viernes, 26 de junio de 2020

REVIEW Y CRÍTICA DEL 7X06 (THE 100): NAKARA


Apenas nos hemos recuperado de Welcome to Bardo y del trato proporcionado por sus soldados a Octavia cuando nos adentramos repentinamente en el astro glacial en el que ha aterrizado la expedición de Clarke. Al contrario de lo que parecía dar a entender la promo, este episodio ya no se centra exclusivamente en una trama, sino que todas avanzan, de modo que la semana próxima quizás nos encontremos con Clarke cruzando las puertas de la fortaleza de Bardo. 

Dicho esto, Nakara ha sido un capítulo dinámico, aunque no tan revelador ni brutal como el que casi nos rompe el corazón hace una semana, que lo que hace  es ya preludiar  una cierta convergencia de las tramas de Bardo y del grupo de Clarke, Jordan y Raven, si es que estos han acertado eligiendo el siguiente planeta. Pero, con todo, no es su aventura la que más protagonismo o interés ha suscitado, porque otra vez los protagonistas han sido personajes que normalmente estaban como telón de fondo. Nakara destaca sobre todo por las intervenciones de Indra (Adina Porter) y Diyoza (Ivana Milicevic), dejando también un pequeño espacio para Madi (Lola Flanery), a la que casi no hemos visto desde el comienzo de la temporada, eso sí, sin ensombrecer ni entorpecer las correrías de Echo, Hope, Gabriel y Octavia mientras investigan cómo escapar de los religiosos bardenses. Hay personajes y tramas, unos más interesantes que otros, pero en raciones equitativas y suficientes. 



Si el 7x05 abordó el cautiverio de Octavia, 7x06 inicia su andadura repitiendo la fórmula, aunque esta vez con Diyoza, de la que nada sabíamos desde hace ya algunos capítulos. La verdad es que a ella tampoco le han tratado mucho mejor que a su compañera:largas sesiones de M-cap, torturas auditivas, experimentos de todo tipo... hasta que encuentra una vía para escapar a hurtadillas, disfrazándose de bardense, entre reyertas y persecuciones por la fortaleza. A diferencia de Octavia, su primer plan de huida tiene más éxito, y es así como se encuentra, cara a cara, con su hija Hope, a la que casi ni reconoce después de perderse su adolescencia en Skyring.  

Asistimos a un conmovedor encuentro familiar, aunque apresurado. También vemos a Octavia emocionalmente destrozada, físicamente derrotada, convencida de que Bellamy ha muerto, y ni siquiera reunirse con Diyoza basta para templar su corazón helado, pero es la primera con la certeza de que, de no aprovechar la oportunidad que se les presenta, el sacrificio de su hermano habrá sido en balde. Confía en Levitt para que les ayude, pero este, a quien los bardenses han degradado a conserje, les apremia a salir a la superficie, al tiempo que un jardinero les aconseja no hacerlo porque la atmósfera del planeta es irrespirable. Ante la duda, Gabriel les corta el paso y los soldados los capturan. No volveremos a saber de ellos hasta The Gueen's Gambit la próxima semana, pero una cosa está clara: si un rehén se escapa, su captor siempre se asegurará de que la próxima vez no lo haga, interponiendo los medios que hagan falta. Los bardenses no se mostrarán tan solícitos la próxima vez...


Mientras tanto, Clarke, Raven y los suyos avanzan por la faz de Nakara, en dirección a una Piedra que se encuentra localizada en el interior de una caverna. Allí los jóvenes se percatan de que Nakara es en realidad un planeta cementerio que usan los bardenses para sepultar a sus fallecidos, descubren por las malas que está poblado por una especie de tarántulas alienígenas muy agresivas, y que la aparente cueva no es sino el estómago de otro ser mucho más grande. 

Separados por grandes paredes orgánicas móviles, Clarke y Raven tienen tiempo de arreglar cuentas, sobre todo la piloto, creyendo que va a morir. No quería mancharse las manos de sangre y fue egoísta enviando a los convictos a morir al reactor cuando ella misma pudo haber bajado sin haber resultado gravemente herida. Clarke le consuela diciendo que, aunque ésos que murieron también habían perdido a su seres queridos, era una batalla a muerte, un "ellos o nosotros" . En medio de  ese aura de terror, y antes de activar la Piedra para trasladarse a otro planeta, el grupo hace un descubrimiento mayúsculo: la secta Segundo Amanecer, la responsable de los búnkeres de Polis, viajó anteriormente a este planeta, y al parecer ellos podrían ser los antepasados de los bardenses y los autores de la tecnología de agujeros de gusano, lo que explicaría que los subterráneos terrestres estuvieran vacíos y revelaría la existencia de otras misiones espaciales similares a la de Eligius III. 



Por último, la rebeldía crece en Sanctum tras saberse lo del robo de armas, a la par que Sheidheda empieza a ganar aliados tras revelar que Russell ya no habita ese cuerpo. Los Hijos de Gabriel están dispuestos a seguirle, mientras los prisioneros de la Eligius están convencidos de que Raven pretendió deshacerse a toda costa de ellos, y los antiguos guerreros de Sangedakru discrepan de las decisiones tomadas por Indra. Esta les pide a Murphy y a Emori consejo, e incluso a Madi que actúe como comandante para evitar que todas las facciones se unan en contra de los Skaikru, pero finalmente la niña se siente incapaz y, tras haber dejado claro quién es la mejor guerrera de Wonkru, Indra toma el mando de Sanctum para garantizar el statu quo.  

En el siguiente capítulo veremos qué ocurre con Octavia, Hope, Gabriel, Echo y Diyoza. Parece probable que intenten aunarse y discurrir el modo de escapar, aunque ignoramos si llegarán antes Clarke y los suyos a Bardo para echarles una mano, eso si el planeta que han elegido es ése, y no otros, como el ignoto Etherea, donde se piensa que está Bellamy ahora mismo. Por otra parte, Sheidheda parece muy interesado en la Tierra... ¿significa eso que sabe algo que los otros no saben, y que intentará reclutar aliados para reconquistarla viajando por la Anomalía? ¿durante cuánto tiempo podrá controlar Indra los intereses de las facciones en Sanctum? 

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Philosophic Dragon



miércoles, 24 de junio de 2020

LOS NUEVOS PÓSTERS DE LA SÉPTIMA TEMPORADA: TEORÍAS SOBRE EL DESENLACE


Hace algunas semanas The CW, el canal responsable de The 100, lanzó más de media docena de pósters promocionales alternativos de la séptima temporada, inéditos hasta la fecha. Cada uno de ellos muestra la cara de uno de los personajes, asociada a un planeta, un color y un misterioso símbolo. Desde entonces, algunas webs han empezado a especular sobre su posible significado... ¡porque podrían darnos pistas sobre a dónde se encamina el final de la serie...! ¡o tal vez no significar nada más! Pero, como todo lo que rodea a la serie, nosotros pensamos que no es azaroso, y que revelan algo relacionado con el destino de sus personajes.


Hay un total de 10 personajes, 4 colores (naranja, amarillo, verde y azul) y 6 símbolos únicos. Algunos de estos signos pertenecen a la antigua disciplina denominada alquimia, pero la mayoría son desconocidos para nosotros, exceptuando el infinito. La siguiente tabla simplifica un poco lo que nos encontramos:





Podemos agrupar cada personaje según el color del planeta de fondo y observamos que los símbolos y los colores no coinciden. Es decir, no hay color asociado a cada símbolo, pero sí nos damos cuenta de que son 6 símbolos y también 6 los planetas que poseen piedras para abrir puentes (Anomalías). También sabemos que cada persona posee un código biométrico único que le permite ser invocada por otra a través de estos agujeros de gusano interplanetarios y que los símbolos que lo conforman son precisamente algunos de  los grabados en dichas piedras. Luego entonces, esto es lo que podríamos deducir:



1) Cada símbolo asociado a cada personaje forma parte de su código biométrico, aunque no es exclusivo de cada uno de ellos, porque el código está formado por varios signos más junto con ese en cuestión que muestran los pósters. 



2) Cada signo representa un planeta, ya que son 6 símbolos y 6 planetas. Entonces, el de cada personaje reflejaría su planeta final de destino, es decir, el lugar donde el personaje moriría o donde se quedaría a vivir al final de la serie. Por ejemplo, el signo de Russell/Sheidheda se parece mucho a Skyring, sugiriendo que ése sería su destino final, el permanecer confinado allí eternamente. El de Octavia podría aludir a la Tierra, ya que la cruz representa la vida y la muerte y la Tierra sería ahora un planeta devastado. 



Dicho esto, siguiente observación: casi todos los signos siguen un patrón, excepto dos, que son especiales y remiten precisamente a Octavia y a Russell/Sheidheda. Cada símbolo se repite 2 veces, esto es, tiene pareja, menos esos dos, y coincide que cada uno de la pareja vendría conectado a un color diferente. Por ejemplo, Clarke y Echo poseen ambas el pseudo-triskel, pero el planeta de fondo de la primera es dorado y el que se refiere a Echo de color verde. Esa dualidad se repite con Bellamy (azul) y Murphy (rojo), Gabriel (verde) y Jordan (Rojo), entre otros. Y, ahora, si tenemos en cuenta que los personajes los podemos agrupar por colores, nos damos cuenta de una cosa: hay 4 equipos, y en todos siempre un representante de alguno de esos 6 símbolos. No hay una pareja de símbolos asociada a un mismo color. Así las cosas, deducimos lo siguiente:



3) Cada color representa un equipo o una facción. Por ejemplo, Clarke y Octavia, asociadas al dorado, las tenemos como principales protagonistas del elenco, y sabemos que Clarke es la clave para detener una guerra que acabaría con toda la Humanidad. Octavia es la segunda más visible del póster principal, por lo que su protagonismo irá in crescendo. Asimismo, Clarke y Octavia ya no están en Sanctum, mientras que los de rojo, Raven, Jordan y Murphy, son precisamente los más representantes del grupo que se había quedado en Sanctum. El equipo verde corresponde con los tres viajeros de la Anomalía, Echo, Hope y Gabriel, que bien merecido se tienen que les llamemos Anomalykru. Y los azules, Bellamy y Russell/Sheidheda, da la causalidad que son los personajes desaparecidos o reaparecidos. 


5) El rojo y el verde son colores complementarios, y los dos bandos están integrados por 3 personajes, lo mismo que ocurre con el amarillo (o naranja) y el azul, que sólo tienen a 2 cada uno. Por complementarios se podría entender opuestos. Así que,  suponiendo que esa teoría sobre los colores es cierta, queda preguntarse por la última gran incógnita: ¿qué significan los símbolos repetidos? Podrían ser un indicio de enfrentamiento futuro entre esos dos personajes que los comparten. Por ejemplo, Echo y Clarke están enamoradas de Bellamy al mismo tiempo, por lo que es factible suponer que una de ellas muera; Gabriel representaría el grupo opuesto a Jordan, que es la figura que más autoridad ha despertado entre los creyentes de Sanctum... pero en el caso de Hope y Raven, y Bellamy y Murphy, ya no está tan claro qué comparten. Lo único que se puede descartar es que entre ellos florezcan romances, porque da la casualidad de que los que comparten símbolo son también personajes del mismo sexoY, por supuesto, está el enigma de los símbolos especiales, los de Octavia y Russell que, si significaran enfrentamiento y muerte, vendrían a querer decir que Octavia sería la encargada de derrotar al Comandante Oscuro de una vez por todas.

CONCLUSIONES

Tras el análisis, no podemos imaginarnos un único escenario. Personalmente, pienso que, dado que van a morir más personajes, los símbolos podrían ser la pista de quiénes son, porque si el destino final de varios es un mismo planeta y están en diferentes bandos, el enfrentamiento es lo único que se me viene a la cabeza para determinar quién va a liderar en cada uno de esos mundos, porque que hayamos expuesto cada teoría por separado no quiere decir que en la realidad no pueda significar ambas cosas. El símbolo puede representar a la vez el planeta, al mismo tiempo una parte único del código biométrico y a la vez la lucha entre diferentes grupos, que ha sido hasta la fecha la tónica habitual de The 100, una constante que considero improbable que vaya a cambiar, sobre todo ahora que se avecina el final.  

Si va a haber una guerra, sería interesante que el desenlace mostrara las diferentes convicciones de nuestros héroes, porque una situación complicada, narrativamente muy complicada, es la que caracteriza casi siempre todos los finales de temporada. Eso es lo más impactante y también es el camino correcto a la hora de diseñar el desenlace de un guión. En otras palabras, sería interesante ver cómo al estar en grupos divididos (Sanctum, Bardo, Anomalía, etc.) cada uno desarrolla su propia opinión acerca de lo que es mejor para todos, hasta el punto incluso de romperse alguna amistad o alguna relación. 

Sinceramente, lo que veo probable que ocurra es que Echo acabe muriendo, igual que le pasó a Finn, y que se imponga finalmente el tan deseado Bellarke; que Clarke y Octavia sean las estrellas de la temporada y que constituyan el centro neurálgico de todas las tramas, de modo que entre ellas se ayuden a conseguir sus objetivos; Bellamy podría terminar muriendo, y una forma honorable de hacerlo sería sacrificándose por su hermana; pero si Echo muriese, no creo que tuviese sentido que Bellamy también, así que si Echo muere, Bellamy vive, y viceversa. El destino final de Gabriel también podría ser la muerte, porque es un anciano en realidad, y es lo que más desea en el fondo. Si aceptamos la teoría de las muertes-enfrentamientos, entonces las víctimas más seguras de la temporada final serían Echo, Raven (porque de entre todos ellos es la más apegada a las lecciones que dejaron otros personajes que ya murieron), Bellamy y Gabriel. 

Los supervivientes estarían destinados a gobernar esos diferentes planetas que quedan, creando algo así como una confederación espacial. Y, si se da el caso de que regresamos a la Tierra, donde hay también una piedra, no me cabe duda de que estaría regida por Octavia, que fue la primera de los 100 que en el episodio piloto pisó su faz. Me la imagino cruzando el puente y, si no es a través de él, saliendo de una nave, volviendo a decir "hemos vuelto", con o sin esa coletilla tan famosa, y con todos los supervivientes de Wonkru tras de sí, después de haber derrotado a Sheidheda. Y es que, después de tanto pensar en colores y símbolos, he llegado a la conclusión de que los enemigos ahora son Sheidheda y los Discípulos; Clarke podría encarar la amenaza de los soldados de Bardo, y Octavia la del Comandante Oscuro. Que la una venciera a su enemigo con la palabra y la otra con la espada me parecería el mejor de los finales, muy acorde a lo que cada una de ellas representa en el conjunto de la serie. Sin embargo, ¿quién dice que esa última gran guerra no puede ser detenida por Octavia gracias a que termina enamorándose de Levitt? En esa escena final imaginaria, quizás con la Piedra de Anomalía de la Tierra de fondo, pienso que ella estaría acompañada por él, y que sus últimas palabras tendrían que ver con el afecto que sienten el uno por el otro, que sería ese sentimiento que Octavia, en palabras de Marie Avgeropoulos, no ha experimentado en muchísimo tiempo. 

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Philosophic Dragon



viernes, 19 de junio de 2020

REVIEW Y CRÍTICA DEL 7X05 (THE 100): WELCOME TO BARDO


Las expectativas de Welcome to Bardo (Bienvenidos a Bardo) eran elevadas y, conforme transcurría la semana, las ansias por ver de nuevo a Octavia Blake en acción ascendían rápidamente por todo lo alto. El miércoles, la expectación en torno al episodio sólo era comparable a la ingente cantidad de felicitaciones de cumpleaños que los fans de The 100 dirigían a su protagonista, interpretada por Marie Avgeropoulos quien, nuevamente, ha vuelto a dejar muy alto el listón de la serie. Como ella misma anunciaba, "su trabajo es serio" y "así será el capítulo de esta noche". No hacía falta añadir nada más, porque hasta el idioma es demasiado parco para expresar todo lo que representa Welcome to Bardo

Se nos vienen muchos adjetivos, pero el que mejor definiría este episodio es el de capítulo "circular", porque ha cerrado con broche de oro un ciclo que se inició en la segunda mitad de la secta temporada, cuando Octavia y Diyoza se adentraron en la Anomalía por primera vez: el propósito del 7x05 es precisamente llenar con éxito esa gran laguna que quedó pendiente en agosto del año pasado, y que, poco a poco, hemos ido reconstruyendo a partir del 7x02, The Garden. El episodio, dotado de grandes revelaciones, permite atar cabos y reconstruir la segunda mitad de la experiencia vivida por Octavia durante esos tres segundos que, en realidad, se tradujeron en toda una vida de penitencia involuntaria en el planeta Skyring al lado de Diyoza y su hija Hope. Sin embargo, ésa no es la única parte del relato que progresa, porque también asistimos a los problemas que se desatan en Sanctum a raíz de Sheidheda y de las facciones integradas por los creyentes, los convictos y los últimos Hijos de Gabriel. Ahora Murphy, Emori, Jackson, e Indra están solos, porque, aunque ellos lo ignoran todavía, la patrulla con Clarke, Raven y Jordan al frente ha quedado atrapada en el planeta Nakara. También se revelan algunos secretos de los Discípulos, esa secta responsable de la Anomalía que en realidad no es descendiente de la Eligius III, y cuyo origen queda de momento envuelto en niebla. 

La duración del episodio no parece la que es, y pareciera que nosotros también hemos aterrizado en Skyring, porque el ritmo de desarrollo de los acontecimientos es enérgico, frenético, muy acelerado, tanto que parece que no da  tiempo a deleitarse convenientemente con sus escenas de acción, intriga e incluso de ternura, porque además otro de los puntos álgidos del episodio es el reencuentro entre Octavia y Hope, y el regreso, aunque breve y momentáneo, de su hermano Bellamy, en una escena final que mantenía la tensión en un hilo, mientras éramos testigos de cómo los Discípulos amenazaban la vida de ambos. Las interpretaciones de los actores son absolutamente espléndidas, en especial la de Marie Avgeropoulos quien, en poco más de media hora, reproduce todos los diversos gestos y polifacéticos sentimientos  propios de su personaje con la maestría que le caracteriza. 



La acción comienza con la desafortunada huida de Octavia de la fortaleza espacial de Bardo justo después de que las dos, ella y Diyoza, fueran apresadas en Skyring. La joven se escabulle en un abrir y cerrar de ojos, no sin antes desafiar con la mirada a sus captores. El inicio de Welcome to Bardo contrasta enormemente con su final, porque si bien aquí vemos cómo aflora el instinto de supervivencia de la joven guerrera, su olvidado lado de Blodreina, al término contemplamos su versión más conmovedora, esa que se ha fraguado gracias al amor que le brindaron sus compañeras de reclusión. 7x05 juega con ambas dinámicas con la misma habilidad que lo hace con las fluctuaciones temporales, ya que saltamos de pasado a presente y viceversa. El episodio representa a Octavia y todo lo que la rodea, incluidos sus seres más queridos, ilustrando su evolución a lo largo de la serie a través de los reencuentros con ellos que muestran cómo éstos han influido en ella y en su personalidad.

Entretanto, en Sanctum las cosas están empeorando: Indra y los suyos le han perdonado la vida a Russell pero sus devotos exigen su liberación, presionando por medio de inmolaciones individuales, al tiempo que Sheidheda pone en marcha su remoto plan que, de momento es acorde a las pretensiones de Wonkru. Sin embargo, en un momento delicado para Murphy y Emori, que aún están recuperándose de la radiación del reactor, Trey y los feligreses los desenmascaran y ordenan prenderlos, algo que, tarde o temprano, sabíamos que ocurriría, pues ya circulaban muchas sospechas sobre su comportamiento.  Sheidheda es quien, contra todo pronóstico, evita que sean ejecutados, aunque Indra, sabia y avispada como de costumbre, percibe algo extraño en Russell y es en ese instante cuando, poniéndole a prueba, entiende que se trata del Comandante Oscuro. Ella era muy pequeña cuando éste conquistó Trikru y masacró a su familia pero, aun con ansias de destruirle, prefiere esperar, sabiendo que no conviene subestimarlo, sobre todo ahora que su malsana benevolencia les puede dar más tiempo para controlar a la facción extremista.



Regresando de nuevo al pasado,  descubrimos que Levitt, el científico de buenas intenciones que examina los recuerdos de Octavia y le interroga por su llegada a Skyring es, junto con Hope, la persona que más tarde le ayuda a escapar con vida y quien le tatúa el código de su espalda. Octavia perdió durante el tránsito por el puente todos sus recuerdos, ya que Hope necesitaba el yelmo para regresar y buscar a su madre. Por esa razón, Octavia no recordaba nada tras abalanzarse en los brazos de Gabriel y, posteriormente, tras inyectarle éste la toxina, ella, inconsciente, lidiaba en sueños con su alter ego Blodreina: fue un extracto de recuerdo que Levitt le arrancó en la sala M-Cap, un fragmento tan vívido que le fascinó y que le permitió comprender sus acciones en el pasado: no es una asesina, por más que ella insista en que tal es su naturaleza. Más tarde, al final de la sexta temporada, la hija de Diyoza acordó con los bardenses traer  de nuevo a Tía O mediante la inserción del localizador a cambio de recuperar a su madre. Sin embargo, Anders incumplió su palabra y, en el presente, Hope, acompañada de Gabriel y Echo, se infiltra en Bardo y coopera con Levitt de nuevo por orden de Octavia para idear una forma de sacarlos a todos de allí. 

Al parecer, los Discípulos no descienden de la Eligius III y mencionan algo sobre una "piedra" y el planeta Tierra, como si hubiera tenido lugar algún evento posterior al último apocalipsis que lo devastó. Están interesados particularmente en Clarke, convencidos de que es la única que puede detener la última gran guerra de la Humanidad, de ahí que Octavia y Bellamy constituyan el cebo para atraerla a ella y a sus compañeros hasta Bardo. Pero ¿qué guerra? ¿y contra quién...? ¿Por qué precisamente la elegida es Clarke Griffin...? 



El final del episodio oscila entre conmovedor y trágico, ya que los hermanos Blake se ven las caras tras pasar muchos días incomunicados, y la explosión tras la que Bellamy se esfuma se convierte en otro cliffhanger idéntico al del 6x13. En este caso, es Echo la que pierde totalmente la cordura, si es que antes le quedaba algo. Hay que señalar aquí que la dinámica opuesta entre Octavia y Echo, que primero eran enemigas y después aliadas, posee el mismo epicentro: al tiempo que la sanguinaria Octavia emergida de la quinta temporada se ha ido dulcificando gracias al amor, Echo, que primero era tan cruenta como su ex-némesis, experimentó una evolución similar gracias al apoyo de Bellamy en esa misma season, cuya pérdida ahora le ha trastocado volviéndola impulsiva y descarriada, haciendo honor al ojo por ojo y diente por diente.

En el próximo capítulo, Welcome to Nakara, veremos cómo les va a Clarke, Raven, Jordan, Miller y Nyilah en el planeta glacial, y de qué manera se las apañan para sobrevivir sin recursos mientras  buscan indicios de otra Piedra de Anomalía o se las ingenian para enviar un mensaje de socorro a sus compañeros.

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Philosophic Dragon


viernes, 12 de junio de 2020

REVIEW Y CRÍTICA DEL 7X04 (THE 100): HESPÉRIDES


CRÍTICA

Como viene siendo costumbre ya desde que arrancó la S7, cada capítulo pone el acento en una de sus diversas tramas y, dado que en False Gods no traspasamos el escudo protector de Sanctum, ahora le toca el turno a la Anomalía. En comparación con el lento transcurrir de los últimos acontecimientos en Alpha, pareciera ahora que la trama también acelera, y no sólo en Skyring, sino en todos los escenarios. El episodio tiene por cometido explicarnos al menos cuáles fueron algunas de las razones que llevaron a los Discípulos a secuestrar a Bellamy y al resto de los desaparecidos de Clarke, a la par que continúa con los progresos de Echo, Hope y Gabriel en el planeta-cárcel, tomando como punto de partida el final de The Garden (7x02), en el momento en que Hope se separó de su madre y de Octavia. 

El esquema narrativo que lo vertebra se construye sobre una cadena de agravios que han provocado que los residentes de Bardo consideren a Clarke y a su gente como potenciales enemigos. Saben quiénes son y lo que hicieron en el pasado, y sus acciones presentes no han hecho sino delatarlos y legitimar aún más su causa bélica. En otras palabras, Clarke y sus aliados están armados, han perpetrado  asesinatos y genocidios en favor de su propia supervivencia, y lo continuarán haciendo. Si algo nos ha demostrado The 100 es que la raza humana tiende a tropezar dos veces sobre la misma piedra. Algunos de nuestros héroes se han percatado de la necesidad de cambiar ese patrón, una meta que nunca llegan a alcanzar por más que le echen ganas y buena voluntad. Siempre falla algo... o alguien se equivoca... en Hespérides la chispa que detona la bomba es Echo. Su impaciencia y su terquedad le instan a rechazar la propuesta de rescate de Hope y finalmente, aunque su plan casi sale bien, se tuerce en el último segundo por una mala decisión. Un error que, en Sanctum, a Clarke, Raven, Murphy, Gaia y a los demás les puede poner en peligro. 

La locura que por momentos invade a Echo recuerda a la caída de Finn en la S2, cuando, liderando la expedición que buscaba a la desaparecida Clarke, disparó sin clemencia asesinando a toda una aldea de terrestres inocentes, hecho que determinó su fatal destino. Se dice que el amor a veces mata, pero otras también es el motor de propulsión o de redención de los personajes de la serie. Echo y Hope mantienen sus diferencias pero, conforme van pasando los años en Skyring, se acercan más, hasta el punto de que ese gesto de unidad propio de los grounders entre ambas parece algo más que una simple amistad entre iguales.  Y es que la amistad o, por mejor decir, la ética de la amistad, es un tema que subyace en el trasfondo del episodio. Echo y Hope se han convertido en grandes amigas, a pesar de que se conocieron de forma repentina y abrupta, casi del mismo modo en que Orlando se cruzó -afortunadamente- en sus vidas. Y, sin embargo, cuando lo políticamente correcto sería juzgar a todos los amigos por igual, independientemente de las circunstancias, sin preferir a unos sobre otros, Echo decide traicionar al que menos estima de todos ellos, sin ni siquiera parase a pensar que tampoco conoce a Hope ni a Gabriel lo suficiente como para confiar plenamente en ellos,  pasando por alto que Hope utilizó esa misma amistad con ellos dos como excusa para salvar a Diyoza y a Octavia, ya que por sí sola apenas tenía posibilidades. Cuando el juego de poder es inestable, las lealtades cambian también más rápidamente.  

Así las cosas, el episodio eleva las expectativas de su predecesor. Es ahora cuando podemos decir que ha arrancado de verdad la última temporada, a pesar, eso sí, de la omisión de algunas tramas que empezaban a cobrar fuerza, como era la venganza de Sheidheda y el complot para restaurarle en Sanctum, que quizás sea el escenario que Clarke y sus amigos se encuentren si averiguan antes cómo no morir congelados  en el planeta Nakara, y el insuperable trío que  habían formado Raven, Murphy y Emori. 

RESUMEN


Las primeras trazas del 7x04 rellenan el último hueco de la vida de Hope, su adolescencia. Poco después de que Octavia y Diyoza fueran trasportadas a Bardo por los Discípulos, éstos trajeron a un nuevo prisionero, Dev, con el que la niña hizo buenas migas. Él personalmente se ocupó de entrenarla según las costumbres de su gente y juntos idearon durante diez años la estrategia para recuperar sana y salva a su familia. Sin embargo, el miedo le traicionó y Dev murió para salvarla. Gracias al traje y al casco Hope conserva aún sus recuerdos, quién es y qué va a hacer. Su única arma ahora es la paciencia porque, tarde o temprano, ellos regresarán a por el nuevo recluso. Hasta entonces, sólo pueden aguardar y prepararse. Hope, a pesar de la impaciencia de Echo y Gabriel, confía en trabar amistad poco a poco con él, para de esa manera extraerle información y conseguir lo mismo que con Dev. 

Entretanto, los centinelas de Sanctum han hallado los cuerpos de algunos de los soldados derrotados en el bosque y se han percatado de la desaparición de Echo, Gabriel y Octavia, por lo que Raven y Jordan se ocupan de investigar el equipaje de uno de ellos. Es la primera vez que la mecánica se topa con armaduras de invisibilidad como esas, pero gracias a la comprobación del yelmo descubre la procedencia de los desconocidos con los que Clarke está negociando en las afueras  y cómo emplean la Anomalía para teletransportarse a diferentes planetas. Mientras, Wanheda, escoltada por Gaia, Miller y Nyilah, entre otros, exige al emisario de los Discípulos la liberación de sus amigos, aunque la negociación se cierra en tablas, pues no accede a colaborar con el Pastor, su líder, quien, incomprensiblemente, sostiene que ella es la única que puede detener la última gran guerra de la humanidad.

Al mismo tiempo, en Skyring, Echo  asimila de mala gana que su vida en los próximos años pasará por cultivar tomates e interpretar el papel de la psicóloga amistosa con un preso paranoico. Es sobre todo la tenacidad de Hope la que logra que los tres cumplan su objetivo: que el hombre confíe en ellos y los entrene para asaltar la fortaleza espacial de Bardo, custodiada por miles de soldados. Orlando fue un alto mando que violó uno de los mandamientos sagrados de la colonia y conoce a la perfección los compartimentos en que se divide Bardo, pero, pese a la confianza mutua, rehuye aludir de cualquier forma a sus superiores. Por lo que Echo y Gabriel han podido intuir, su cultura no es muy diferente de la de los Primes de Sanctum.  

La noche que los Discípulos reclaman a Orlando desde la Anomalía, Echo, Hope y Gabriel tratan de contenerlos pero, en un momento de incertidumbre, Echo se interpone entre Hope y su asesino, terminando con su vida, lo que sin duda llena de dolor a Orlando. El plan era no matar a nadie, pero la guerrera de Azgeda sabe que no deben quedar testigos, y ayuda a Orlando, maniatado a un poste, a liberarse, aunque abandonándolo finalmente en Skyring  por temor a una ulterior traición, argumentando que "es un amigo", pero "no  de los suyos".




Y las cosas no mejoran en Sanctum, ya que los Discípulos han notificado  a Clarke los daños provocados por sus amigos a los soldados de Bardo, que se disponían a recoger a Orlando, y han vallado el campamento de Gabriel. El hombre se suicidó tras ser víctima de su traición. Los Discípulos están a punto de hacer hincar las rodillas a Clarke pero, inesperadamente, entran en escena Jordan y Raven que, de un rápido pero desagradable tiroteo, los fulminan, suceso tras el cual se disponen a activar todos la Piedra de Anomalía, que les permitirá viajar entre planetas aleatoriamente hasta dar con Octavia, Bellamy y Echo.  Sin embargo, el primer astro que eligen, Nakara, es un planeta helado y, tras de sí, el agujero de gusano se desvanece, accionado por el último de los Discípulos de la patrulla que ha salido ileso. 

Ahora, Clarke, Raven, Jordan, Nyilah y Miller están atrapados, literalmente, en una indómita bola de hielo, sin provisiones y sin los medios adecuados para abrir por sí mismos el puente, mientras Hope, Echo y Gabriel abordan una colosal fortaleza sin el apoyo de Orlando y con la penitencia de haber dejado pasar la oportunidad de entablar la guerra que pondría fin a todos los conflictos de la Humanidad.

SOUNDTRACK ESPECIAL DEL EPISODIO: "HYMN" (JOEL PORTER)



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Philosophic Dragon




viernes, 5 de junio de 2020

CRÍTICA Y REVIEW DEL 7X03 (THE 100): FALSE GODS


CRÍTICA

En esta ocasión hemos regresado de nuevo a Sanctum, con la ejecución de Russell de por medio, el estallido del reactor nuclear, la conspiración de Sheidheda  y la rebelión de Wonkru como temas centrales. Esta vez es sobre todo Raven la que debe solventar un problema de enorme magnitud que amenaza con destruir lo que queda de la pacífica aldea de los derrotados Primes, un incidente que parece elegido al azar para provocar la disolución de Wonkru y la reflexión última de Clarke y sus compañeros sobre las consecuencias que su exceso de confianza ha tenido para las tensiones entre facciones, que finalmente acaban haciendo aguas. Pero no sólo es Raven la estrella el episodio, también Murphy y Emori deben ponerse a la altura de las circunstancias que requiere su cargo, el de ser considerados los reencarnados Kaylee y Daniel Primes, hasta el punto de llegar a arriesgar sus propias vidas, algo que contrasta con la relativa pasión que los dos príncipes cucaracha muestran en su alcoba.

Si bien el episodio en sí es entretenido y se deja ver, resulta a su vez mucho menos interesante en comparación con la trama de la Anomalía y de la misión de rescate encabezada por Hope. La primera impresión es que sólo estamos ante los inicios de un grave contratiempo que no acaba de arrancar debidamente, empezando por la sentencia de muerte de Russell, que ya no es Russell Prime sino Sheidheda. The 100 siempre nos ha tenido acostumbrados a un ritmo frenético de sucesos, siendo habitual que en cada capítulo se quemaran cartuchos a velocidad vertiginosa, de manera que una acción desencadenaba múltiples consecuencias que debían ir siendo solventadas sin prisa pero sin pausa. Ésta es precisamente la virtud de la que carece False Gods: es lento, y los hechos verdaderamente importantes se cuentan con los dedos de una mano.

 Lo más inquietante no es lo que nos narra, sino el peso que tendrá más adelante pero, de nuevo, estamos ante una temporada de 16 episodios y aún no se sabe si realmente harán falta esos tres de extra para contar lo que hay que contar, o finalmente habrá más paja que grano... lo único cierto es que llevamos dos capítulos con matar a Russell sí, matar a Russell no, -parece que aún tendremos para rato-, y que los diálogos entre bandos se tornan a veces interminables e indigestos, por no hablar de la ausencia total de Madi (Lola Flanery) cuando parte de la trama de fondo tenía que ver con ella, puesto que cree que todavía posee las facultades que le otorgaba La Llama, y de la inesperada muerte de uno de los prisioneros de la Eligius que, habiendo seguido vivo aunque con secuelas crónicas, habría servido para lo mismo que muerto, pero con la posibilidad de dar mucho más juego. 

Por último, habría que señalar algunas cuestiones que deberían haber sido tenidas en cuenta: la unión de Wonkru se fundamentaba en el mando único de Blodreina, es decir, de Octavia y, mucho antes de eso, los convictos y los mineros espaciales de la Eligius ya tenían a su propia capitana, Charmaine Diyoza. Ambas llevan desaparecidas algún tiempo, y no parece muy creíble que padezcan amnesia por el criosueño o que no recuerden siquiera a quienes les deben lealtad, ni siquiera el hecho de que Clarke no se pregunte  dónde diablos estarán Echo, Bellamy, Gabriel y Octavia pero, por lo que respecta a los guionistas, parece que ellos sí lo han olvidado.

RESUMEN



Los sistemas de refrigeración del reactor nuclear que hacían funcionar el escudo de radiación del perímetro de Sanctum han empezado a dañarse. Dos fieles que antaño estuvieron a las órdenes de la científica Priyah Prime se aprestan a reparaciones, pero el exceso de radiación corroe sus cuerpos y es Raven la que debe encargarse de resolver la fusión nuclear que podría hacer trizas la aldea. Mientras, Clarke y Gaia conversan sobre la Llama y sobre Madi, a la que encubren, intentando mantener al margen de todo cuanto acontece. El contratiempo se presenta cuando Raven debe decidir quiénes se internarán en la caldera para soldar las tuberías del conducto de refrigeración, a sabiendas de que los valientes elegidos carecerán de absoluta seguridad. Wonkru exige la presencia de la Comandante, pero Indra y Gaia deben aducir excusas para no involucrarla, desatando la desconfianza de los terrestres, lo que incluye confesar a voz en grito que ella ya no es merecedora de tal rango, puesto que la Llama ya no existe. 

La presión alcanza su clímax cuando los detractores de Russell reclaman ya justicia para el pecador, que permanece recluido, aunque a la espera de un plan, frente a los que creen todavía en él. Sheidheda no teme que el cuerpo arda en la hoguera y prefiere convertir a su huésped corpóreo en un mártir, alardeando de un cambio de parecer que incluso extraña a Jordan, que está perdiendo credibilidad entre los de Sanctum y era quien lo atendía. Lo que ignora éste es que el plan de Sheidheda puede levantar un caos total con la ejecución del último Prime, aunque él mismo va a valerse de los seguidores de su anfitrión para conseguir lo que se propone, aprovechando sus ansias de reconquistar Sanctum. 



Finalmente, para evitar mayores perjuicios, Raven pide a -los tórtolos enamorados- Emori y Murphy que se ocupen del reactor -protocolo cucaracha en marcha- junto con Hatch, que se ocupará de soldar, cuya misión se culmina justo a tiempo y muy por los pelos, pero a costa de la vida del convicto, mientras arriba Clarke decide salvar a Russell de la reyerta entre fieles y no fieles, ya que condenarlo a muerte resultaría peor que mejor dadas las circunstancias. Una seguidora había advertido de la conspiración, por lo que le permiten visitarlo mientras Jackson lo cura, ajenos todos a la verdadera conspiración que Sheidheda está perpetrando. 

Por otro lado, Clarke, que ya había enterrado el colgante de su madre, prometiéndose a sí misma que en adelante lo harían lo mejor que pudiesen, reflexiona ahora con Gaia sobre lo ocurrido: enviar como voluntario a Hatch sólo ha constituido una nueva pérdida, y la violenta paliza que su compañera Nikki le ha propinado a Raven por jugar con la seguridad de todos ellos es sólo el principio. A todo eso hay que añadirle el problema de la Llama, que ha provocado la disolución de la unidad de Wonkru que tanto le costó forjar a Octavia en el búnker. Por mucho que se esfuercen, nunca pueden salvar a todos los que quieren, y eso ha originado venganza tras venganza y guerra tras guerra en el último siglo y medio. Eso es lo que no ha cambiado, y lo que no parece que vaya a cambiar...

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Philosophic Dragon