miércoles, 29 de mayo de 2019

RESUMEN DEL CAPÍTULO 6X03 DE LOS 100: "LOS HIJOS DE GABRIEL"

En el episodio anterior...

Nuestros héroes llegaron a Alfa/Sanctum, ignorantes del peligro que suponían las plantas y el eclipse solar. Clarke, Bellamy, Murphy y sus amigos tomaron la decisión de refugiarse de ambas amenazas, pero cayeron, víctimas de síndrome de la hostilidad, uno a uno. Clarke y Murphy trataron de contener a un iracundo Bellamy, que se mofaba de John esbozando unas muecas que a no pocos les arrancarían un par de carcajadas. Mientras tanto, los habitantes de Sanctum invadieron la Eligius, que gracias a las maniobras de Raven y Diyoza, volvió a manos de sus respectivos propietarios, a pesar de haber matado a uno o dos de los secuestradores. En última instancia, la tripulación logró aterrizar en Sanctum y socorrer a Clarke, Bellamy y Murphy, éste último inconsciente y con muy mal pronóstico. Justo en ese momento finalizó el eclipse solar, y poco a poco los aldeanos volvieron a sus hogares, no antes sin preguntarse por la identidad de sus nuevos inquilinos. 

Análisis del episodio 6x03 de Los 100: "Los hijos de Gabriel"


El estado de Murphy es preocupante, pues sigue inconsciente  y no respira. Abby le practica una reanimación cardiopulmonar, pero sin éxito. Entonces, interrumpen la escena varios miembros de la realeza de Sanctum que, casi sin preguntar, utilizan el veneno de una serpiente nativa para curar a John. La mordedura retrotrae la toxicidad y Murphy regresa al mundo de los vivos, aunque ciertamente traumatizado. Acto seguido, el rey y la reina ordenan detener a Clarke y a los suyos, en un vano intento de ésta por tranquilizar a sus anfitriones. 



Nuestros héroes son puestos bajo custodia. Murphy se recupera, aunque Emory se siente culpable por todos los problemas que ha causado. Todos piensan cómo salir de allí. La presencia de Octavia incomoda a Bellamy, que le interroga por las razones que la han llevado a bajar de la nave, a lo que ella contesta, de mal humor: "he venido a salvarte el culo", y por poco ambos hermanos discuten si no llega a interponerse Echo. La prioridad es salir de allí, sí, pero no luchando. Clarke propone que les dejen aprender sus costumbres y, muy especialmente, a sobrevivir. Una vez que salgan y sepan a qué peligros de enfrentan, ya no requerirán su auxilio. 



Sin embargo, los taberneros les ofrecen un refrigerio, y Jordan se siente inusualmente atraído por la más joven, Delilah, una chica mulata que está a punto de celebrar una especie de ritual de iniciación para el que necesita practicar un baile al estilo tai-chi. Ella les explica que la mayoría de los que viven en la aldea son descendientes directos de las cuatro primeras familias fundadoras, esto es, de los primeros colonizadores del nuevo astro. Entonces se presentan Russell Lightport y su esposa para pedirles explicaciones y que traigan el transporter a los campos de cultivo, ya que hay otras amenazas importantes, y una de ellas ansía seguro las armas que tienen dentro. Kyllie, la secuestradora, es quien refiere lo sucedido durante la toma del transporter, y Clarke argumenta que ellos robaron la nave y que, por tanto, si mataron, fue para defenderse. Abby le cuenta a Clarke que Maddie está en el transporter, y junto con Bellamy, Echo, Octavia y Raven, forman un equipo para ir a buscarla.



Entretanto, Maddie entrena con Gaia en el umbral del transporter para dominar la Llama. La pequeña refiere extraños sueños en los que ve a un comandante oscuro. Diyoza cree que Gaia debería dejar que Maddie fuera una niña, y todas discuten, hasta que, de pronto, son atacados por varios hombres con trajes y máscaras, que les arrojan dardos paralizantes. Las tres observan inmóviles y tratan de contar e identificar a sus enemigos.



Clarke observa cómo el equipo de Bellamy se aleja, y enseguida la encuentra Russell junto a su perro. El rey tiene preguntas y le invita a cenar esa noche en el palacio. Sus compañeros atraviesan los cultivos desarmados, y Octavia echa de menos tener algo a mano con lo que defenderse, por si las moscas, pero ante una contestación airada de Bellamy, Echo interviene y le aconseja no provocarla. Los sanctuanos disparan una cúpula electromagnética como protección. 



En la ciudad, Jordan está impaciente por ver otra vez a Delilah, y repentinamente John despierta muy alterado. Sabe que ha estado muerto durante unos minutos, y se siente traumatizado. Cree haber visto el infierno, pero Abby procura calmarle diciéndole que nadie va a juzgar a nadie por sus actos al final de su vida, sino, en todo caso, por los motivos que condujeron a dichos actos. Luego, Emory lo abraza. 



Jordan aprovecha para escapar  y ver a su amiga, durante el tai-chi rutinario. Ella le dice que no es una princesa, pero que obtendrá un nuevo rango. Clarke lo ve y le insta a cumplir sus órdenes, pero luego los deja solos. 



En la nave, los extraños, llamados Hijos de Gabriel, inspeccionan a sus enemigos, y gritan "¡muerte a los primeros!", esto es, a los nobles de la ciudad. De camino, el grupo de Bellamy oye las aclamaciones, y la escolta de los comandantes de Sanctum es partidaria de volver, no de enfrentarse a ellos. Bellamy, Echo, Raven y Octavia deciden continuar con la misión, mientras los otros se retiran. Entretanto, en la taberna, Murphy, Jackson, Miller y Jordan se toman unas copas de licor, y Clarke se presenta a cenar con un vestido de un vistoso color carmesí. Ella le recuerda a su madre que la finalidad del diálogo consiste en presionar para que los acojan por más tiempo en la ciudad; Abby, que sea ella misma y no mienta, y Murphy, irónico como de costumbre, le advierte "bueno, a , menos que  pregunten por el fin del mundo. En ese caso, no les cuentes que tú disparaste primero", a lo que ella responde "tranquilo, Murphy. En el infierno cabemos los dos". 



Clarke parte hacia palacio, mientras afuera ultiman preparativos para la fiesta del nombramiento. Russell le da la bienvenida y le invita a comer y sentarse. Clarke responde a la reina que tan sólo huían en un enjambre, y que no era su intención entrar sin llamar. Por los detalles de la conversación, Clarke advierte que a Jordan se le ha ido la lengua, pues saben más de lo necesario. Ella es muy directa, y sólo pide que se les acoja y se les conceda otra oportunidad, pero los monarcas no se compadecen y, tan pronto como aterrice la nave, deberán volver. Russel razona que no dudan de su voluntad de cambiar y hacer las cosas bien, pero la cuestión no es si quieren, sino si pueden, y a este respecto argumenta que la gente no cambia. 



Al anochecer, Maddie, Gaia y Diyoza continúan paralizadas, pero escuchando los diálogos entre sus adversarios. Han cogido prestado su armamento, pero parece que hay más de un bando, y que algunos son partidarios de abandonar el planeta, mientras otros se aferran con uñas y dientes a su hogar. Planean desactivar el escudo y mencionan a unos "anfitriones"... Bellamy, Octavia, Echo y Raven los espían ocultos tras unos arbustos, ignorando qué significa todo cuanto han oído. 

Parece que los extraños se retiran y que no tienen intenciones de luchar. Octavia se precipita y corre a por las armas, pero diferentes mecanismos ocultos en el bosques alertan de su presencia, y sus planes se truncan. Bellamy le susurra que no ataque, pero su hermana insiste  y arremete sin vacilaciones contra todos ellos. En ese instante, Diyoza se incorpora, le reprende a voces por haber emprendido las hostilidades, y les refiere que andan preocupados por "la próxima luna", aunque no saben qué demonios quiere decir eso. 



Octavia se apresura a embarcar, pero se interpone Bellamy y le prohíbe acompañarles, pues cree más seguro, tanto para ellos mismos como para ella, que permanezca en el bosque. Su hermana no puede creer lo que está oyendo pero, una vez la puerta se ha cerrado, marcha sin ni siquiera mirar atrás: "¡Vale! ¡debí haber muerto en el desfiladero!", exclama ella, y mientras se aleja, Bellamy le contesta "Octavia... mi hermana murió mucho antes de eso". Su hermano no titubea, pero le duele sobremanera abandonarla y, dos miradas cristalinas que no se cruzan, miran cada una a un horizonte distinto. 



En la ciudad, Delilah contempla fascinada la segunda luna, y Jordan se le aproxima. Ella le besa por primera vez, y ambos yacen juntos a la tenue luz del firmamento. Sin embargo, son inesperadamente atacados por los Hijos de Gabriel. Murphy, Abby y Emory son ajenos a lo sucedido, y Clarke regresa: Jordan les ha revelado demasiados detalles, y , cuando acuden a su encuentro, todos lo hallan confuso. 



Clarke aprieta la marcha para informar a Russell e interceptar a los intrusos en los campos de cultivo. Da con uno de ellos, pero durante el forcejeo debe apartar su espada con las manos, haciéndose sangrar, y el inquilino escapa. Cuando llegan Russell y su guardia, se percatan de que ella es también una "sangre negra". En el invernadero, Russell le demuestra a Clarke lo especiales que son, pues poseer sangre negra es muy poco común (sólo la tienen los aristócratas) y eso es lo que, a su vez, explica la razón de que raptaran a Delilah. 

Al momento, algunas mujeres le comunican al soberano que, durante el ataque, también ha desaparecido una niña, Rose, que es la que vimos al principio del episodio, justo cuando divisan el transporter con Bellamy y los otros a bordo. Más tarde, Clarke aporta algunos detalles y explicaciones adicionales sobre el origen de sus anfitriones a Emory, Abby y Murphy. Ahora ella,  y también Maddie, son un blanco fácil tanto para los Hijos de Gabriel como para la nobleza de Sanctum, por lo que es de vital importancia que guarden el secreto. Clarke se lo reprocha a Jordan, ya que su imprudencia ha puesto en riesgo su seguridad y las buenas relaciones con la pareja de comandantes. 



Entonces entran en escena Bellamy, Raven y Echo, con Gaia, Diyoza y Maddie. Afortunadamente, Russell y su esposa, al ver  cómo sus invitados les ayudaban a detener a los extraños y a salvar a Delilah, les dan un voto de confianza y les permiten quedarse momentáneamente en el asentamiento, para aprender sus costumbres y tradiciones. Sin embargo, Diyoza es detenida inmediatamente por sus delitos pasados, y la ausencia de Octavia motiva preguntas. 



En el bosque nocturno, Los Hijos de Gabriel fracasan en su misión de secuestrar a Delilah, pero se conforman con la pequeña Rose. No obstante, les informan acerca de los nuevos terrícolas, y de que, entre ellos, hay una sangre nocturna. No muy lejos de allí, Octavia les sigue la pista y los sorprende en el claro. Ellos se rinden y rehúsan pelear, pero Octavia, siendo como es, se aproxima agrandes pasos, confiada, con la espada por delante, y cae en una trampa de esporas tóxicas, pero no mortales, que le producen insufribles cólicos estomacales. Vulnerable, los Hijos de Gabriel se la llevan, junto con Rose, como rehenes. 



Conclusiones

Los Skaikru se hallan, por segunda vez, en una nueva Tierra gobernada por dos tribus humanas muy diferentes entre sí, lo que terminará por situarles en el seno de un nuevo conflicto, pues tendrán que decidir por quién lucharán. Por el momento, la alianza con los ciudadanos civilizados de Sanctum es lo más conveniente para ellos, pero la serie igualmente nos revela poco a poco las intenciones de los Hijos de Gabriel. Para ellos la sangre negra tiene un determinado significado, igual que para los súbditos de Russell, pero aún no sabemos cuál. Para la aristocracia pacifista, representa un linaje y es sinónimo de realeza y poder. Para los otros parece tener que ver con pasar una cierta prueba, obtener algún tipo de reconocimiento, del que dependen para poder seguir viviendo en su hogar, según se desprende de algunas de sus conversaciones. Si no lo consiguen, o si fracasan, algunos ya son partidarios de utilizar la nave para abandonar ese planeta, lo que podría significar que hay otras lunas habitables cerca de Alfa/Sanctum. 

Por ahora, la sangre negra ha jugado a favor de Clarke y los suyos, pues a ojos de Russell y su esposa, ella es una especie de "comandante", aunque no debemos de olvidar cuáles fueron las circunstancias que condujeron a la conversión de Clarke en "nathglida", y más les vale a nuestros héroes que sus anfitriones tampoco lo descubran. A partir de ahora, Jordan tendrá que medir mucho más sus palabras, y seguramente Clarke no le quitará el ojo de encima. 

Por lo que respecta a Murphy, no parece que le haya afectado radicalmente el hecho de haber estado varios minutos muerto, pues sigue teniendo su sentido del humor, pero sí es cierto que haber visto la cara de la muerte le ha traumatizado. 

En cuanto a Raven y Octavia, decir lo siguiente: la primera ha estado ausente prácticamente todo el capítulo. Sólo la hemos visto en algún que otro plano secundario, y puede que tenga que ver con un posible fin del arco narrativo del personaje; Octavia, por su parte,  ha sido, con seguridad, el detonante de las hostilidades entre los Hijos de Gabriel y los terrícolas. Su imprudencia le ha costado muy caro y, si en el anterior episodio oíamos decir "Blodreina ha muerto", quizás eso sea cierto, en parte, y que Octavia evolucione de alguna manera durante esta temporada. Bellamy le impidió, muy a su pesar, y prácticamente a contra-voluntad, que subiera con ellos a la nave, porque creyó que su hermana tenía que reflexionar sobre lo que había hecho. De todas formas, Octavia es fuerte y resolutiva, y su hermano no la habría dejado sola si no hubiera confiado en ella.  

Quizás, en los próximos episodios, Octavia cambie de carácter al encontrarse con un clan diferente a Wonkru. Ahora es una prisionera, pero nada nos dice que no pueda ganarse su libertad, al modo en que ella misma lo mandaba hacer en el búnker. Tal vez lo único que necesite es un poco de su propia medicina. Puede que incluso consiga convertirse en una guerrera completamente nueva, más madura, y que termine liderando a los Hijos de Gabriel que, además, son sangre roja, mientras que los de la aristocracia de Sanctum son sangre negra. Y si finalmente sucediera así, lo que está claro es que Clarke, Bellamy y sus amigos estarían, en consecuencia, del lado de Russell y los "nathglidas"... ¿veremos en el futuro una suerte de enfrentamiento entre los sangre nocturna de Clarke y los sangre roja del lado de Octavia? 

Lo que parece más fácil vaticinar son las consecuencias que puede tener para Bellamy el hecho de descubrir que su hermana ha desaparecido, que la han secuestrado, y que su única alternativa -pues no les quedan armas-es pedir a los súbditos de Russell que les ayuden a rescatarla. Puesto que ahora se han ganado su confianza, los soberanos podrían acceder... o no, porque son pacifistas, aunque les deben el haber liberado a Delilah y Rose está en manos de sus enemigos, igual que Octavia. Pero, ¿y si resulta que los guionistas nos han engañado y nos han puesto del lado de "los malos"? A lo peor, Russell y su mujer no son tan hospitalarios, ni tan pacíficos ni tan generosos como aparentan. Se habla mucho de "el nombramiento", de rituales y costumbres heredados de los primeros colonizadores, pero ¿sabemos realmente en qué consisten? ¿nos habremos topado, de nuevo, con el legado del Monte Weather?













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