Apenas nos hemos recuperado de Welcome to Bardo y del trato proporcionado por sus soldados a Octavia cuando nos adentramos repentinamente en el astro glacial en el que ha aterrizado la expedición de Clarke. Al contrario de lo que parecía dar a entender la promo, este episodio ya no se centra exclusivamente en una trama, sino que todas avanzan, de modo que la semana próxima quizás nos encontremos con Clarke cruzando las puertas de la fortaleza de Bardo.
Dicho esto, Nakara ha sido un capítulo dinámico, aunque no tan revelador ni brutal como el que casi nos rompe el corazón hace una semana, que lo que hace es ya preludiar una cierta convergencia de las tramas de Bardo y del grupo de Clarke, Jordan y Raven, si es que estos han acertado eligiendo el siguiente planeta. Pero, con todo, no es su aventura la que más protagonismo o interés ha suscitado, porque otra vez los protagonistas han sido personajes que normalmente estaban como telón de fondo. Nakara destaca sobre todo por las intervenciones de Indra (Adina Porter) y Diyoza (Ivana Milicevic), dejando también un pequeño espacio para Madi (Lola Flanery), a la que casi no hemos visto desde el comienzo de la temporada, eso sí, sin ensombrecer ni entorpecer las correrías de Echo, Hope, Gabriel y Octavia mientras investigan cómo escapar de los religiosos bardenses. Hay personajes y tramas, unos más interesantes que otros, pero en raciones equitativas y suficientes.
Si el 7x05 abordó el cautiverio de Octavia, 7x06 inicia su andadura repitiendo la fórmula, aunque esta vez con Diyoza, de la que nada sabíamos desde hace ya algunos capítulos. La verdad es que a ella tampoco le han tratado mucho mejor que a su compañera:largas sesiones de M-cap, torturas auditivas, experimentos de todo tipo... hasta que encuentra una vía para escapar a hurtadillas, disfrazándose de bardense, entre reyertas y persecuciones por la fortaleza. A diferencia de Octavia, su primer plan de huida tiene más éxito, y es así como se encuentra, cara a cara, con su hija Hope, a la que casi ni reconoce después de perderse su adolescencia en Skyring.
Asistimos a un conmovedor encuentro familiar, aunque apresurado. También vemos a Octavia emocionalmente destrozada, físicamente derrotada, convencida de que Bellamy ha muerto, y ni siquiera reunirse con Diyoza basta para templar su corazón helado, pero es la primera con la certeza de que, de no aprovechar la oportunidad que se les presenta, el sacrificio de su hermano habrá sido en balde. Confía en Levitt para que les ayude, pero este, a quien los bardenses han degradado a conserje, les apremia a salir a la superficie, al tiempo que un jardinero les aconseja no hacerlo porque la atmósfera del planeta es irrespirable. Ante la duda, Gabriel les corta el paso y los soldados los capturan. No volveremos a saber de ellos hasta The Gueen's Gambit la próxima semana, pero una cosa está clara: si un rehén se escapa, su captor siempre se asegurará de que la próxima vez no lo haga, interponiendo los medios que hagan falta. Los bardenses no se mostrarán tan solícitos la próxima vez...
Mientras tanto, Clarke, Raven y los suyos avanzan por la faz de Nakara, en dirección a una Piedra que se encuentra localizada en el interior de una caverna. Allí los jóvenes se percatan de que Nakara es en realidad un planeta cementerio que usan los bardenses para sepultar a sus fallecidos, descubren por las malas que está poblado por una especie de tarántulas alienígenas muy agresivas, y que la aparente cueva no es sino el estómago de otro ser mucho más grande.
Separados por grandes paredes orgánicas móviles, Clarke y Raven tienen tiempo de arreglar cuentas, sobre todo la piloto, creyendo que va a morir. No quería mancharse las manos de sangre y fue egoísta enviando a los convictos a morir al reactor cuando ella misma pudo haber bajado sin haber resultado gravemente herida. Clarke le consuela diciendo que, aunque ésos que murieron también habían perdido a su seres queridos, era una batalla a muerte, un "ellos o nosotros" . En medio de ese aura de terror, y antes de activar la Piedra para trasladarse a otro planeta, el grupo hace un descubrimiento mayúsculo: la secta Segundo Amanecer, la responsable de los búnkeres de Polis, viajó anteriormente a este planeta, y al parecer ellos podrían ser los antepasados de los bardenses y los autores de la tecnología de agujeros de gusano, lo que explicaría que los subterráneos terrestres estuvieran vacíos y revelaría la existencia de otras misiones espaciales similares a la de Eligius III.
Por último, la rebeldía crece en Sanctum tras saberse lo del robo de armas, a la par que Sheidheda empieza a ganar aliados tras revelar que Russell ya no habita ese cuerpo. Los Hijos de Gabriel están dispuestos a seguirle, mientras los prisioneros de la Eligius están convencidos de que Raven pretendió deshacerse a toda costa de ellos, y los antiguos guerreros de Sangedakru discrepan de las decisiones tomadas por Indra. Esta les pide a Murphy y a Emori consejo, e incluso a Madi que actúe como comandante para evitar que todas las facciones se unan en contra de los Skaikru, pero finalmente la niña se siente incapaz y, tras haber dejado claro quién es la mejor guerrera de Wonkru, Indra toma el mando de Sanctum para garantizar el statu quo.
En el siguiente capítulo veremos qué ocurre con Octavia, Hope, Gabriel, Echo y Diyoza. Parece probable que intenten aunarse y discurrir el modo de escapar, aunque ignoramos si llegarán antes Clarke y los suyos a Bardo para echarles una mano, eso si el planeta que han elegido es ése, y no otros, como el ignoto Etherea, donde se piensa que está Bellamy ahora mismo. Por otra parte, Sheidheda parece muy interesado en la Tierra... ¿significa eso que sabe algo que los otros no saben, y que intentará reclutar aliados para reconquistarla viajando por la Anomalía? ¿durante cuánto tiempo podrá controlar Indra los intereses de las facciones en Sanctum?
***
Philosophic Dragon
No hay comentarios:
Publicar un comentario