domingo, 26 de mayo de 2019

"The 100": resumen y análisis del capítulo 6x02

EN EL EPISODIO ANTERIOR...

Clarke, Bellamy, Shaw, Jackson, Miller, Murphy y Echo realizaron una expedición al nuevo planeta para certificar si reunía las condiciones necesarias para la vida y, durante su exploración, fueron atacados por un enjambre de insectos alienígenas, Shaw falleció y descubrieron un asentamiento humano abandonado. Mientras lo inspeccionaban, los soles comenzaron a eclipsar y Emory empezó a agredir con un cuchillo a Murphy, que salió malparado del enfrentamiento. Un pequeño libreto ilustrado relataba cómo la radiación producida por el eclipse alteraba el comportamiento de las criaturas expuestas y, en ese momento, Clarke advertía cómo su nave había sido robada por los habitantes de Sanctum, dejándoles a merced del fenómeno del sol rojo. 

EL AMANECER DEL SOL ROJO: ANÁLISIS DEL 6X02


Las primeras imágenes nos transportan 236 años atrás en el tiempo a fin de explicarnos lo que les sucedió a la familia Lightport y a los primeros colonizadores del planeta Alfa/Sanctum. Josephine y su padre se encargaban de catalogar y clasificar la flora y la fauna de su nuevo hogar cuando, de repente, el cielo enrojeció, los insectos callaron y el eclipse desencadenó la ira del padre de la joven bióloga, que había bautizado como Sanctum al planeta. Éste se rebeló contra las gentes del campamento y propinó un fuerte navajazo a Josephine, que la derribó y la dejó paralizada en medio de la tragedia.




De nuevo en el presente, Clarke y Bellamy se resguardan en una de las viviendas y sus compañeros evalúan las heridas de Murphy. Clarke concluye que las plantas son el catalizador de la nociva radiación solar, motivo por el que Emory se ha visto influenciada antes que el resto. Como si se tratara de un virus de transmisión aérea, deciden permanecer encerrados el mayor tiempo posible, y aprovechar las cadenas que hay distribuidas en todas las casas para prevenir el síndrome de la hostilidad, aunque eso los pueda acabar enloqueciendo aún más.


El transporter arriba a la Eligius, mientras los de su interior ignoran que los ladrones planean asaltarles. Nyilah y Octavia entablan una lucha libre a modo de entrenamiento y, como no puede ser de otra forma, Blodreina embiste con todas sus fuerzas hasta que pierde el control. Inmediatamente, saltan los sistemas de alarma, que anuncian el retorno de la nave de exploración, lo que extraña sobremanera a Abby, Nyilah, Jordan y Octavia. 




Al abrirse el hangar, comprueban que se trata de unos extraños que visten  trajes y máscaras quienes pretenden tomar el control de la Eligius por la fuerza. Los gasean, notifican que se trata de "sangres roja" y los retienen en el comedor. Cuando Octavia abre los ojos, Jordan y Abby están buscando la manera de salir de allí. Abby sugiere contactar con Raven, puesto que es la única ingeniera que, de momento, está a salvo, en compañía de Diyoza. 



Entre Raven y Diyoza  idean una estrategia. Aprovechan que sus enemigos controlan el puente de mando para atraerlos y, cuando éstos se acercan a la criocámara, Diyoza se apresura a atacarlos con rapidez, creyendo ellos que aún estaba en letargo. 

Entretanto, Clarke, Bellamy y Murphy aguardan encadenados a que pase el eclipse y, para combatir el aburrimiento, John le recuerda a Clarke todas las situaciones en las que fue encadenado o colgado, como cuando estuvo a punto de morir ahorcado por órdenes de ella al poco de llegar a la Tierra, o cuando Lexa lo mantenía como rehén, lo que caldea los ánimos de los tres. Clarke también empieza a perder la paciencia... entonces oyen los gritos de Miller pidiendo auxilio. 




Echo y Jackson están en apuros. Clarke y Bellamy se reparten las llaves, se desatan y acuden a por los sedantes, dejando solo y encadenado a Murphy. Enseguida les informan de que a Miller se le ha introducido un insecto en el interior de su cuerpo, y entre todos tratan de impedir su avance, pero en un confuso forcejeo, les inyectan el sedante y comprueban que ambos han sufrido alucinaciones, de modo que no hay nada que impida que les afecte el eclipse. 


En ese instante, se percatan de que Murphy ha escapado y se ha llevado consigo las armas. A medida que transcurren los minutos, es cada vez más difícil distinguir entre la locura y la cordura. Poco a poco, el tono de voz de Bellamy, que fuerza a Echo a abrir la puerta de su habitación, se torna más agresivo, y la única persona aún en sus cabales parece ser Clarke. La agresividad de Bellamy es contestada con varios disparos a distancia de Murphy. 


En la Eligius, Jordan, Abby, Nyilah y los demás se disponen a almorzar. La doctora se aproxima a Octavia, que se encuentra sentada en una mesa distante, y le ofrece comida. Octavia le reprocha el haberse vendido a McCreary y Diyoza, cuando de haber seguido su estrategia, nadie habría muerto y habrían ganado. Sin embargo, Abby reconoce que, personalmente, sí admite su error, a diferencia de ella, que sigue pensando en lo que pudo ser y no fue, lo que enfurece a Blodreina. Por tal respuesta, la doctora regresa con los demás. 

A continuación Raven y Diyoza discurren el modo de reconquistar la nave, y Diyoza comunica con los secuestradores, amenazándoles con matar a los dos rehenes que, por el momento, permanecen inconscientes. Diyoza no espera y, frente a una más que dubitativa Raven, aprieta el gatillo, asesinando al primero. Dadas las circunstancias, los secuestradores se avienen a negociar. Una voz femenina exige que liberen a su marido en un plazo máximo de 10 minutos, lo que aprovecha Diyoza para dar instrucciones a Raven de que se ponga el traje y se haga pasar por éste en el puente de mando. 

Octavia descansa pensativa, pero le invaden la frustración y la impaciencia, que descarga propinando puñetazos inútiles contra la puerta. Nyilah se aproxima a ella, comprensiva. De inmediato interviene Jordan, comentando que todo es inútil, como le había dicho su padre, a lo que Octavia le responde que Monty era un inútil y un cobarde. Todo cuanto son se lo deben a ella, que los entrenó para formar parte de Wonkru. 


Entonces uno de los chicos se levanta y le asesta un fuerte golpe a Blodreina. Ésta se vuelve y responde con un puñetazo, pero es sorprendida por detrás. Así, Octavia se enzarza en una brutal pelea en la que tiene clara desventaja. Desesperada, Nyilah le pide a Abby que los detenga pero la doctora sigue observando, impasible, el desarrollo de la contienda. Cuando la hermana de Bellamy se encuentra ya al límite de sus fuerzas, Abby intercede y les ordena que la dejen vivir con los errores de su pasado como penitencia. Para entonces, Octavia ya ha perdido el juicio y se siente terriblemente vencida. 

El tiempo corre en contra de Clarke y sus compañeros, pues la toxina liberada por las plantas a causa del eclipse comienza a producirle alucinaciones también a ella: delira imaginando que contacta con su madre, y que ésta la aconseja suicidarse porque sería la mejor manera de atajar todo el dolor provocado a las personas que más ama. Murphy hace acto de presencia armado y amenaza con dispararle en la pierna si no se retira la cuchilla del cuello y deja de hablar con la radio apagada. Clarke está confusa y duda, pues la voz de su madre se le antoja demasiado real.  

Diyoza y Raven se dirigen al puente de mando, y cuando los secuestradores exigen que Raven se quite el casco, aparece de repente Maddie para echarlas una mano. La niña dispara y todo termina. Los otros dos secuestradores han resultado ser una mujer y su hija. Esta última, herida por el disparo, muere. Maddie se percata de que la chica es también "sangre nocturna", pide explicaciones y pregunta por Clarke. 

Al mismo tiempo, Clarke y Murphy se apresuran a dar con Bellamy y hallar una manera de tranquilizarlo. Murphy se vuelve, cara a cara con Bellamy, tratándole de provocar a propósito mientras Clarke lo seda pero,  en mitad de la reyerta, retornan las alucinaciones y le impiden reaccionar, lo que alarga el combate y causa que Murphy sea arrojado a la piscina por Bellamy quien, tras asirle por el cogote, lo ahoga. Éste, inmóvil en la superficie del agua, propicia la reacción de Clarke, que trata de socorrerlo. 


Bellamy se opone, y Clarke le hunde el cuchillo en el muslo. Ella lo saca a duras penas, inconsciente, pero nuevamente es apartada con brusquedad por Bellamy, que se empeña en asfixiarla. Murphy, oyendo los gritos de su compañera, se incorpora y envuelve el cuello de aquél con su brazo. Exhausta, Clarke extrae la bomba de gas somnífero de su mochila y, en un abrir y cerrar de ojos, los tres caen presa de la somnolencia. 

Los de la nave acuden rápidamente a su rescate. Con la ayuda de Octavia no tardan en encontrar primero a Shaw, cuya tumba se halla frente a la baliza electromagnética, y luego a Clarke, Bellamy y Murphy, aún inconscientes. Por los ojos de Raven serpentean dos lágrimas: es la segunda vez que pierde a un ser muy querido, sin ni siquiera haberlo podido evitar. No pudo estar a su lado cuando más le necesitaba. 


Clarke y Bellamy se despiertan, pero Murphy se encuentra débil: pareciera como si las venas se le ennegreciesen y un torrente negro le estuviera consumiendo. En ese instante, asoman por unas escaleras unos niños, y una de ellos parece conocer a una de las secuestradoras. La pequeña le pregunta si han venido a llevarles de vuelta casa, a lo que Clarke responde "¿no es aquí donde vivís?".

CONCLUSIONES

El segundo capítulo de esta nueva tanda muestra estar a la misma altura que el primero. Grandes dosis de tensión, incertidumbre, acción y humor, sobre todo en lo que respecta a la situación de Clarke, Bellamy, Murphy, Echo y Emory, en las que la cámara aporta unos primeros planos que indican al espectador cuándo uno de los personajes es víctima de la toxicidad de las plantas y de la radiación del eclipse solar. 

Se observa que la toxina no afecta por igual a nuestros héroes. Clarke es la última en enfermar, lo que podría tener alguna relación con el hecho de que sea una "semi-sangre nocturna". De hecho, los secuestradores del planeta comprobaron antes que nada si los de la nave eran de sangre roja o de sangre negra, lo que podría estar mínimamente relacionado. 

De igual forma, no se entiende por qué Murphy, que a todas luces parecía el menos cuerdo en la primera parte del episodio, no enloquece a pesar de estar expuesto, pero sin duda tendrá mucho que ver con la reacción que se ha desatado en su cuerpo y que lo ha dejado tan débil. Una posible teoría es que posee una cierta inmunidad, quizás motivada por la picadura de un insecto en el capítulo anterior. Sin embargo, estos insectos se mostraron agresivos durante el anochecer a causa del mismo fenómeno, de modo que tampoco esa parece una explicación muy plausible. Tal vez la clave resida en la sangre negra, por su capacidad para retardar los efectos del eclipse, en cuyo caso Clarke y Maddie constituirían la llave para sobrevivir allí, puesto que los habitantes no son, en su mayoría, inmunes. 

Sin duda, la muerte de Shaw tendrá consecuencias muy negativas para Raven. Puede que en los episodios siguientes padezca depresión, o que amenace con quitarse la vida. En cualquier caso, podría ser la próxima candidata a morir en esta temporada, ya que Emory es su aprendiz, y en la temporada 2 murió Sinclaire, el ingeniero que tutorizaba a Raven.  

Ignoramos, por otro lado, cómo encarará Octavia sus propias derrotas. Sigue siendo una persona con sentimientos, y Bellamy le sigue importando. Se atisban algunas señales de humanidad en ella en contados momentos del capítulo, como cuando es vencida por sus compañeros en el comedor. El juego de imágenes podría hacernos pensar que sus ataques de ira tienen que ver, en parte, con el eclipse, pero no tiene demasiado sentido si, finalmente, son las plantas  el verdadero catalizador, y no la radiación por sí sola. Habrá que esperar, en definitiva, a que los siguientes capítulos nos vayan sacando de dudas. 

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