke y Bellamy, a los que el fandom ansía ver como pareja. 

Pero The 100 es más que eso: es un drama post-apocalíptico de supervivencia donde la principal amenaza para el ser humano es él mismo, además de su propia tecnología. Cada temporada ha estado marcada por un enfrentamiento a gran escala entre el grupo de delincuentes de EL Arca y otras culturas humanas de supervivientes del holocausto nuclear, como los terrestres, el Monte Weather o los prisioneros de la Eligius IV. Supervivencia, decisiones imposibles y  civilizaciones post-apocalípticas son las palabras clave que definen a la serie... ¿siguen vivos estos elementos en The 100 este 2020?

Si la sexta temporada tuvo como enemigo público número uno a la élite colonizadora de los mind-drives de Eligius III, la séptima ha añadido otra secta civilizada, la de Bardo, que son descendientes del grupo Segundo Amanecer, poseedores de una tecnología punta que ya existía cuando ellos llegaron a ese planeta a través del agujero de gusano. En ese sentido, la dirección retoma el camino marcado por la exitosa segunda temporada y su Monte Weather, que se ha venido considerando como la "estrella" esencial de la franquicia de The CW. Pero incluso si esa ha sido siempre la marca de la casa, The 100 ha sabido también prescindir en algunos casos de ese sello, con buenos resultados. Sin embargo, era de esperar que junto a Sanctum hubiera otras sociedades conflictivas repartidas por el universo, en parte porque los creadores han tratado de emular muchas veces el hito del Monte Weather. Lo que sucede es que, a medida que se amplía este mundo con nuevas culturas humanas, se reduce la capacidad de sorprender al espectador. Las dos últimas entregas, en su conjunto, conforman una especie de réplica, narrada de otra forma, por supuesto, y si bien se señala que la trama de Bardo es interesante, también hay críticas en el sentido contrario, aunque la opinión más generalizada es que lo que rodea a Sanctum sobraba a estas alturas. 

El problema de Bardo es que ya estaba presente parcialmente en la sexta temporada, aunque no supiéramos nada de la Anomalía y de la Piedra, y que los guionistas optaron por ocultar y postergar respuestas para poder sorprender una vez más a los seguidores. En resumen, la trama se ha insertado de manera tardía y las revelaciones sobre su propósito son pocas para encontrarnos a las puertas del décimo episodio. Nos hallamos cerca de una gran guerra, que se alarga y que parece que no llega, con otro condimento que, además, se aleja un poco de lo habitual en la serie: hay otra raza alienígena a la que supuestamente hay que combatir, y eso significa que, a menos que se produzca un giro de ciento ochenta grados, deberíamos ver a otros seres que quizás no encajen con el universo de The 100, que hasta el presente ha sido muy conservadora evitando caer en los típicos elementos sci-fi del cine.

RITMO, PERSONAJES Y WORLDBUILDING


 Se puede decir que uno de los inconvenientes de este año es el hecho de que a la serie le quedan muchas cosas por explicar pero pocos capítulos para poder hacerlo, y que lo propio habría sido pensar en una octava temporada para resolverlo todo con más tranquilidad, porque el ritmo es también importante y en esta temporada es bastante desigual. Ha habido capítulos necesarios, pero otros han sido de relleno. La década de confinamiento de Octavia, Diyoza y Hope en Skyring podría haberse repartido mejor entre estas dos últimas temporadas y una pequeña revelación habría aportado novedad y color a un Sanctum vistoso pero ciertamente insípido, lo que habría permitido desarrollar con más profundidad la ideología de Bardo y convertirla en el axioma de la séptima temporada. El  7X03, False Gods, se antoja demasiado funcional aunque deja que sobresalgan Richard Harmon, Lindsey Morgan y Luisa D'Oliveira en sus respectivos papeles. Además, se supone que nos queda al menos de visitar otro planeta, Etherea, el mundo de las grandes cordilleras, e incluso puede que regresemos de nuevo a la Tierra. De nuevo, demasiados escenarios para siete capítulos restantes y también demasiados personajes con arcos narrativos que hay que ir cerrando. 

Las prisas no son buenas y el ritmo lento de algunos episodios contrasta con aceleraciones en otros, lo que resiente igualmente las storylines de los protagonistas. Algunos de ellos parecen haberse quedado sin tramas ni desarrollo, a pesar de haberlo experimentado con creces durante toda la serie, como sucede con Raven y Murphy. El clímax de Raven Reyes aconteció con la derrota de ALIE en la tercera temporada y desde entonces el personaje ha ido perdiendo relevancia, lo mismo que Murphy, que apenas ha destacado algo con la tapadera de los Primes. En la sexta entrega del año pasado Murphy y Emori fueron de gran ayuda para Clarke ya que su interpretación de Primes les dio tiempo para frenar el caos que se estaba desatando en Sanctum. El hijo de un ladrón y una ladrona rechazada por su familia han pasado de supervivientes a embajadores de una sociedad teocrática pero ¿qué han hecho además de arreglar el reactor, espiar y fingir? Desde luego, no mucho, y cuesta creer que dos tipos egoístas y más pendientes de sí mismos que de lo que haga el resto empiecen de repente a preocuparse por los demás. John trata de impedir que los fieles inmolen a más niños en nombre de Russell Prime y Emori de reconciliar devociones y familias, pero ninguno tiene éxito, porque nunca han estado preparados para dicha tarea, y cuando Indra requiere su atención por problemas más acuciantes siempre encontramos al rey emborrachándose en la taberna. Si hay un sitio que Murphy frecuenta más que su alcoba, es la barra del bar. El liderazgo de ambos ha sido puesto en entredicho por Russheda, así que ya veremos cómo se las arreglan sin Raven ni Clarke, y con los convictos intrigando contra ellos.    


Clarke, Bellamy, Raven y Jordan son otros ejemplos de personajes que se están echando a perder y cuyo protagonismo decae incluso en favor de Murphy y Emori, que ocupan el doble de pantalla. En el caso de Clarke, la opinión censura la decisión de haberla alejado de los primeros planos, siendo ahora la sombra de lo que una vez fue. En lo personal, para mí Clarke fue un personaje clave en las tres primeras temporadas, pero ahora ya no le veo nada. Es el ejemplo de un personaje excesivamente definido de principio a fin, cuyo destino está cantado desde el primer día y, frente a otros, ha sido uno de los que menos ha cambiado. No sabemos por qué, pero poco le ha durado el luto por su madre muerta. Pasan los días y ni ella ni nadie se preguntan qué ha sido de los desaparecidos que fueron al campamento de Gabriel. No está haciendo lo que debería hacer, que es gobernar Sanctum, un enclave que además ha dejado prácticamente desprotegido y que quizás no siga en pie a su regreso. Clarke tendría que haber madurado más como líder con esa larga ristra de errores y decisiones equivocadas a sus espaldas, pero sigue siendo ingenua en bastantes aspectos. 

Raven prácticamente no tiene nada que decir desde que aterrizaron en Alpha y no estoy de acuerdo con quienes piensan que tiene historia propia. El reactor fue una excusa para teñir sus manos de sangre y el descubrimiento del funcionamiento del sistema de puentes le ha acercado a Jordan, pero no hay visos de que entre ellos dos surja algo más que un interés científico o una amistad. Y, sinceramente, Jordan habría aportado más habiéndose posicionado con Russell y habiéndose quedado en Sanctum, porque despertaba simpatías entre los creyentes y podría haberse convertido en un antagonista más creíble que los convictos de la Eligius, cuya líder, Nikki "bang bang", solamente está actuando por venganza. Jordan es un personaje al que le falta desarrollar identidad propia, buscar su rincón en el mundo, y parece que los guionistas han perdido de vista esos detalles.

Bellamy sigue desaparecido. Cada vez se antoja más improbable que le recordemos  por algo más que por su ausencia, y hay que reconocer que el descanso que quería tomarse Bob Morley a expensas de sus fans le ha salido caro a The CW, porque inicialmente estaba previsto que fuera un personaje clave en la búsqueda de su hermana Octavia. Todos le consideran muerto y no sabemos si hay esperanzas todavía de recuperarle o no, pero lo cierto es que su storyline ha quedado totalmente ensombrecida. En caso de que sospecharan que aún está vivo, todavía les quedaría explicarnos lo que le sucedió después de que le secuestraran, y cómo se escapó, lo que significaría otro capítulo dedicado expresamente a eso en una temporada salpicada constantemente con adelantos, retrocesos y flashbacks.  No alcanzo a comprender qué problema había con haber dispuesto los episodios 7x02 y 7x05 de forma consecutiva para narrar lineal y cronológicamente la historia de Octavia y las "hespérides", al igual que 7x07 y 7x09, ya que últimamente tratan de sorprender en los minutos finales, como con la desaparición de Hope en Anaconda, sólo para volver otra vez atrás a explicarnos por qué. Parece una estrategia implementada con el fin de enganchar a la audiencia al ser conscientes de que no hay grandes dosis de misterio, acción o giros dramáticos previstos. Y es que la estructura narrativa tan típica de The 100, ésa en forma de "montaña", la que hacía que todos los planes de los protagonistas fracasaran para aumentar el conflicto y la incertidumbre,  no brilla tanto en su despedida.  


Se han sustituido elementos característicos en un intento por buscar nuevas fórmulas efectivas de contar la historia, fórmulas que generan a veces rechazo, duda o confusión, y eso incluye también prestar atención a personajes secundarios como Echo o Diyoza que todavía no han experimentado un clímax narrativo. Los principales se han dejado más de lado, sobre todo Clarke, Bellamy y Raven, quizás porque son personajes que ya han tenido un desarrollo más profundo de partida y no hay mucha más que añadir. Otros, como Octavia, todavía tienen bastante que decir, porque en su caso el camino de redención aún no ha terminado y, si hay algo que todos tenemos claro, es que esta es la temporada de Octavia, Echo, Diyoza, Gabriel y Hope.  Es innegable que Clarke Griffin fue la que sin duda llevó la voz cantante en la temporada 6, en detrimento de otros personajes, como Echo, Jordan  o Raven, que pasaron radicalmente a un no ya segundo, sino tercer plano. En estos últimos nueve episodios se ha invertido proporcionalmente la tendencia y son precisamente algunos como la espía de Azgeda los que han visto engrosadas sus storylines aunque, eso sí, de forma ya tardía y, al menos en eso, hay que darles la razón a los críticos: algunos detalles como el flashback de Echo y Bellamy en El Arca han estado un poco fuera de contexto y quizás debieron insertarlos en su temporada correspondiente, en este caso, la quinta, porque en ocasiones esa obsesión por los flashbacks llega a lastrar el ritmo de los sucesos y a ocupar minutos que se habrían invertido más eficazmente en las situaciones presentes, las que tocan ahora, enriqueciendo el universo de Bardo, Nakara, Skyring y esos otros planetas que tantas ganas tenemos de visitar.

Con la inminente adición de nuevos planetas de cara al final el público quizás esperaba un worldbuilding más original, impactante, denso y constructivo por parte de The CW, algo que no ha sido así, porque los escenarios que concentran las tramas siguen siendo básicamente dos, Sanctum y Bardo. Skyring ya cumplió su función cuando se desveló lo sucedido a Octavia y Diyoza durante su exilio, al igual que Nakara, que fue concebido como una aventura de tránsito para la expedición de búsqueda liderada por Clarke. El problema que conlleva esto es que se percibe falta de intensidad, incluso de realismo. Da la sensación de que hay un desarrollo incompleto y que la solución habría sido añadir una temporada más, porque el worldbuiding no lo pedía, es que realmente lo necesitaba. Sin embargo, entre convertir la séptima temporada en un  Stargate o en un reboot del Monte Weather, los guionistas han optado por la solución que más éxito les ha otorgado. 

Una de las carencias que observo en esta séptima temporada es precisamente eso, un worldbuilding más extenso que promueva interacciones complejas entre los protagonistas y su entorno, fomentando ese retorno a las "decisiones imposibles". Sin embargo, el hecho de que la serie exhiba tantos personajes hace inviable centrarse en todos con idéntico énfasis y que exista un delicado equilibrio entre la importancia del entorno y las relaciones entre ellos. Frente a esto la solución ha sido dejar en "punto muerto" a varios de los que ya han tenido un protagonismo sostenido y conceder a otros una oportunidad para sobresalir cuando no lo habían hecho. Octavia, por ejemplo, era un personaje mucho más secundario en la primera temporada de lo que lo fue -y es- posteriormente, y el hecho de que en algunas temporadas pasara a ser el epicentro del argumento hizo posible su evolución. Quizás a algunos les choque esa relación tan íntima con Levitt, un bardense al que ha conocido desde hace poco y que ha pasado más de una semana estudiando sus recuerdos, pero es un hecho coherente teniendo en cuenta que ella no ha experimentado el afecto hacia otra persona en mucho tiempo, y que es un sentimiento que ha renacido en ella  gracias a sus años en Penitencia. En ese sentido, The 100 sigue mostrando cohesión en esas relaciones, y cada nueva situación es otra oportunidad para ver otras facetas de un mismo personaje. Con Echo está ocurriendo actualmente lo mismo: se trata de un personaje ambiguo, sin lealtades fijas, que del mismo modo que estuvo luchando al lado de Bellamy y Clarke unas veces, otras estuvo en el bando contrario, con un carácter frívolo, estratégico y calculador más propio de una villana que de una heroína. Puede que Echo nos guste más o nos guste menos, pero el personaje de Tasya Teles, con sus particularidades psicológicas, es el que está añadiendo un toque impredecible a la serie. 

CONCLUSIÓN


Para concluir, se puede decir que The 100 sí ha perdido algo de esencia. Seguimos teniendo encuentros con civilizaciones potencialmente hostiles, y probablemente veremos alguna lucha o conflicto más directo en los próximos episodios, pero las "decisiones imposibles" y los dilemas éticos ya no están tan presentes como al principio; en su lugar ha rebrotado con más ímpetu el componente sci-fi. Con esto no quiero decir que la séptima temporada sea mala. No lo es en absoluto. A lo que nos referimos es a que podría haber estado mejor contada o mejor argumentada, sin ese abuso del factor espacio-tiempo y de los retrocesos, y haberse articulado en tres temporadas en lugar de en dos, pero en su conjunto se trata de una serie muy cambiante y, al menos, eso sí permanece inalterable.   

Puntuación de la temporada 7 hasta el ep. 09: 9/10


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Philosophic Dragon


domingo, 19 de julio de 2020

REVIEW DE 7X09 (THE 100): "THE FLOCK"


Pasada la emisión del noveno episodio de la última temporada, asoma en el horizonte el gran breakdown, el gran parón mid-season que muchos ya ni siquiera esperábamos. No nos reencontraremos con nuestros personajes favoritos hasta dentro de 3 semanas, el 5 de agosto, para ser más exactos. La peor parte es que les vamos a echar muchísimo de menos, pero la positiva es que al menos dispondremos de tiempo suficiente como para digerir y analizar los avances que se han producido en los últimos capítulos, incluso para reflexionar un poco sobre la evolución de los personajes.

Los días previos pudimos disfrutar de alguna imágenes de adelanto que ya concedieron muchas pistas sobre el rumbo de The Flock. Nuestras predicciones vaticinaban un amplio flashback que narrase los pormenores del entrenamiento de las "hespérides", con la posibilidad sobre la mesa de que, de entre ellas, Hope fuera la que se convirtiera en  rebelde fugitiva. Pero hasta ahí llegaban nuestras previsiones porque, aparte de esperar que la liberación de los rehenes se saldara más o menos favorablemente para Murphy, Indra y Emori, había muchas puertas abiertas en lo concerniente a la reacción de Russheda. 

En The Flock nos olvidamos por el momento de Clarke y su conversación con Bill Cadogan para adentrarnos un poco más si cabe en la idiosincrasia bardense de la mano de Octavia y las "hespérides". Gracias a la decisión final de Echo se les concedió la oportunidad de colaborar con su causa. Parece que hay un enemigo alienígena al que no nos han presentado y que intentó aniquilar a los nativos de Bardo con una sustancia letal celosamente guardada por los Discípulos. Observamos las postrimerías de un fatal holocausto que parece un argumento sacado deus ex-machina, y que esperemos no trastoque más el frágil apéndice del último universo de ciencia ficción que nos brindará The 100 antes de su despedida final. Hay que reconocer que es interesante, pero también que podrían haber adelantado algunos pasos para dar más importancia a lo que la tiene, que es precisamente esta amenaza y esta guerra que se otea en el horizonte, y que suponemos va a formar parte inequívoca del desenlace.

Tras algunas lecciones de religión, ética y biología con niños eugenéticos, las cuatro comienzan un intensivo entrenamiento bajo la supervisión de Anders, que sabe perfectamente lo que busca. Ellas ya eran expertas luchadoras, aunque Octavia y Diyoza llevan muchos años retiradas, pero no se trata de aprender a  luchar, sino de cómo luchar. Los Discípulos son una sociedad plenamente deshumanizada, ultrarreligiosa y eugenésica, que han logrado trascender las necesidades básicas del ser humano suprimiendo los escollos irracionales, emocionales e instintivos con los que este nace, porque sólo así se pueden engendrar individuos inconscientes, biológicamente perfectos y aptos para el combate. Echo es la más susceptible a sus ideas y se siente rápidamente identificada con los propósitos de esta civilización. Desde pequeña fue forzada a olvidar sus vínculos familiares y sociales: perdió a sus padres y asesinó a su mejor amiga, convirtiéndose en la espía de Azgeda que conocemos. Ahora que Bellamy está -hipotéticamente- muerto, no tiene otras causas individuales por las que luchar, excepto servir a un propósito mayor, como había hecho siendo más joven. Por esta razón, es posible que ella les traicione pero también puede estar fingiendo, porque todo espía que se precie debe jugar a dos cartas y dominar el arte del engaño. Destacando tácticamente entre sus compañeras, muestra devoción, un as que bien guardado bajo la manga podría ser útil a la hora de acercarse a sus superiores y averiguar lo que traman. La información es poder.

La conversación que las cuatro mantienen en su habitación puede darnos una idea aproximada de sus puntos de vista, de su postura, pero igualmente revela otro detalle importante: están constantemente vigiladas y disponen de escasa privacidad, por lo que no pueden desvelar sus verdaderas intenciones. De ahí que Echo apueste por seguir jugando su juego y que la secunde Diyoza, para quien proteger a Hope es su principal obligación como madre. Hope, en cambio, es una joven sin infancia ni adolescencia y no ha aprendido a controlar sus impulsos, por lo que esa tarea le queda demasiado grande y termina fracasando en la prueba final. Octavia adopta el papel de observadora. Obedece cuanto le ordenan, en la medida de lo posible, y con el bonus que supone tener a uno de ellos, Levitt, totalmente enamorado de ella, circunstancia que aprovecha en su favor. Puede que nos sorprenda o no entendamos su comportamiento, pero obra en las dos direcciones: en la del disfrute personal, ya que ha pasado muchos años sin experimentar algo similar, y en la de la estrategia. No se trata de una relación forzada. Es tanto artificial como artificiosa. Si Levitt ya es de por sí un chico dubitativo no les costará nada conseguir su ayuda, y eso no se diferencia mucho de lo que pretendería Echo. Cuando ésta decreta la sentencia de Hope, Octavia y Diyoza le lanzan una discreta mirada de extrañeza que sugiere que no se esperaban esa respuesta, lo que quizás sea síntoma de una verdadera traición, pero si envía a Hope a Skyring al menos evitará que muera. 

Sobre Sanctum no hay mucho que decir. La trama es bastante simple: los convictos irrumpen secuestrando a treinta rehenes, solicitando de inmediato que le entreguen a Raven, quien, sin embargo, no está, amenazando a Emori. Murphy, Indra y Jackson recurren entonces a Russheda y utilizan un pasadizo secreto para llegar al salón donde están los cautivos. Aquí es donde termina la interpretación de Primes que hasta la fecha venían haciendo Murphy y Emori. La desconfianza se instaura entre los fieles pero, a cambio, Wonkru hinca la rodilla ante Russheda, lo que sin duda compromete la situación de Murphy, Emori e Indra a medio plazo. Ahora se han aliado con el enemigo más poderoso, y quizás gracias a él se deshagan de los convictos, pero lo preocupante es qué sucederá después. 


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Philosophic Dragon




viernes, 10 de julio de 2020

LAS CLAVES DE "ANACONDA" (THE 100, 7X08): TEORÍAS SOBRE POSIBLES ESCENARIOS FINALES


El episodio 7x08, "Anaconda", concebido como el backdoor pilot de la futura precuela de The 100, cuyo título definitivo podría no distar mucho de The 100: Second Dawn, no ha sido un capítulo al uso. Hemos llegado finalmente al que nosotros venimos llamando "punto de inflexión" de la séptima temporada, en otras palabras, los precedentes del nuevo clímax que se desatará en los restantes ocho capítulos que nos quedan. Aquí comienza el principio del fin. Y, puesto que ha sido un episodio diferente, también el análisis que planteamos va a serlo. En esta ocasión vamos a realizar un pequeño balance general de la serie, un resumen con lo más relevante del episodio y después profundizaremos en todas las pistas que apuntan hacia el desenlace, porque si "Anaconda" nos sobrecogía con esas impresionantes explosiones nucleares a los pocos minutos de su andadura, no menos escalofriante ha sido la última escena, con esa aparición triunfal de Octavia, Diyoza, y Echo. 

LO QUE THE 100 ES, HA SIDO Y SERÁ...


Ha pasado mucho tiempo desde que los 100 aterrizaron por primera vez en aquel planeta inhóspito que era la Tierra, y que tan poco se diferenciaba del desconocido astro que alberga ahora la fortaleza de los bardenses. Desde entonces, Clarke, Octavia, Bellamy y sus compañeros han crecido haciendo frente a todo tipo de inimaginables amenazas. Al principio, los clanes terrestres, experimentados guerreros supervivientes del holocausto, amenazaban la vida de esos adolescentes criminales exiliados del Arca, que apenas sabían organizarse o empuñar un arma; más tarde, aparecieron los residentes del Monte Weather para complicar aún más las alianzas en el tablero de juego, que no fueron nada en comparación con la omnipotente ALIE, la IA creada por la primera comandante, responsable de los misiles que provocaron la destrucción del planeta, que poseía los cuerpos y las mentes de sus huéspedes y que a un ápice estuvo de aniquilar a la humanidad por segunda vez; posteriormente, Clarke y sus amigos se vieron obligados a romper la alianza con los terrestres y a decidir, a golpe de bolígrafo y espada, quién sobreviviría al nuevo cataclismo nuclear en ciernes y, una vez transcurrida la tormenta, a lidiar con las cenizas del régimen de Wonkru instaurado por Octavia en el búnker y con su nueva enemiga, la capitana Charmaine Diyoza y su ejército de convictos espaciales, conflicto que devastó para siempre la Tierra y les obligó a buscar una nueva vida en el indómito planeta Alpha, donde les esperaban la toxina del sol rojo, la misteriosa Anomalía y una teocracia homicida que resultó no ser la única civilización humana extraplanetaria que había colonizado otros planetas habitables. Desde entonces, muchas cosas han cambiado, pero la única que se mantiene invariablemente firme  sobre la mesa es la lucha entre civilizaciones que creían ser los últimos reductos de la especie humana. Así empezó la serie, así ha venido siendo y, también así, será cómo termine. 

LAS CLAVES DE "ANACONDA"


"Anaconda" es un episodio revelación en el que no sólo se nos presenta al Pastor, el líder de los Discípulos, sino en el que también se narra la génesis de su secta durante ese holocausto nuclear que aconteció cientos de años antes, y que constituye la matriz de todos los eventos sucedidos a continuación: los 100, el Arca, la Llama, los clanes terrestres, la Piedra de Anomalía... El capítulo -un relato íntegramente contado en modo flashback- está conectado con algunos otros de la S3 y de la S4 y pretende cerrar un ciclo en el que principio y final están íntimamente ligados, de modo que lo que ya ha sucedido está condenado a repetirse. 

Tratando de digerir aún la muerte de Bellamy, Clarke, Raven, Jordan, Gabriel y los demás escuchan atentamente la historia de Bill Cadogan, el Pastor, el fundador de la secta Segundo Amanecer, el constructor de los búnkeres de Polis y autoridad política, científica y religiosa suprema de Bardo. Él, su mujer y sus hijos Callie y Reese, junto con otros muchos elegidos más, fueron los que se cobijaron en el búnker situado bajo la estación Polaris, de cuyo nombre de deriva Polis, la ciudad que nosotros conocimos como capital de los terrestres, durante el estallido de los misiles del protocolo Anaconda

Becca Franko, la ingeniera que diseñó la Llama, viajó durante ese tiempo al espacio para fabricar una especie de antitoxina que permitiera a los refugiados volver a habitar la radiactiva superficie del planeta, esto es, la llamada "sangre nocturna". Mientras tanto, Cadogan y su familia, junto con otros científicos, experimentaban con la Piedra de Anomalía, una extraña tecnología cuya comprensión les podría permitir crear portales interplanetarios a lugares distantes del universo donde la especie humana pudiera florecer de nuevo. Sin embargo, en el transcurso de sus investigaciones, Bill y Becca se enfrentaron por el liderazgo científico de los supervivientes del búnker, ya que la sangre nocturna y la IA que ella había diseñado, ALIE (1.0 o 2.0), que ella y otros llamaban "llave" entonces -lo que actualmente es la Llama- le otorgaba capacidades inusuales, siendo una de ellas la introducción de un código que le permitió utilizar la Piedra para... ¿viajar al futuro? La Piedra refulgió intensamente y Becca desapareció y reapareció unos segundos después completamente alterada, afirmando haber visto el día del juicio final, el verdadero fin del mundo, sin que sepamos qué fue exactamente lo que vio... 

Bill la confinó y la asesinó, porque ella consideró que nadie estaba preparado para esa tecnología y las consecuencias de su uso, pero Becca se aseguró de guardar una o más copias de esos mind-drives 1.0, que eran la vieja versión de ALIE que en la tercera temporada ingirió Clarke, junto con la Llama, y con la que viajó a la Ciudad de Luz. De los antiguos dispositivos mentales hubo muchas copias, pero la Llama, la versión actualizada, era la que Becca poseía insertada en su médula, y la que se llevó Callie con sus seguidores cuando algunos supervivientes, dotados ya de esa sangre especial, decidieron salir a la superficie, al tiempo que muchos otros de sus coetáneos siguieron a su hermano Reese cuando éste abrió el puente dimensional que los condujo a Bardo. En el exterior, Callie probablemente se convirtió en la segunda comandante, en  la inventora de la lengua de los terrestres, el trig o trigedasleng, y en la fundadora del clan Trikru que, en origen, se denominaba Tree Crew y era una agrupación ecologista, de modo que su conciencia quedó almacenada en la Llama o en su otra versión, la Llave, razón por la que Clarke conserva algunos de sus recuerdos. 

Sin embargo, lo que realmente están buscando los bardenses es el código que Becca usó para teletransportarse a través de la Piedra, algo que sólo puede saber un sangre nocturna que haya estado en contacto con la Llama/Llave 2.0. Ese código sería quizás lo que les permitiría regresar de nuevo a la Tierra a través de la Piedra del búnker de Polis. Los Discípulos creen, gracias a los recuerdos de Octavia, que Clarke es la poseedora de la Llama o Llave y, en consecuencia, del código, pero lo que ignoran es que la Llama, como tal, está destruida. En los minutos finales Bill Cadogan parecer volver a mencionar esa guerra de la que tanto hablan, pero de la que seguimos sin tener ni idea, y entonces hacen acto de presencia sus nuevos reclutas, que son nada más ni nada menos que Echo, Diyoza y Octavia, que habían acordado ayudarles en su propósito. Este final de capítulo, unido al hecho de que frente a las respuestas todavía son muchas más las preguntas, nos deja una serie de pistas que, sumados a indicios de episodios anteriores, podrían determinar el rumbo final de la serie. 

TEORÍAS SOBRE EL DESENLACE: ¿SERÁ UN FINAL CIRCULAR Y LA SERIE ACABARÁ COMO EMPEZÓ?


Hasta ahora, los Discípulos consideran a Clarke "la clave de todo", pero eso que parece tan simple no lo es, por lo que acabamos de referir: Clarke se implantó la Llama, sí, pero ya no la tiene, porque después se la transfirió a Madi, y a ella se la extrajo Raven a causa de Sheidheda, que después infectó el mind-drive y el cerebro de Russell Prime. Los bardenses desconocen estos últimos acontecimientos, por lo que Clarke, así, a voz de pronto, no va a ser la solución mágica a todos los males de la humanidad. Un posible escenario futuro de camino al desenlace es que Clarke les cuente todo lo que sabe sobre el infortunio de la Llama y que deban requerir a Madi o derrotar a Sheidheda. 


El papel de Madi esta temporada parece haber quedado obsoleto, pero eso puede cambiar rápidamente, porque ella posee una conexión con todo lo que rodea a los viajeros de Segundo Amanecer que están en Bardo. Recordemos que ha estado dibujando recuerdos no vividos y que son fruto de su contacto con el dispositivo, entre ellos una lámina muy reciente que mostraba a varios de los bardenses en el momento en que Becca desató el poder oculto de la Piedra. Madi podría ser la verdadera clave, o bien, parte de ella, pero también podría estar en Sheidheda, porque es todo lo que queda de la Llama en sí. Eso llevaría a nuestros héroes de vuelta a Sanctum para librar una guerra contra el comandante oscuro. Una vez que los Discípulos consiguiesen el código, podrían utilizarlo para ver lo que Becca vio y evitar el Juicio Final. 


Es más, los Discípulos y los 100 incluso podrían utilizar la sangre nocturna para poder habitar de nuevo el planeta Bardo, si es que el destino final no es la Tierra, o beneficiarse todos por medio de un pacto. Sheidheda, de hecho, sabemos que anduvo preguntando a los que le proveían de alimento por la Tierra, que tiene planes de largo alcance y que su estrategia en "The Queen's Gambit" ha ido adquiriendo forma, porque ha provocado el caos total en Sanctum: los hijos de Gabriel se han revelado contra -los no Primes- Emori y Murphy y se han pasado al bando de los convictos, dispuestos a arrasar con todo lo que tenga que ver con los sangre nocturna de Skaikru, que ahora ya son más, porque Echo, Emori y Murphy también la tienen. Su liderazgo corre peligro, porque, además, tampoco los devotos los quieren, de modo que podrían aliarse prisioneros y feligreses para expulsar a Murphy y compañía, que ahora sólo tienen de su parte a Indra y a parte de Wonkru. Pero si los últimos terrestres descubren que Sheidheda vive, sin duda le seguirán, con lo que Indra perdería adeptos. Sanctum puede convertirse o bien en un baño de sangre o en un cuartel militar bajo el mando de Sheidheda. Para cuando Clarke quiera regresar, ya no habrá Sanctum en pie y su enemigo será más fuerte. Si el comandante oscuro consigue un ejército, y además posee el conocimiento necesario para regresar a la Tierra, o inclusive aterrizar en Bardo para un primer ataque, se produciría una guerra entre diferentes bandos, toda una catástrofe...

¿Y podría ser esa la terrible visión de Becca Franko? Sí, sin lugar a dudas, porque aún no hemos identificado Bardo con ningún bando, es decir, no sabemos cómo se posicionarán, si con Clarke o contra Clarke. Ella puede decidir colaborar en un primer momento, y ellos ser condescendientes, pero no olvidemos que todo objetivo tiene su precio, y que Wanheda no está dispuesta a ceder con tanta facilidad. Aquí cabe especular bastante. Pueden amenazar a Clarke con matar a sus amigos, y una razón seria para pensar que Octavia y Clarke jugarán en el mismo bando es cierta imagen que apareció en el tráiler, donde veíamos a Octavia y a más de los suyos encerrados pidiendo desesperadamente auxilio, incluida Clarke, de modo que podemos suponer que los Discípulos son el verdadero enemigo. 


Ahora bien, una escena descontextualizada puede decir mucho y también nada, porque no sabemos cómo se ha llegado a esa situación. El tráiler del 7x09 ("The Flock") da a entender una especie de alianza entre Octavia, Echo y Diyoza con los Discípulos, pero ¡cuidado! porque puede ser un retroceso que explique su entrenamiento, anterior a la llegada de la patrulla de Clarke a Bardo, debido a la dilatación temporal. Igualmente puede suceder que primero colaboren con ellos y después alguna de las partes acabe traicionando a la otra. Hope no se descubrió si es que estaba entre ellas, y ella tiene motivos más que de sobra para no confiar en Segundo Amanecer. 

Otra posibilidad sería que Clarke y su grupo se acabasen enfrentando al de Octavia, de un modo similar a como predecimos las rivalidades a través de los símbolos de los pósters, pero quizás lo que esos símbolos revelen sea el nivel de adiestramiento como aliados de los Discípulos, o tal vez que existe un símbolo secreto que sólo conocerían los sangre nocturna portadores de la Llama y que no aparece, porque Cadogan mencionó la existencia de siete puntos en el universo y siete símbolos, pero ahí sólo nos han mostrado 6. De momento, la única coincidencia entre Clarke y Echo, puesto que ambas tienen ese símbolo, es que también son sangres nocturna las dos. Quizás una represente la Llama y la otra la Llave y terminen luchando entre sí, mientras que los dos símbolos especiales, los de Octavia y Sheidheda, podrían ser parte de ese código misterioso. 


Respecto a Bellamy, suponemos que ha arribado a Etherea, ese planeta del que todavía no sabemos nada, pero que debería ser igualmente habitable. Y si lo es, no podríamos descartar otra civilización humana potencialmente peligrosa. Quizás los Discípulos parezcan el enemigo, pero no lo sean en absoluto. Tal vez haya alguien más a quien no nos hayan presentado, y eso, teniendo en cuenta que la serie aún podría sorprendernos muchísimo si optaran por mostrarnos que ALIE no se apagó para siempre... ¿y si logró migrar a Bardo de alguna forma, o a otro planeta, y la Ciudad de Luz aún existe y es lo que los bardenses denominan "trascendencia"? La historia se repetiría otra vez...

En cualquier caso, lo evidente es que va a haber un gran conflicto, y  por muchas predicciones que hagamos ninguna es lo bastante sólida como para determinar en qué liga jugará cada personaje. Lo que sí podría ocurrir es que, del mismo modo que una IA destruyó la Tierra, otra IA, Sheidheda, esté a punto de masacrar otro planeta. Se trata de un pequeño paralelismo, y ésa podría ser la conexión perfecta entre lo que sucedió en el primer Praimfaya y la hipotética hecatombe que hará temblar los cimientos de la humanidad de nuevo... 


¡Quién sabe si el final no será realmente otro nuevo reinicio con los supervivientes viajando en una nave o esperando colonizar otro planeta! Dadas todas estas conclusiones, pienso que el final de la serie va a ser de tipo circular, es decir, que la situación va a ser semejante a como empezó la primera temporada, esto es, una gran catástrofe, con muchas vidas perdidas pero un cierto atisbo de esperanza. 

SOUNDTRACK ESPECIAL DEL CAPÍTULO: "INTO THE BLACK" (CHROMATICS)


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Philosophic Dragon









viernes, 3 de julio de 2020

REVIEW DEL EPISODIO 7X07 (THE 100): THE QUEEN'S GAMBIT


The Queen's Gambit es un episodio singular en el contexto de la séptima temporada, marcado por los diálogos y la reflexión introspectiva. El capítulo con el que se estrenaba hábilmente Lindsey Morgan (Raven) como directora, exprime las lágrimas del espectador y juega con la tensión y el misterio en formato monodosis, dejando en un rincón aparte la acción, que se eleva en los minutos finales, para dejar muchas puertas abiertas de cara al siguiente, "Anaconda", considerado oficialmente por The CW como el piloto de la precuela de The 100

Así, nos acercamos ya al citado punto de inflexión de la última temporada, al que aludíamos hace un par de meses, cuando se revelaron las sinopsis de los ocho primeros capítulos. Esto no es sinónimo de acción y catástrofe, al menos no todavía. La sensación que nos deja es vibrante: se están guardando lo mejor para la segunda mitad de temporada, para esos ocho capítulos restantes. Y es que, aún no está todo dicho. El año pasado, sobre estas fechas, ya nos encontrábamos en la mitad de la S6, o incluso un poco más lejos, pero ya sabíamos mucho más de Russell y su séquito de renacidos que de Bardo y sus gentes ahora mismo. Nos imaginábamos ya los hilos del desenlace, excepto por algunas sorpresas puntuales, aunque el último capítulo nos dejó un regusto amargo en el paladar y con ganas de más, porque el enfrentamiento con los fieles de Sanctum nos parecía poco; el tema daba más de sí, y las respuestas que más ansiábamos se hicieron esperar un año... esa es, para resumir, la sensación que nos invade en The Queen's Gambit: lo mejor está por llegar, y la acción, que vendrá, lo hará  su debido tiempo. 

Seguimos en Bardo, con nuestro Anomalykru en compartimentos distantes, tras dar Gabriel al traste con su plan de huida. A diferencia de sus compañeras, a él lo quieren para seguir estudiando la Piedra. Primera revelación de la noche: los bardenses, a quienes nosotros atribuíamos la creación de los puentes interplanetarios, no son los responsables de esa tecnología. Llevan investigándola un milenio y creen que su poder les ayudará a trascender, aunque todavía estamos lejos de comprender qué significa para ellos la "trascendencia", porque no alaban falsos dioses como en Sanctum. Gabriel no tiene más alternativa que acceder a sus peticiones, bajo pena de ejecución. Al menos, así seguirá vivo, y tendrá esa opción bajo la manga que es ayudar a cambio de mantener con vida a sus amigas. Si pretendiesen darse a la fuga, él y Levitt -desgraciadamente en este capítulo no sale- serían las piezas estrella de la jugada para liberar a los demás. La traición, después de todo, no ha sido para tanto...

Mientras tanto, en Sanctum Emori tiene planes para propiciar la paz entre los creyentes, que consiste en una especie de fiesta de "reunificación" que una de nuevo los corazones de los fieles y de los desertores Hijos de Gabriel. A Murphy no le parece muy buena idea y baja a proveer de comida a Sheidheda, que lo reta a una partida de ajedrez en la que éste se da cuenta de que, aunque no quiera mover pieza, es parte del tablero de juego. Apoye a quien apoye, haga lo que haga, siempre se perderán vidas, y él no puede mantenerse eternamente ajeno a lo que sucede, como hasta ahora. Hace bien en no dejarse tentar por Sheidheda, que busca claramente aliados a través de las debilidades de sus adversarios. Que le desafíe así no es más que una estrategia para conocer la mente de quien está enfrente, como quien dice, un examen psicológico. 

Madi se entrevista con Jackson por los extraños dibujos que le salpican la mente y ella plasma una y otra vez sobre papel. Una de esas láminas representa claramente a los viajeros de la Piedra y nos pone en aviso de que Madi está relacionada con las gentes de Bardo. Puede que Clarke no sea realmente la clave para terminar con esa hipotética guerra que arrasaría por completo la humanidad, sino que lo sea Madi, porque ambas han poseído la Llama y parece que el hecho de que se la retirasen en algún momento les ha dejado secuelas. 

Entretanto, las horas pasan lentamente en la fortaleza de Bardo. Echo recuerda una antigua conversación entre ella y Bellamy en El Arca, y eso es lo que le hace cuestionarse su punto débil (¿la lealtad?). Eso es lo que explica la decisión final que ella toma y que, aunque parezca una traición, en realidad no lo es. Negarse a colaborar con los de Bardo, la lealtad por la lealtad, no es útil en este contexto, por las mismas razones que en el caso de Gabriel: a veces las decisiones más éticas tienen consecuencias inmorales. Porque en ocasiones actuar según lo "políticamente correcto" es peor que no hacerlo y ahora mismo colaboración significa libertad, una oportunidad para escapar, que no es ni remotamente lo que Echo, Octavia, Hope y Diyoza tenían planeado. Diyoza, como madre que es, trata de disciplinar a Hope, hacerle entender que la paciencia es una virtud, aunque sea a base de golpes y puñetazos, y que la venganza no es una estrategia, ni siquiera un plan, porque al final, como dice Sheidheda cuando vence a Murphy, con la venganza todos pierden.

Hay que saber cuándo rendirse, cómo aceptarse a uno mismo, vivir con las consecuencias, y de eso Octavia sabe ya mucho. Por eso es ella la que consuela a Echo, en una conmovedora escena en la que su némesis no quiere ablandarse, porque tal es su naturaleza. Rehúsa mostrar su debilidad, sus sentimientos. Ambas lloran la muerte de Bellamy, pero Echo se culpa por ello, por no haber estado ahí, mientras que Octavia sabe que lo que está hecho no puede deshacerse, y que no todo cuanto sucede está realmente en sus manos. Esta secuencia es la que más me ha gustado de todo el capítulo, porque conmueve ver a dos viejas enemigas unidas por un mismo sentimiento, un mismo impulso, expresado de diferentes formas. Y es que The Queen's Gambit refleja eso, la vulnerabilidad de los personajes, la fragilidad humana, con verdadero arte, cómo eso se transforma en fortaleza. Y así es cómo Echo, resolutiva, se mutila la cara y se anticipa a las deducciones de Octavia: no les quieren como prisioneros, sino como soldados, y gracias a eso, todos ellos salen de sus celdas. Su entrenamiento como Discípulos ha comenzado. 

En los minutos finales, todo se precipita: los Hijos de Gabriel se unen a Nikki y a su banda de convictos, arruinando el ágape que había preparado Emori, que ahora está entre la espada y la pared -tan cerca del jaque mate como la dama del tablero de ajedrez de Murphy- y haciéndose con el control de Sanctum, mientras Sheidheda se muestra a Murphy tal y como es: el gambito de dama se ha hecho realidad y Emori está a punto de caer presa de las piezas enemigas. El caos se adueña del planeta Alpha... al igual que de Bardo, ya que entran Clarke, Raven, Jordan, Miller y Niylah en escena. Gabriel es quien en pocas palabras le comunica a Clarke la muerte de Bellamy, que les detiene a todos en seco, enterándonos instantes después de quién es el Pastor de los Discípulos: Bill "Anders" Cadogan, el fundador de la secta Segundo Amanecer, que está vivo, en un ataúd que parece de criosueño, sin que sepamos cómo ha vivido tantos años (¿ha viajado desde la Tierra o desde otro planeta criogenizado?) y si eso es en realidad lo que ellos llaman "trascendencia". Su lema es el mismo que el de los terrestres, aunque modificado por la importancia que para ellos tiene la tecnología de la Anomalía. Intuimos que eso significa que los miembros de la secta la utilizaron para salvarse del apocalipsis terrestre y que la Piedra que conecta con la Tierra estaría en el búnker de Pólis, pero se nos sigue escapando qué guerra es esa, qué código están buscando (¿lo tendrá almacenado Clarke en su memoria?), por qué despiertan ahora al Pastor y por qué Clarke Griffin es la "llave".  

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Philosophic Dragon



jueves, 2 de julio de 2020

LINDSEY MORGAN "ON LIVE IN INSTAGRAM" Y ANUNCIO DE PRÓXIMOS EVENTOS ONLINE


La actriz Lindsey Morgan había anunciado recientemente que se daría cita con compañeros y fans de The 100 el 1 de julio alrededor de las 18:00 horas en Estados Unidos, 00:30 h. en España, celebrando así su debut como directora del nuevo episodio de la serie que se estrenaba ayer, 7x07 ("The Queen's Gambit"). Anoche pudimos verla en directo a través de su Instagram respondiendo algunas preguntas del fandom relacionadas con su personaje, Raven Reyes, y también con cuestiones más personales como su capítulo o temporada favoritos de la serie. 

La estadounidense está satisfecha con el final que se le ha dado a Raven, aunque ha evitado a conciencia los spóiler, y admite que la trayectoria de Raven esta temporada no se la imagina nadie, en parte porque el guión de la séptima entrega sufrió bastantes modificaciones a causa de ciertos imprevistos. Aunque no era su cumpleaños y lo aclaró más de una vez en el streaming, muchos fans creyeron que sí lo era  y se sucedieron diversas felicitaciones tanto en el chat adjunto como por parte de los compañeros de casting que se sumaron más tarde, entre los que pudimos ver a Shelby Flannery (Hope Diyoza), Tasya Teles (Echo) o Richard Harmon (Murphy), entre otros. Para quienes no pudisteis entrar a verlo, os dejamos aquí unos fragmentos de la conversación, que también tenéis disponibles en nuestro Instagram. Los seguidores de Facebook podréis acceder en nuestra página a todas las grabaciones, que incluyen todas las intervenciones del resto de actores del reparto, exceptuando la segunda parte de la entrevista con Alaina Huffman (Nikki). 

También os anunciamos que el próximo 17 de julio se celebrará una Galaxy Con, una convención online en la que participarán alrededor de 6 actores de The 100, entre los que están Tasya Teles y Zach McGowan (Roan de Azgeda), aunque será de pago, y un nuevo directo en Instagram programado con Eliza Taylor (Clarke Griffin) y Bob Morley (Bellamy Blake) el 21 de julio a las 3:00 h., (en realidad, 3:00 A.M. del 22 de julio en España, aunque en USA serán las 9 o 10 h. del 21 de este mes).  


FRAGMENTOS DEL VÍDEO EN DIRECTO









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